¡CON ELLA TODO ES MAS!

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–Kate tu lobo te está esperando afuera – dice Rom saltando de un pie a otro, como un niño que salta de un charco a otro.

– ¿Y adivina qué? –Me dice con una cara de enamorado, antes que logre formular la pregunta ya me está contando.

– Está en la moto de mi sueño una Harley Davidson, eres una loca tía te iras abrazadas a un dios griego, montado en una Harley, tú sí que eres una perra, cuéntame tu secreto por favor –dice arrodillándose y poniendo sus manos juntas en actitud de oración.

Me causa gracias como lo dice, doy un bufido y llevo mis manos a la cabeza, pongo mi pose más desinteresada y confieso

– Solo somos amigos- contesto con una sonrisa.

– Esa clase de amigos quiero mil – no lo puedo evitar termino riendo con Rom.

Me acerco y lo veo recostado a su motocicleta, ¿cómo siendo policía puede darse lujos tan caros?

¿Sera que la jefatura paga tan bien?, o ¿Quién es en realidad Jonathan? Como yo no recuerdo a mi familia, olvido que los demás si lo tienen.

Estefany vive de una manera muy cómoda, pero siempre lo atribuí a su trabajo en el hospital.

Indagare un poco más en quien es Jonathan.

Me dirijo al vestidor y cambio mi uniforme por una blusita blanca de la academia y una mini pollerita con tablitas, como no soy tan atrevida traje un short para que no se me vean los glúteos.

Excelente decisión porque hoy voy en moto.

Me despido de mis compañeras y las veo babeando como tontas, busco lo que miran y me quedo de piedra al poder observar mejor a Jonathan.

Esta, vestido para llevarnos a todas al infierno, estoy a punto de llamar a los bomberos por el incendio que estaba provocando en las mujeres de las playas.

Sus jeans negros gastados, pegados a sus piernas, una campera de cuero abierta que deja ver sus magníficos abdominales, un pañuelo negro en la cabeza y un rayban aviador para proteger sus ojos.

Con la pinta que se traía, no será buena idea ir con él en la moto. Él está hoy en plan roba corazones.

Al acercarme, puedo ver que su moto tiene una placa con su nombre, como para que nadie dude a quien pertenece.
A eso me refería la vez pasada, es el hombre más narcisista que conozco.

Se fija en mí y sonríe, Dios por favor no dejes que mi cuerpo se incinere hoy por favor.

Me acerco a él para saludarlo, él me toma de la cintura y me pega a su cuerpo para darme un beso húmedo en la mejilla.

-Hola nena – dice en mi oído.

Me alejo de él, como si su piel quemara, este hombre va matarme.

Sonrió, mientras me sube a la moto y me coloca el casco para luego tomar su lugar.

Toma mi mano y me hace rodear su cintura, siento su piel tibia. No puedo evitar sentir sus abdominales y me mojo, QUE VERGÜENZA soy mujer muerta.

A medida que nos alejamos veo las caras de mis compañeras mirándome con enviada, que le podía hacer, cuando toma velocidad me fuerte me abrazo a él.

Jonathan

La vigilo desde afuera de la academia, me molestan los pasos insinuantes que este degenerado le enseña, estoy a punto de entrar y sacarla, arrástrala a mi casa donde nadie la vea o la toque.

Odio ver como ese maldito de Aitor aprovecha cada situación para tocarla y esa pollerita que trae me está por matar.

Juro que no la iba a dejar aquí si no hubiese traído ese short abajo.

Nadie toca o ve lo que es mío y ella es mía, aunque aún no lo sepa.

Fue un suplicio para mi traerla en moto y sentir sus manos en mi piel, no traje camiseta para hacerla sentir incomoda, pero ella estaba campante como siempre, mientras yo caigo en mi propia trampa.

Casi caigo de la moto al oler su fragancia, sentir la suavidad de su piel contra mi cuerpo.

Odio a Aitor cerca de ella se su forma de proceder con las mujeres y no me gusta.

Tenemos varias denuncias de mujeres que fueron forzadas por él, nunca pudimos arrestarlo porque siempre tiene una buena coartada y las acusaciones enseguida son retiradas.

Maldito Rom por presentarlos. Ni loco la dejo sola con él. Saco mi móvil llamó a Marcos.

- Hola Marcos, ¿tienes lo que te pedí? – pregunto sin muchas vueltas.

- Hola Jonathan, dame dos días amigo, ¿quién te puso la correa? - lo escucho reír corto su llamada.

No me pusieron la correa, tiene suerte que no lo tengo enfrente o si no sería hombre muerto. ¡NO ME PUSIERON LA CORREA... ¿O SÍ?! Maldito Sac chismoso.

La siento venir, su aroma inunda mis sentidos, me tapa los ojos como una adolescente.

Antes que diga nada, me giro y la beso en los labios, la levanto del suelo mientras continúo besándola.

Abro mis ojos para ver a Aitor sonreír, su sonrisa no me engaña. Pero si quiere seguir vivo tiene que mantenerse alejado de ella.

Nos soltamos del beso y su cabello cae desparramado por todo su rostro.

La tomo de la mano y caminamos por la playa, ella se suelta y comienza a correr, la sigo por la playa dejo que lleve la delantera, escucho como su risa lleva el viento.

Me saco la campera y al llegar junto a ella se la pongo, la tomo por la cintura y la alzo a mi hombro. Ella alza sus brazos y comienza a cantar la música que suena por los altavoces, un poco más alejado vemos un grupo cantando, ella canta horrible, pero a su lado me siento

¡Hombre poderoso del mundo!

Después de un rato largo, caminamos en silencio agarrados de la mano, pasamos por miles de parejas que ríen y se divierten, antes de conocer a Katherine esto me parecía estúpido, una pérdida de tiempo para acabar en la cama, pero que equivocado estaba.

Con ella a mi lado mis emociones son más fuertes, todo veo de desde otro punto, sé que no acabaremos en la cama, tendré que conformarme con besos robados, pero todo vale la pena por qué.

¡CON ELLA TODO ES MÁS!

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