Cap. 12 Nuestro lugar favorito

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**Prepárense para leer un maratón de la historia**


M- Oh rayos! Mira la hora, son casi las 12, disculpame Ximena!
X- No te preocupes.
M- Cómo no voy a preocuparme, si estás en mi casa desde las 5 de la tarde y es casi media noche?
X- Cálmate, no pasa nada. Me di cuenta de la hora hace mucho, pero te veía tan concentrada que no quise interrumpirte y cortarte la inspiración.
M- Pero...
X- Pero nada, no te preocupes!
M- Gracias por escucharme, en serio te lo agradezco infinitamente.
X- Por algo soy tu psicóloga, pero también soy una persona común como cualquiera y tu historia me tiene fascinada, así que no te preocupes.
M- Pues gracias!
X- Bueno creo que mejor me voy...
M- No como crees ya es muy tarde, te puedes quedar, mañana luego del desayuno te vas.
X- Pero no quiero invadir tu espacio.
M- Tonterías, no invades nada y es lo menos que puedo hacer luego de tenerte por horas aquí.
X- Está bien, te voy a tomar la palabra.
M- Entonces vamos, te mostraré tu habitación y te daré algo de ropa.

Al otro día Martha se levantó muy temprano  y preparo el desayuno para ella y su invitada, era lo menos que podía hacer luego de haberla tenido por horas escuchando su historia, más que psicóloga parecía una amiga que la escuchaba y entendía lo que había vivido.

X- Buenos días!
M- Buenos días! Siéntate vamos a desayunar.
X- Ay muchas gracias, la verdad tengo hambre.
M- Pues adelante... Quieres café?
X- Por favor! Me hace falta una buena dosis.

Luego de desayunar Ximena fue a su casa y de ahí a su consultorio, Martha se fue a su trabajo, encontrándose con su amiga en la entrada principal.

M- Buenos días!
P- Hola! Muy buenos días!! Te ves diferente.
M- Tu crees?
P- Sí, te ves, no sé, relajada?
M- Ayer me tocó cita con la psicóloga.
P- Ah tu amiga Ximena eh!
M- No es mi amiga, es mi psicóloga, aunque no descarto esa posibilidad.
P- Mmmm sí tú lo dices... Y que tal cómo te fue?
M- Muy bien, demasiado bien. Ayer estuvimos en mi casa y me deje llevar por los recuerdos, estuve hablando por horas, prácticamente hasta la media noche.
P- Wow! Y ahí estuvo todo ese tiempo?
M- Sí, jamás me interrumpió, me dejó que hablara y fluyera mi historia, no sé, me sentí tan libre, tan relajada que no me di cuenta de la hora.
P- Pobre de tu psicóloga, debió llegar muy tarde a su casa.
M- No, le pedi que se quedara.
P- Ah sí?
M- No pienses cosas que no son! No iba a dejar que se vaya a esa hora a su casa, si le pasaba algo yo sería responsable, no lo crees?
P- Ah, bueno tienes razón.
M- En fin! Que tenemos para hoy?
P- Vamos a revisar el guión del anuncio de la ropa deportiva.
M- Oh, cierto! Ya tienen a los modelos?
P- Sí, si todo está en orden mañana se graba.

Martha se pasó el día supervisando su trabajo, hoy sentía unas inmensas ganas de trabajar, su creatividad estaba en lo mas alto.

Por la tarde, al salir de su oficina, se dirigió al consultorio de su psicóloga. Estaba pensando invitarla a cenar en agradecimiento por ser tan profesional pero de igual manera por ser tan paciente y escucharla con atención, Ximena podría ser una psicóloga muy profesional, pero había algo que la hacía confiar en ella plenamente, quizá podrían ser amigas  después de todo.

M- Hola!
X- Martha! Hola, qué te trae por aquí?
M- Vengo a invitarte a cenar.
X- Oh! Valla... Eh...
M- Sí tienes planes lo dejamos para otro día.
X- No, está bien vamos.

Fueron en la camioneta de Martha ya que Ximena no tiene por el momento un medio de transporte.

X- Que bonito lugar!
M- Me encanta venir aquí, se come delicioso y tiene unas bebidas con y sin alcohol riquísimas.
X- Bueno ya que yo no soy de aquí tendrás que darme recomendaciones.
M- Claro!

Durante la cena, sin proponérselo empezaron a hablar de Celia.

X- Entonces encontraron un lugar donde verse?
M- Sí, en ese lugar nos citabamos para celebrar nuestro aniversario o cumpleaños, o simplemente para pasar el rato a solas.
X- Y dónde es ese lugar?
M- Está a las afueras del pueblo, era una casa abandonada.
X- La que está a la orilla?
M- Sí esa..
X- Pero ya la compraron no? Se ve que la remodelaron.
M- Sí, yo la compré hace unos años y la remodele, porque a Celia le encantaba estar ahí, siempre me decía que sería lindo empezar a vivir juntas en una casita así como esa, pequeña lejos de todo y todos, en ese lugar vivimos muchas cosas.
X- Quieres contarme?
M- Sí. Verás cuando descubrimos ese lugar...

El verdadero amor no desapareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora