"MALOS ENTENDIDOS"

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Marc lleva días pensando en que momento su vida tomo la dirección equivocada, su sueño siempre fue ser piloto de carrera, le gustaba la adrenalina, la velocidad, se metía en carreras clandestinas y nunca apostaba.

Él era muy bueno, tenía que vivir esa vida a perfil bajo, pero todos sus sueños se fueron por los aires cuando su hermano mayor decidió no estar al frente de la empresa familiar y formar parte de la policía.

Su mundo se derrumbó en ese momento, el un hombre acostumbrado a la velocidad a las emociones fuerte, encerrado entre 4 paredes, con sacos que le dejaban sin aire.

Mientras Jonathan vivía su aventura, él se conformaba con ser el hijo bueno, odiaba el curso que había llevado su vida, casarse con la mujer perfecta, tener hijos perfectos, tomar las decisiones correctas.

A caso los deseos de él no importan, sacarse el maldito traje subir a un auto y correr, ser libre sin que lo rastrearan.

Estefi había fallado y desapareció, Jonathan desapareció y el siempre en el mismo lugar, tenía ganas de tirar todo, quemar todo.

Sus ganas de vivir eran tantas, que odia ver a la gente feliz, estar al lado de Alex lo mataba, él era feliz.

Enfrascado en sus pensamientos, entra en un burdel de la zona, todo era rojo hasta las paredes, las luces, todo es muy chocante, pero nada le importaba más que sentarse a tomar y ahogar sus penas y lo único que pedía es que donde este Nayeli, ella fuera feliz.

Sentado en una de las mesas, observando sin ver un show de estríper, una mujer morena se acerca a él se sienta con él.

Él no lo tomo a mal quizás era la forma de las prostitutas atraer clientes y antes de que se dé cuenta la mujer se lanza a él lo besa, pero no sin antes pedirle por favor.

Siente a la morena comer su boca y sin que pudiera reaccionar recibe un puñetazo en la mejilla, el golpe es tan fuerte que lo lanza al suelo.

- Pero qué diablos – dice masajeando el mentón y viendo a la mujer en pose defensiva cubriéndolo a él.

– No lo vuelvas a tocar, él es mi novio, le haces daño y armo un escándalo que nunca lo olvidaras – dice la mujer cubriendo a un Marc confundido.

– Me cambiaste a mí por este mamarracho, ¿pero ¿qué te pasa mujer? – dice el hombre furioso.

– Él lo tiene más grande que tú, fíjate – lo dice señalando los pantalones de Marc, que sin que él se diera cuenta su miembro esta erguido en tu su esplendor.

– Es su pantalón – lo dice con cara de cabreo hombre.

– Debajo del pantalón y te aseguro que no es relleno – lo dice la mujer señalando el miembro de Marc.

Marc está enojado y cabreado, se intenta levantar, pero luego cambia de opinión al ver que había 5 gigantes alrededor de él, prefirió quedarse callado.

No era tonto, no sabía ni donde estaba parado, además no tenía por qué recibir golpes por una mujer que no lo conocía y lo estaba utilizando.

- Vete ok, chau chau, ciao, au revoir - lo dice la mujer señalando con los dedos.

– En que otro idioma te digo adiós – dice la mujer molesta.

El hombre gruñe y se aleja no sin antes decirle que ¡esto no se iba quedar así!

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Apolo no tardo en descargar su ira, de nada le servía llorar ya el daño estaba hecho, necesita reparar las cosas, más sabiendo que venía un hijo en camino.

Conociendo A Jonathan   (+18) Ya esta en AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora