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11-02-4074
Han pasado dos días desde aquel momento en el que dejó de convivir con su secuestrador, y al no escuchar más su voz sádica resonando por el eco de sobreprotección y control, deja escapar un suspiro de alivio. A pesar del trato tan hosco que había tenido en los últimos días, el silencio armónico en el ambiente es algo diferente. El no oír rastro de la amenaza y la violencia de su control hace que se sienta en un mundo conocido, monótono y aburrido, pero lleno de tranquilidad.
Inicia un análisis comparativo después de haber cerrado el capítulo con el Rey Demonio. Desde ese momento, no ha permitido que nadie se acerque con intenciones amables hacia ella, pero en su mente, siempre ha esperado algo más. Vaga por sus recuerdos y se niega a comprometerse sentimentalmente porque, en su interior, alguien ya ocupa un lugar en su corazón, uno que sólo él puede abrir.
Necesita estar segura de que el cambio de su secuestrador es verdadero, que sus actitudes hacia los demás han cambiado drásticamente. Si pudiera ser la razón para que Damien retome lo que un día dejaron, podría iniciar una nueva etapa. Necesita verificar que el amor profundo de Damien por ella es genuino, que realmente le importa. No se atrevería a dar su corazón a alguien que no fuera completamente honesto, alguien que pudiera engañarla.
También exige que, como él lo proclama a los cuatro vientos, se muestre verdaderamente ilusionado con ella y no atrapado por su propia naturaleza. Si Damien logra convencerla de que sus sentimientos son dignos de ella, entonces se entregaría sin objeción alguna. Está segura de que si un hombre realmente ama a la mujer que quiere, debe estar dispuesto a apostar su vida por ella. Sólo entonces, podría aceptar al Rey Demonio.
Nunca le ha faltado nada en la vida; ha tenido todo lo que ha deseado. Criada bajo el cuidado de una madre prodigiosa, siempre fue preparada para ser digna del mando que algún día tendría. Como hermana mayor, debía estar a la altura de su progenitor, quien le enseñó a mantener todo bajo control, a proteger a todos con bondad. Sin embargo, un grave error en su educación la marcó para siempre. El entrenamiento recibido de su padre la alejó de la crueldad, pero al mismo tiempo la despojó de la justicia. Con el tiempo, las cicatrices de su pasado se hicieron menos visibles, pero su orgullo aún brotaba de ella, aunque tratara de ocultarlo. Se volvió más solitaria, más encerrada en un mundo de bondad, sin darse cuenta de la despiadada realidad que la rodeaba. Creyó que la tranquilidad era su refugio, y sin cuestionarlo, se convenció de que todos eran buenos, de que no debía abandonar su nube de ilusiones.
Dentro de ella, la depresión se ocultaba bajo una fachada de amabilidad, alegría, humildad y protección. Nadie sabía de sus heridas internas, de la inseguridad de no ser reconocida por quién realmente era. La tristeza la consumía mientras sus esfuerzos eran alabados, pero nadie amaba la verdadera ella.
Al reflexionar sobre todo esto, comprende que sigue repitiendo el mismo patrón: el trabajo compulsivo, la búsqueda constante de perfección para escapar del daño de su infancia. Se convirtió en una perfeccionista, pero aún sentía que algo faltaba. Necesitaba cambiar, dejar de sentirse incapaz, y para ello debía dejar atrás esa imagen idealizada de sí misma. Se alejaba de las personas, incluso de su primer amor.
Ahora, se encuentra en el castillo de Damien, intentando modificar su rutina. Observa a Francis limpiar y hacer las labores diarias, sintiendo una ansiedad creciente, pero también la necesidad de superarse y mejorar. Quizás, todo lo que sucedió en su vida la ha llevado a este punto. Nada es por casualidad; todo tiene un propósito.
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The Art Of Artemisa (COMPLETO)
FantasiaEl paraíso, envuelto en magia y sueños colmados de bondad, despierta como ráfagas de luces incandescentes que iluminan una felicidad despiadada y feroz. En el interior de la Reina Artemisa, la esperanza brota del pecho con la intensidad de una super...