✏Dieciceis✏

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-¡Escuchame bien Izuku Midoriya! -Exclamo Misaki del otro lado de la linea -Me importa una mierda que alla son las dos de la mañana, ahora mismo levantas tu trasero e iras a decirle a Shoto todoroki que si puede ser tu novio-

Al fondo se escucharon un as risas.

-No dejaras que tus inseguridades arruinen tu increible y perfecto romance adolecente-Continuo regañando-

-M-Misaki-chan, no es tan fácil -respondió Izuku sonrojado hasta las orejas, sujetando el teléfono con manos temblorosas-. ¿Y si le digo que sí y al final cometo un error? ¿Y si lo lastimo o decepciono?

Se mordió el labio nervioso, repasando mentalmente toda la conversación que habían tenido con Shoto antes. Quería decirle que sí con todo su corazón, pero el miedo lo paralizaba.

-No soy suficiente para él -susurró con tristeza-. Merezca a alguien que no tenga tantos problemas, que no lo haga sentir incómodo. Un chico normal...

Dejó escapar un suspiro tembloroso, sintiendo que las lágrimas amenazaban con escapar. ¿Y si mejor era no arriesgarse? Así no tendría que pasar por el dolor del rechazo.

-N-no sé qué hacer... tengo miedo de equivocarme.

-¿Que es esa estupidez de 'Chico normal'? ¡Tu eres normal! -Se cruso de brazos- Eres un chico incapaz de dañar asta a una mosca-

-P-Pero soy quien soy por todo lo que pasó -replicó Izuku con frustración-. Tengo miedos, inseguridades, defectos... Shoto se merece a alguien más equilibrado.

Suspiró con pesar, recordando la mirada llena de cariño y calidez con la que el bicolor lo había visto antes.

-Sé que me acepta tal cual soy -continuó en un hilo de voz-. Pero tengo miedo de no ser suficiente, de no poder hacerlo feliz.

-Respondeme esta simple pregunta Izuku-Se callo por unos segundos-¿Tu haces feliz a Inko? -

Izuku se quedó pensativo ante la pregunta. Recordó la cálida sonrisa de su madre y la mirada llena de amor que siempre le dedicaba.

-Creo que sí... mamá siempre dice que soy lo mejor que le pudo pasar -respondió con suavidad-. Aunque a veces sea imprudente, sé que la hago feliz siendo simplemente como soy.

Se secó las lágrimas, comenzando a entender el punto de Misaki. -Ella me acepta tal cual, con todas mis locuras -musitó con una pequeña sonrisa-. Nunca le ha importado si soy "suficiente" o no...

De pronto, sus mejillas se tiñeron al pensar en Shoto. -Y quizá para Shoto sea igual... -susurró con esperanza renaciente.

-Exactamente -dijo Misaki con calidez-. Así como tú haces feliz a Inko tal como eres, estoy segura que Shoto también es feliz contigo.

Tomó aire, buscando las palabras adecuadas. -No le importan tus miedos o defectos, porque él te quiere completito.

Hizo una pequeña pausa antes de continuar. -Meresces ser feliz, Izu. Y creo que ambos podrían hacerse muy felices el uno al otro.

Su tono se suavizó, lleno de ternura. -Confía en ti mismo, y en que Shoto te ama por quien eres. Déjate llevar por lo que sientes, que el amor todo lo puede.

Le brindó ánimos con su cálida voz. -Anda ve y hazlo feliz. Yo sé que tú también serás muy feliz a su lado.

Las palabras de Misaki perforaron lo más profundo de su corazón. Ella tenía toda la razón.

Shoto ya le había demostrado que lo aceptaba tal cual era, con todas sus rarezas y defectos. Que veía más allá de ellos para enamorarse del muchacho dulce que habitaba en su interior.

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