Cap. 37 A tu lado todo es perfecto.

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Era viernes por la mañana y estaban más que listas para que Martha se realizara los exámenes médicos para saber si todo iba bien.

J- Buenos días! Martha, Celia.
M- Jazmín buenos días.
C- Buenos días!
J- Listas?
M- Absolutamente!
J- Vamos entonces.

Le hicieron los exámenes mientras estaba acompañada de Celia, quien estába muy nerviosa y preocupada al mismo tiempo. Luego de unos minutos eternos para ambas, al fin terminaron.

J- Bien terminamos. Los resultados como ya sabes estarán listos en una semana.
M- Ok muchas gracias!
C- Gracias Jazmín.
J- Es un placer chicas.
M- Tienes algo que hacer el domingo al medio día?
J- No.
M- Entonces que te parece si vienes al pueblo, quiero invitarte a comer a mi casa.
J- Muchas gracias pero...
C- A Ximena le va a encantar que vayas.
J- Está bien, ahí estaré.
M- Te mando la ubicación el domingo por la mañana ok.
J- OK.

Luego de salir del hospital se fueron a desayunar y de ahí a dar un paseo por el centro de Oaxaca, disfrutando de cada lugar que visitaron. Regresaron al hotel ya casi entrada la noche.

M- Al fin!
C- Te cansaste amor?
M- Un poco, pero lo que quiero es un baño, me urge, hay muchísimo calor.
C- Entonces vamos porque yo estoy igual.

Se metieron a bañar juntas, cuando terminaron se metieron a la bañera, querían disfrutar de estar juntitas, Celia se sento detrás de Martha, quien le encantaba poder recargar su cuerpo en el de Celia y disfrutar de su piel desnuda, a pesar de que llevaban varios meses juntas aún no tenían intimidad, en primer lugar porque Celia no quería que su mujer se cansara, aún tenía miedo que el cáncer volviera, Martha por su lado, tenía miedo que no pudiera satisfacer a Celia.

Mientras disfrutaban de estar juntas, las caricias no faltaban, los besos y las palabras de amor. Empezaron a besarse lentamente mientras sus manos no perdían la oportunidad de tocar la piel desnuda de su amada, poco a poco la pasión se habría paso, nublando los sentidos de ambas.

C- Mi amor, no puedo más! Quiero hacer el amor.
M- Segura?
C- Completamente, te deseo, quiero que me hagas tuya, quiero hacerte mía!

Sin decir más Martha salió de la bañera y le tendió su mano a Celia, la ayudo a salir y luego de secar sus cuerpos desnudos, se dirigieron a la cama, así completamente desnudas. Martha abrazo a Celia por la cintura desde atrás y Celia entrelazó sus manos con las suyas.

M- Te amo Celia, no se si te pueda satisfacer mi amor, pero haré mi mejor esfuerzo.
C- Me siento igual amor, no se si pueda hacerte llegar al orgasmo, pero me muero de ganas de hacerte mía! Quiero recorrer tu cuerpo y disfrutar del sabor de tu piel.
M- Es lo que más deseo amor, probar cada parte de tu cuerpo, quiero fundir mi cuerpo junto al tuyo como aquella primera vez que hicimos el amor!

Se recostaron en la cama, Celia encima de Martha entrelazando sus piernas, comenzaron a besarse lentamente. Martha acaricia toda su espalda, recorría cada centímetro con la yema de sus dedos, mientras Celia hacia lo propio con sus piernas, el deseo iba en aumento, las caricias eran cada vez más intensas y los gemidos empezaban a surgir.

Martha con mucho esfuerzo logro darse la vuelta y ahora dejar debajo de ella a Celia, con la mirada le pidió abrir sus piernas y ésta no dudo en obedecer a los deseos de su mujer, sin hacerla esperar Martha se acomodo en medio haciendo contacto con su zona intima, ambas ya estaban por demás mojadas.

M- Estás tan mojada!
C- Tu me pones así amor!
M- Como tú a mi.
C- Me encanta sentirte ahí abajo!
M- Dios! Que rico se siente, está muy caliente!
C- Aah! Amor, hazme tuya!

Martha comenzó a frotar sus sexos, moviéndose de arriba a abajo y en forma circular, Celia le seguía el ritmo semi-lento, los besos y caricias no paraban así como pequeñas mordidas en el cuello de ambas.

El verdadero amor no desapareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora