Cap. 3 Te contaré mi historia

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Al regresar a casa Martha le contó a su novia que iría 2 veces por semana con la psicóloga. Por su parte María René se quedó más tranquila, al fin su novia había tomado la decisión de olvidar y dejar atrás a su ex novia, esa mujer que ha sido como una sombra en su relación desde el día en que conoció a Martha.

MR- Ahora sí Celia Molina, Martha te va a olvidar definitivamente y será solo mía!

En los siguientes días Martha durmió bien, no hubo pesadillas y todo parecía ir mejor. Estaba en un momento de calma junto a su novia, con quién no ha tenido más discusiones ni peleas.

M- Hola Ximena! Ya estoy aquí!
X- Hola Martha! Cómo has estado? Has dormido mejor?
M- Sí muchas gracias
X- Pesadillas?
M- No, ninguna.
X- Ok... Bien, Martha vamos a pasar de este lado, te puedes recostar en esa cama por favor.
M- Acostar?
X- Sí
M- Ok
X- Bien... Martha cierra tus ojos, relájate y cuéntame cómo conociste a Celia, cuentame la historia de ustedes hasta el día que ella desapareció.
M- Quieres oír todo?
X- Todo lo que recuerdes, obviamente nos llevará varias sesiones.
M- Esta bien, te contaré mi historia
X- Te escucho...

Flashback

Narra Martha...

Viví en la ciudad de México hasta los 12 años, mi mamá era ama de casa y mi papá era ingeniero, el siempre viajaba a otros estados a supervisar obras en construcción, pero ese año la compañía le dijo que tenía que venir a Oaxaca a supervisar una mega obra, así que se le ocurrió venir a vivir todos a Oaxaca. Nos instalamos primero en la capital del estado.

A mi mamá le gustaba mucho conocer pueblitos, en uno de sus paseos dio con Matatlán, le gustó tanto que le pidió a mi papá venir a vivir acá, el con tal de verla feliz aceptó, así que apenas unos 6 meses de mudarnos a Oaxaca ahora lo hacíamos a este pueblo.

Me inscribí a la secundaria, afortunadamente apenas había iniciado el ciclo escolar. La maestra me presentó con el grupo, pero nadie me dirigía la palabra, todos decían a mis espaldas que seguramente me sentía superior por venir de la ciudad, cosas por demás absurdas.

Siempre estaba sola, no me llevaba con nadie, pero un día ella, Celia vino y se planto frente a mi, pensé que iba a golpearme.

C- Hola!
M- Hola!
C- Qué haces?
M- Mmm... Nada
C- Me llamo Celia Molina y tú?
M- No escuchaste mi nombre?
C- No, soy muy distraída
M- Ah, me llamo Martha Granados
C- Quieres ser mi amiga?
M- No me conoces
C- Claro que sí, eres Martha y vas en mi salón.
M- Sí pero...
C- Nada de peros, quieres si o no ser mi amiga?
M- Bueno!

Desde ese día parecíamos uña y mugre, hacíamos todo juntas, íbamos de un lado a otro, los meses pasaban y nuestra amistad se fortalecía día con dia. Recuerdo ir muchas veces a su casa, ella tiene una hermana 5 años mayor, Piedad, disfrutaba asustarla con cualquier clase de insecto. Piedad le tenía pavor a toda clase de bichos, en cambio a Celia le fascinaban.

C- Mira!
M- De dónde sacaste ese ratón?
C- De Paco, me lo prestó
M- Y que piensas hacer con él?
C- No adivinas?
M- Piedad?
C- Aja! Inteligente mi amiga!
M- Estás consciente de que puede escaparse y ser un problema en tu casa?
C- Ay X... Me vas a ayudar?
M- Pues ya qué, qué hago?
C- Voy a la habitación de Piedad, tu me cubres, si viene la entretienes ok
M- Ok

Afortunadamente para mí, escondió el ratón a tiempo, ahora solo era cuestión de esperar.

M- Segura que no tarda mucho?
C- Buenos si no anda con su novio por la plaza, seguro no tarda.
M- Mmmm...
C- Has tenido novio?
M- No!
C- No te gustaría?
M- No
C- Por qué?
M- No sé, osea besar a un chico, asco!
C- Jajaja eso dices ahora, pero cuando tengamos la edad de Piedad veremos si dices lo mismo... Jajaja
M- Ay a poco tu quieres tener novio?
C- Claro, pero ahora no, cuando estemos en la prepa.
M- Vas a besarlo
C- Probablemente
M- Tu saliva y la de el se mezclarán!
C- Es inevitable!
M- Los chicos huelen a sudor!
C- Jajajaja pareces mi mamá!
M- Es que no le encuentro emoción a besar a un chico!

De pronto el grito de su hermana interrumpió nuestra plática, su plan había funcionado.

P- Aaah!!! Auxilió! Un ratón... Aah! Mamá, ayúdame!

Ella comenzó a reírse como loca, como pudo salió y fue hacia la habitación de Piedad, que estaba subida en una silla.

C- Qué pasa hermana?
P- Tú!
C- Yo qué?
P- Fuiste tú!
C- No se de que hablas
P- Aah! Deja de mentir, se que fuiste tú, así que saca de aquí a tu amiguito.
C- Jajajaja te da miedo un pobre ratón?

Yo veía como reía a carcajadas, desde ese momento había despertado algo en mi pero no sabía que era, solo sabía que su risa era linda y queria verla así por siempre.

Su mamá vino y le dio un a buena regañada, no le importo que yo estuviera ahí, dijo que era mejor que su amiga viera lo mal criada que era, pero a ella no le importaba nada, seguía riendo discretamente.

Yo solo veía y escuchaba, al final su mamá siempre nos mandaba a su habitación, luego Piedad venía con cara de pocos amigos y nos decia que bajemos a comer, durante la comida nadie decía nada, solo comíamos, entonces Celia comenzaba a reír contagiando a su papá y su mamá terminaba regañando a ambos.

Cuando entramos a la preparatoria, ya éramos mejores amigas y muchas cosas cambiaron, ella empezó a vestir más coqueta y atrevida, ya sabes minifaldas, shorts muy cortitos y blusas transparentes y muy cortas. Los compañeros de clase la pasaban mirando y a veces le coqueteaban cosa que a ella no le parecía mal, pero a mi sí, los celos empezaban a aparecer, pero yo creí que eran porque era mi mejor amiga y si se conseguía novio me dejaría de lado.

Empezamos a tener pequeñas discusiones porque ella salía con algunos chicos a citas, nada serio solo la invitaban a dar una vuelta y cosas así, pero a mí no me decía nada, solo me cancelaba los planes al final, eso me ponía de malas al enterarme porque me cancelaba, recuerdo una vez en específico.

C- Hola!
M- Hola!
C- Que hiciste ayer?
M- Nada, en casa por?
C- Nada más
M- Y tú?
C- Igual, aburrida
M- Pues no ibas a ir con tu mamá a casa de no se quién por eso me cancelaste?
C- Ah sí, por eso aburrida
M- Mmmm
- Celia, me encantó salir ayer contigo podemos repetir el próximo domingo?
C- Eh... Sí aja.

Me había mentido, me dolió su mentira, tome mis cosas y me dirigí al salón sin decir nada, ella venía detrás de mi intentando hablar conmigo.

C- Martha, perdón es que me invitó y bueno yo esté...
M- ...
C- No te enojes, es normal querer tener novio no?
M- ...
C- Dios! Deja de comportarte así, qué te pasa?
M- ...
C- Estás celosa? Es eso, tienes celos que a mí hagan caso y a ti no?

Cuando escuché su última pregunta, todo me hizo click, sí estaba celosa, pero no porque quería un novio, estaba celosa porque no era conmigo con quién tenía una cita, entre en pánico y le dije lo primero que me vino a la mente.

M- Celosa por querer tener un novio? No gracias, yo sí tengo cerebro y lo uso!
C- Qué?
M- No te preocupes puedes seguir teniendo citas con todos los chicos de la prepa si quieres, hasta que encuentres al indicado.
C- Eso que significa?
M- Que aquí dejamos nuestra amistad, tu con tus pretendientes así no me mientes mas y yo dejo de ser tu estúpida que todo te cree!

Me fui dejándola ahí sin esperar su respuesta. Entre al salón y el resto del día la ignore y así fueron las siguientes semanas.

Fin del flashback

X- Así que desde los 15 años descubriste tus preferencias?
M- No precisamente, descubrí que ella me gustaba, pero no entendía por qué, mi cabeza era un lío.
X- Ok... Bueno lo vamos a dejar aquí, seguimos la próxima.
M- Claro, nos vemos!

Martha está removiendo su pasado, al final cuál será el efecto de todo esto?

El verdadero amor no desapareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora