—¿Cómo se encuentra? —Miran a la divinidad que abre los ojos lentamente. —¿Necesita algo de nuestros servicios?—¿Qué ocurrió? —Pregunta, mirando a su alrededor con confusión.
—Llegó al paraíso con marcas y fue apuñalada. —Le sirven un vaso de agua. —¿Recuerda lo que sucedió?
—Mis memorias aún están sumidas en tinieblas... —Jadea, agotada —y mis sentimientos parecen haberse opacado por una extraña bebida. —Sujeta su cabeza con ambas manos, como si intentara reunir sus pensamientos. —El Rey Demonio me hechizó... —Musita —me obligó a amarlo. —Se levanta, pero cae al suelo, debilitada. Debo acabar con él.
—No se esfuerce. Nosotros nos encargaremos de él.
El cielo, teñido de ámbar y carmesí, brilla mientras las llamas de fuego comienzan a consumir el césped verde. Monstruos empiezan a invadir el paraíso, mientras los defensores se apresuran hacia la entrada para evitar que lleguen al palacio de la divinidad. Las trompetas suenan, anunciando el comienzo de lo que parece un apocalipsis.
Asustados, los líderes que apoyan a la reina Artemisa llegan a sus aposentos, y los caballeros, al verla despierta, no pueden evitar derramar lágrimas. Sin embargo, también sienten miedo de que el reino haya caído bajo la manipulación de Damien, que tal vez haya hechizado a Artemisa, o peor aún, haya logrado engañarla con su amor. Suponen que todo esto es una cortina de humo para introducirse en un juego más peligroso del Rey Demonio.
—Los Punished están entrando al paraíso. Nos están declarando la guerra. —Miran a Artemisa, preocupados. —Debemos actuar de inmediato.
—No permitas que lleguen a este lugar. Acaben con todos. Destruyan el Infierno, no dejen ni la más mínima huella de los Punished. —Se vuelve a acostar, exhausta. —Arrasen con todo. Acaben con Damien de una vez por todas.
Con las órdenes de su divinidad, los Dazzling salen corriendo, mientras Artemisa reflexiona sobre las ocasiones en las que dejó pasar el asesinato de su primer amor. A medida que los Dazzling pierden la vida en la batalla, Artemisa se da cuenta de su mayor error: haberse enamorado del monstruo sin conciencia ni empatía que ahora está destruyendo todo.
***
Recuerdos de Artemisa
Damien sujeta con fuerza la muñeca de Artemisa, que, asustada y confundida, se pregunta qué hizo mal. Con un gesto feroz, Damien abre la puerta y, sin pensarlo dos veces, lanza a Artemisa dentro de la habitación. Ella cae al suelo, incapaz de reaccionar ante la brutalidad de su acción.
—¿Qué te ocurre? —Se levanta con dificultad, mirando a Damien, angustiada. —Me lastimas.
—No puedo esperar más. —La lanza contra la cama con fuerza. —Te voy a dar una lección. —Asegura la puerta con la llave, sin dejarle salida.
—¿Qué comportamiento tan destructivo acabo de presenciar allá abajo? —Se cruza de brazos, desafiándolo.
—No intentes engañarme con tus mentiras. ¿Crees que no entiendo las indirectas que ese Dazzling lanzó hacia ti? —Su ceño fruncido refleja la inseguridad de un hombre que teme perder a la mujer que ama.
En su mente, Damien se revuelca en la incertidumbre. Se pregunta si Artemisa realmente lo traicionó o si, como siempre, está siendo víctima de su destino. Cree que la conversación que ella tuvo con los líderes podría haber sido malinterpretada, especialmente cuando mencionaron que ambos podrían establecer un reino nuevo, distinto al del paraíso o el Infierno.
ESTÁS LEYENDO
The Art Of Artemisa (COMPLETO)
ФэнтезиEl paraíso, envuelto en magia y sueños colmados de bondad, despierta como ráfagas de luces incandescentes que iluminan una felicidad despiadada y feroz. En el interior de la Reina Artemisa, la esperanza brota del pecho con la intensidad de una super...