✏Tres✏

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La musica estaba a tan alto volumen que cualquiera podria jurar que se escuchaba en los pasillos fuera del taller.

Hace algunos días Hatsume tomo la costumbre de escuchar musica mientras trabaja en los trajes, lo cual era algo molesto para Furasu ya que Mei solia escuchar musica electrica.

-¡Hey malditos extras! -Grito Bakugou entrando al taller dispuesto a explotar a quien sea-¡Bajen el volumen de esa maldita cosa!-

Midoriya pegó un respingo al escuchar el grito de Bakugou entrando repentinamente al taller. Tan enfrascado estaba ayudando a Furasu con sus planos, que ni cuenta se había dado del escándalo musical.

-¡K-Katchan, buenos días! -lo saludó con una risita nerviosa, tratando de calmar los ánimos.

Rápidamente caminó hacia donde Hatsume movía la cabeza al ritmo de la música, totalmente ajena a su alrededor. Con cuidado bajó el volumen del equipo de sonido, recibiendo una queja de su compañera.

-Lo siento Hatsume-san, creo que ya se puso un poco alto -se disculpó apenado-. No queremos molestar a los demás estudiantes.

Luego se dirigió a Bakugou, temeroso de encender su mal genio. Pero en ese momento Kirishima entro y tomo el brazo del rubio.

-Perdonen a Kat,no esta de muy bien humor hoy-Se disculpo-

-Tch.

Midoriya se relajó al ver que Kirishima lograba contener un poco el mal humor de Bakugou. Él sabía lo difícil que era lidiar con el carácter explosivo de su amigo de la infancia.

-No se preocupe Kirishima-san -le respondió comprensivo-. Entiendo que todos tenemos malos días.

Se rascó la mejilla con timidez antes de atreverse a preguntar: -Bakugou-kun, ¿necesitas que revise algo de tu equipo? Sabes que puedes contar con el taller siempre.

Esperaba que su invitación servirá para distraer la mente de Bakugou de lo que quiera que lo hubiera puesto de malas ese día.

Bakugou gruñó molesto pero no replicó la invitación de Deku.

-Los putos almohadones de mis guantes están flojos -bufó cruzándose de brazos-. Quizás podrías checarlos maldito nerd.

Midoriya sabía que eso era la forma brusca de Bakugou de aceptar su ayuda. Así que forzó una sonrisa amable.

-Claro, trae tus guantes para revisarlos -ofreció con calma.

Pasados unos minutos, Midoriya regresó con los guantes de Bakugou.

-Tal como dijiste, los almohadillas se aflojaron -explicó-

-Gracias Midoriya-Agradecio Kirishima en lugar de Bakugou-

-No hay de qué, Kirishima-kun -respondió Midoriya con una leve sonrisa.

Le entregó los guantes reparados a Bakugou para que los probara. -Espero que ahora se sientan cómodos de nuevo -comentó-. Los ajusté y reforcé las costuras por si se aflojaban.

Ante el silencio de Bakugou, no esperaba una respuesta. Conocía su orgulloso carácter.

En eso, Furasu tímidamente se acercó con una libreta en manos. -M-Midoriya-kun, aquí están los avances de lo que hablamos -susurró ofreciéndosela.

-¡Magnífico trabajo Furusu-san! -la elogió genuinamente complacido-. Con esto podremos proseguir nuestros experimentos.

Se volteó nuevamente a los dos visitantes. -Gracias por venir chicos. Saben que aquí siempre serán bienvenidos.

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