Capítulo 27

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Conexión entre Tú y Yo

Cuando los días se levantaban en el horizonte junto con los dazzling que volaban por el paraíso en un día de verano, una silueta en el fondo de un padre protector se acerca hacia la Artemisa infantil, que la mira sorprendida al verlo llegar por sorpresa. La simple figura paterna le otorga seguridad en cada acción que comete y hace, a tal punto que tiene tanta responsabilidad por ser el orgullo de su creador.

—¿Cómo ha estado la niña tan perfecta de todo el reino? —Abraza a su hija Artemisa, que lo recibe con besos en la mejilla—. Recuerdas que hace tiempo decidí entregarte un regalo tan maravilloso como el mismo reino al cual te he obsequiado. ¿Qué te parece un acompañante digno de servirte en alma por toda la eternidad? ¿Quieres saber quién es?

—¿Un amigo, papá? ¿O quizás un animal fantástico como los que siempre has creado para mí? —Sonríe al sentirse inquietante por la sorpresa de su padre.

—Es una sorpresa que no te lo puedes creer. Tu regalo se encuentra en el palacio. —Le entrega una llave de plata, mientras le sube en sus hombros.

—Me imaginaba que dirías eso. Siempre eres tan espontáneo, papá. —Le acaricia el cabello, mientras el papá carga a su hija y se encamina hacia el palacio. Ansiosa por conocer el regalo.

Al abrir la puerta del palacio, las paredes de diamantes azulados y blancos la reciben con destellos de luces que alumbran la entrada principal. El entorno cubierto de muebles de cuero acogedor decoran el pasillo principal, mientras dazzling vigilan la entrada, la reciben con dulces y vasos de agua junto con toallas para su baño. Entonces, mira una silueta de un niño de apenas 12 años de edad, tímido y nervioso, que aparece mirándola de lejos. Detrás de los sofás, observa detenidamente a la divinidad con temor.

—¿Quién es, papá?

—El regalo al cual con tanto esfuerzo te entregó. —Hace una señal para que el chico se acerque a ellos—. Ven aquí, muchacho. —Desde el fondo de la sala, vergonzosamente sale el chico y se acerca hacia ellos, poniéndose enfrente. Parece tener marcas en sus brazos, junto con una cara pálida de color blanco y ojeras que resaltan sus ojos azules brillando, que la ven con lágrimas en los ojos.

—¿Cuál es tu nombre?

—Hija mía, no tiene nombre. Debes ponerlo tú. Después de todo, este chico te pertenece. Puedes hacer con él cualquier cosa que quieras. —Le sujeta del collar al chico que se rehúsa, pero cae al suelo por la falta de masa muscular y se arrodilla delante de la divinidad.

—¿Por qué lleva un collar en el cuello, papá?

—Domesticable y tratado como tú prefieras. Después de todo, tomaré cartas en el asunto dependiendo de lo que desees. —Se queda un momento neutro mirando al niño con desprecio—. Aunque si ya no te gusta, puedo llevarlo. Es tu decisión.

—Ven, vamos a jugar. —El chico agacha la cabeza, conociendo sus órdenes como un punished que sirve a los dazzling, y salieron los dos hacia el patio trasero, donde había juegos divertidos y animales fantásticos esperándolos—. ¿Qué te gusta hacer?

El chico, sin ninguna palabra, se mantiene sin decir algún sonido, esperando una reacción de la divinidad para obedecerla a sus peticiones y una orden para buscar un objetivo al cual no tenía derecho. Después de todo, un punished es un sirviente para los seres de luz. Se mantiene con los ojos sin esperanza, mirándola con sufrimiento opacado y sin creer en sí mismo. De su propia existencia, se queda inmóvil. Mientras mira el cielo celeste cristalino brillante sobre él, y sin motivo aparente cae al suelo, llorando por recuerdos tormentosos.

Aquel chico no tenía un objetivo al cual unirse, ni una aspiración al cual obtener. Era un cuerpo que no podía optar por decidir, impulsado por las palabras de sus creadores a seguir órdenes y cumplir con las peticiones. Una horrible vida para un punished que siente emociones, deseos, impulsos y sentimientos. Después de todo, era uno en un millón que sigue en completa oscuridad, sometido por el dolor y el deseo de morir. Poco a poco, el pequeño niño entiende que detesta a su propia raza por un trato inhumano.

The Art Of Artemisa (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora