01: Molestias en Melbourne.

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01: Molestias en Melbourne.

Lando movía de arriba abajo la pierna, estaba cansado y molesto, y que su equipo no dejaba de repetir las mismas palabras desde que entró a esa habitación, así que optó por mirar a otro lado para no tener que escuchar nada.

—¿Estás escuchando Lando?. —La pregunta fue seguida por las manos de su jefe de equipo cuando aplaudió un par de veces para llamar su atención.

—Sí, sí, no debí haber dicho lo que dije. —Su jefe suspiró algo frustrado.

—Escucha, solo te pido que para la próxima no hagas algún comentario que pueda dejar una mala imagen para tí, Checo es un piloto muy querido. —Él resopló.

—Sí, es el favorito en todo el mundo, Checo es muy especial, ya sé —resopló.

—Esto es serio, debes ser más sensato con tus críticas.

—Bien, ya entendí. —Se puso de pie—. ¿Ya puedo irme?.

Después de que Andrea le repitiera que pensara antes de abrir la boca, salió de ahí, aún no se recuperaba del todo por la celebración en Australia, y es que al haber sido su amigo el que había conseguido el liderato de la carrera luego de un fallo en el auto de Max, tuvo que estar ahí, además de haber festejado su podio como tercer lugar, y en parte haber querido olvidarse de su amor no correspondido bebiendo.

Parte del equipo seguía en el hotel al igual que él, decidió ir al lobby, su compañero lo había invitado a una salida, aceptó con el fin de distraerse un rato de todo, mandó un mensaje a Oscar mientras aún estaba en el elevador para no tener que esperar tanto, una vez llegó ambos salieron de ahí.

—¿Y a dónde vamos? —preguntó apenas se puso en marcha el auto que los llevaría.

—Bueno algunos pilotos acordaron una reunión, será en un restaurante, algo privado —habló su compañero.

—Y supongo que tú aceptaste por estar con cierta persona. —Lando le dedicó una mirada pícara al australiano, sonriendo cuando logró un leve sonrojo en él.

—Sí —respondió evitando mirarle—. Pero me dijo que podía llevar a alguien, pensé que algo de distracción te vendría bien.

—Sí, últimamente todo lo que hago está mal.

Oscar lo miró confundido y él procedió a explicarle lo que había ocurrido minutos antes en la habitación de su jefe de equipo y la regañada que le dio por los comentarios que dijo sobre cierto mexicano.

—Es que creo que sí estuvieron muy directos esos comentarios.

—¿De parte de quién estás? —resopló—. Eres mi compañero.

—Y como tu compañero te puedo hacer ver cuando te equivoques, y en esta ocasión lo hiciste.

Lando solo rodó los ojos molesto por la respuesta del más joven, mientras esperaban a que alguien los llevará a su mesa un par de fanáticos se acercaron a ellos para pedirles unas fotos, y para felicitarlos por su desempeño en la carrera pasada, siendo interrumpidos por el mesero que les pidió lo siguieran.

—Trata de no ser imprudente —lo aconsejó Oscar.

Obtuvo respuesta a su desconcierto cuando vio al causante de su lío mental, y al lado el causante de su enfado, la pareja de Red Bull platicaba totalmente inmersa en su mundo, Lando se tensó al notar la sonrisa que Max le dedicaba a Checo mientras esté le contaba algo que no lograba escuchar.

—Me sorprende que no hayas matado a alguien con esa mirada. —Lando pegó un brinco.

—No busco matar a nadie con mi mirada —le contestó a su compañero—. Además no miraba a nadie.

—Seguro. —El mesero se fue dejándolos con los demás—. ¿Y por eso tienes esa expresión en el rostro?.

Le preocupaba que Oscar supiera sobre su enamoramiento, si bien no eran los mejores amigos, aceptaba que el chico era muy observador, y con algunos de sus comentarios en las pláticas casuales que a veces se daban, podría deducirlo, por eso siempre hablaba con cuidado, tratando de no ser descubierto.

—No, es solo que no ha sido mi día.

Al instante de saludar a los otros, Oscar tomó asiento al lado de Logan, Lando decidió sentarse en el lugar junto a él, maldijo que la mesa fuera redonda, porque desde donde estaba podía ver a Max y Checo perfectamente, sonrió a Charles quien lo saludó de igual modo.

—¡Sushi! —volteó con una sonrisa ante el apodo al reconocer al instante esa voz.

—¡Chili!. —Se levantó para abrazar a Carlos.

—No pensé que vinieras —habló el español al separarse.

—Oscar me invitó. —Apuntó a su compañero quien estaba totalmente concentrado en lo que Logan le contaba—. ¿Y qué tal sigues después de tantos festejos?.

—Aún tengo resaca. —Los dos se sentaron.

—No me sorprende —se burló un poco—. ¿No invitaste a tu chica?.

—No, ni siquiera viajó conmigo, está ocupada con lo de su trabajo, y sobre la resaca, que puedo decir, el equipo sabe hacer festejos, ¿cierto Charles?.

El mencionado volteó a verlos, Carlos palmeó el asiento a su lado para que se acercará, así lo hizo, haciendo que se uniera a su conversación, al menos eso parecía porque para Lando no pasó desapercibido el desánimo en la expresión del otro Ferrari, que pasaba a ser una fingida felicidad cuando Carlos le preguntaba algo, soltaba un simple 'sí' o 'no' para luego ponerse serio.

Dejó de lado ese pensamiento y cada uno paró brevemente de hablar cuando el mesero se acercó a tomar su orden, la pausa fue seguida de un comentario de Checo que hizo a todos integrarse y reanudar una plática en conjunto.

La comida había estado rica, y no la pasó tan mal en la mesa, a pesar de haber presenciado en más de una ocasión los intercambios empalagosamente cariñosos entre Checo y Max, y es que no se contenían por nada del mundo, agradecía que su compañero y Logan fueran más discretos o no hubiera soportado tanta miel entre ambas parejas.

—Lando. —Checo lo interceptó—. Escucha sobre las cosas que has dicho...

—Ah, sobre eso. —La voz de Andrea regañandolo casi lo hace rodar los ojos—. Creo que me dejé llevar, eres un gran piloto, y yo, hablé sin pensar, lo siento.

—Oh, vaya. —La sorpresa inundó el rostro del mayor—. Sí, descuida, entiendo, eres alguien joven, solo no quiero que haya malentendidos.

Lando negó, forzándose a sonreír, intentó que se viera sincera y no falsa, cosa que al parecer funcionó cuando el otro le imitó, trató de no demostrar fastidió con la charla que Checo inició.

—En fin, era solo para aclarar eso, Max quería hablar contigo pero creo que fue mejor que yo viniera. —Señaló trás de sí, Max estaba al final del pasillo observándolos, no parecía muy contento.

—Sí, te cuida bastante. —Checo soltó una risita.

—Lo sé. —Lando apretó su propio brazo para controlar su enfado—. A veces puede exagerar, pero yo me preocupo de igual modo por él.

Lando sonrió al mexicano cuando este se despidió de él, se quedó en el pasillo a la salida de los sanitarios viendo como Checo y Max se sonreían con ternura, luego de un par de palabras se tomaron de la mano para salir de ahí, el rubio giró para verlo una última vez con enfado, había sido un segundo, pero la mirada pesada del neerlandés le dio escalofríos.

Empezó a caminar totalmente enojado, primero Checo se acerca a reclamarle y ahora el amor de su vida lo odia, todo por la culpa del mexicano, agradeció no tener que compartir vehículo con nadie, pues Oscar se había ido con Logan a otro lado, así pudo dejar el enojo en su expresión facial sin que nadie le preguntará por ello.





Gracias por leer.

Odio a Tu NovioWhere stories live. Discover now