Adaptación Sin Fines de Lucro. La historia original pertenece exclusivamente a Lily Arzola. Los personajes son de Naoko Takeuchi.
#LaEnfermera
Capítulo 20 -
Llegamos a su casa lo más rápido posible, incluso él dejo mal estacionado su auto, ya que tenía prisa. Al llegar a la entrada de su departamento, él me carga en sus brazos como si fuera una princesa, y con este vestido tan hermoso que traigo puesto, creo que lo era frente a sus ojos.
Él abre su casa con astucia, mientras deja nuestras sus cosas en el sillón. Después él me lleva a su habitación, subiendo los escalones con rapidez, mientras aún me sostiene en sus brazos, mis mejillas se empiezan a tornar algo rojas, mientras miro sus músculos tensarse.
Al llegar a su habitación realmente limpia y amplia, él me lleva enfrente se su cama para acostar en ella con delicadeza, mientras pasa sus labios por mi cuello, haciendo que me sintiera en el cielo, para luego poner sus manos en mis pechos sobre el vestido. Lentamente va rompiendo de este hermoso vestido, pero mi corazón bondadoso no permite que lo haga, así que lo detengo.
-No destruya esto.-Le ruego entre besos.-Es de Abby.-Él no me hace caso y lo rompe a la mitad, callándome con su lengua en mi boca; el sabor era increíblemente deliciosa, qué creo que todo el mundo tiene que probarlo aunque sea una vez en sus vidas. Menta, champán y tabaco es lo que contiene y es realmente delicioso.
-Le comprare uno nuevo.-Murmuró lamiendo mi oído mientras sus manos se pasan por mi trasero. Lentamente mete sus dedos dentro de mis pantaletas, aferrando sus dedos sobre mi trasero, dejando la marca de sus dedos en mí. Después su lengua se arrebata de mi boca para postrarse en mis pechos, él muerde de estos encima de mi sostén, mientras lentamente lo desabrocha tirándolo al suelo como si fuera basura. El aire se empieza a pasar por mis pechos desnudos, mientras sus manos traviesas empiezan a masajear de mis pechos, sintiendo su tacto tan cálido.
Después empieza a apretar de mí con rudeza, tanto que siento como el moretón se marca en mi piel blanca. Muerde de mis pezones tan fuerte que mis manos se aferran a las sábanas blancas de su cama, para después deja mis pechos para ir lamiendo mi vientre, hasta llegar a mi feminidad. Cuando se encuentra con ella, muerde con desesperación mis pantaletas pasando con delicadeza su lengua por la fina tela de mi ropa interior de encaje. Él me la quita como si fuera un estorbo, aventándola al suelo, donde toda mi ropa está postrada.
Lame lentamente mi feminidad, haciéndome gemir con fuerzas mientras siento como su lengua se mueve de un lugar a otro. Lame y succiona de mí, mientras mis se han ido y mis deseos se postran en su piel dorada.
Mis uñas lentamente se acomodan en su cabellera negra, siento lo que viene, siento lo que me hace falta, siento lo que puede perforar mis caderas.
-Sabes tan bien.-Murmuró mientras sube a mis labios.-Ahora es tu turno.-Me sube encima suyo velozmente, mientras se quita la ropa enfrente de mí, mientras el posa mis manos encima de todo su cuerpo tatuado. Lo más divertido fue quitarle su pantalón, que escondía una enorme erección tras de su tela de primera.
-Tómalo.-Me dice en forma de orden, mientras yo no sé qué hacer ante esto. Él notó mi expresión de inmediato, así que con delicadeza decida explicarme.-Toma mi miembrø y lentamente dame y date placer.-Yo no sé qué hacer, aún con esa explicación tan directa y atrevida.
Al notar que me quedo paralizada, él toma mi mano y la pone encima de su calzoncillo, de inmediato siento el bulto sobresalir demasiado. Mi timidez emana desconfianza, así que me sube encima suyo, presionando mi v****a contra su miembrø. Esto se sintió tan bien que gemí como una primeriza, ante todo. Después de algunas movidas, entendí completamente el sentido de todo, así que como él pedía, me hice placer a mí misma con su miembrø aún en su calzoncillo. Lo pase mil veces por mi v****a, no podía dejar de gritar de lo mucho que me gustaba hacer esto, mientras Terry lucia divertido, su sonrisa se enmarco tan fácilmente al verme sentir. Después mi orgasmo vino tan fácilmente, mientras Terry me toma entre sus brazos y me deja caer en la cama.
-¿Disfrutaste?-Me pregunta mientras se sube encima mí.
-Sí.-Le afirme con la respiración algo cortada, mientras intento llenar mis pulmones de oxígeno.
-Me encanta ver cómo te vienes.-Me comenta con mucha sensualidad, haciendo que me derritiera ante sus palabras nada románticas.-Es delicioso y sexy.-Besa delicadamente mis labios. Sus labios son tan carnosos que se puede escuchar como truenan contra los míos, es tan refrescante para mis oídos oírle.-Pero ahora te haré sentir más placer.-Me toma con fuerzas de las caderas, alzándolas un poco, no puedo evitar reírme al ver la desesperación de Terry al estar enfrente de mi cuerpo desnüdø.
Antes de penetrarme, se pone un condón ya que él siempre es muy precavido. Toma de mi con fuerza y me embiste, uniendo nuestros cuerpos pecho con pecho, miembrø con v****a. Yo me quejo en su oído del dolor tan placentero de esto. No podía describir que sentimiento tan sensacional, es tenerlo dentro de mí. Unos minutos después de introducirse en mí, la cama se empieza a mover con fuerza y los gemidos de parte de los dos inundan la habitación, dándonos un clímax demasiado bueno.
Lentamente empiezo a sentir el orgasmo venir, hasta gritar con fuerza. Terry hace lo mismo que yo, mientras ruge como un león. Él sostiene mi espalda con fuerza hasta llegar a el orgasmo, mis labios entreabiertos son lamidos por los suyos, mientras los dos quedamos exhaustos. Yo caigo del lado derecho de la cama, y él del lado izquierdo, los dos nos recuperamos de lo que paso hace unos minutos. No podía dejar de sonreír como una estúpida, me sentía en las nubes, no podía describir lo completa que me sentía al lado de este hombre tan malo. Mientras intento respirar, él me hace voltearme. Sus ojos se abren con gracia, mientras por primera vez, me besa después del sëxø.
-Fue bueno, ¿no?-Me pregunta con una sonrisa dibujada en sus labios, que usualmente no se mueven.
-Fue increíble.-Le digo sonriendo con todos los dientes. Después él abre un cajón de su repisa que está a lado de la cama, y de ahí saca unos cigarrillos.-No sabía que fumabas.-Le dije viendo cómo se pone el cigarrillo en su boca, lo prende con un encendedor azul.
-Es mi vicio secreto.-Me dijo sacando el aire del cigarrillo.-Siempre lo hago para relajarme. Yo le sonrió y pongo mi mentón en su pecho, mientras nuestras miradas se entrelazan.
-¿Te gusta lo que ves?-Me pregunta con esa sonrisa de conejo.
-Me encanta.-Le quito el cigarrillo de la boca y lo presiono contra mis labios, succiono de el, para luego dejar salir el humo de mi boca. Él me mira con una sonrisa en sus labios, no podía expresar lo sexy que era esto, fumar del mismo cigarro, compartir ADN y hasta compartir una cama.
-¿Así que fumas?- Me pregunta mientras lentamente pasa su mano derecha por mi trasero, apretándolo con fuerza, mientras yo solo doy un grito ahogado.
-Sí, me gusta fumar. ¿Eso tiene algún problema?-Le preguntó mientras sigo fumando.
-Es sexy.-Me comenta poniendo su brazo tras su cabeza, mientras me admira.
Así que los dos no la pasamos fumando de ese cigarrillo, pasándolo de boca a boca, hasta que este se acabó. Después pasamos a el momento en que yo puse mi cuerpo entero en medio de la cama, con las piernas abiertas y los brazos estirados, mientras él pasaba sus dedos traviesos por cada centímetro de mi cuerpo, haciéndome cosquillas y haciendo mi corazón latir tan fuerte que no podía escuchar otra cosa.
Después pasamos a la etapa de juntarnos y apretarnos con una sábana, para que no hubiera ni un centímetro de distancia entre nosotros; sus labios y los míos no dejaban de besarse mutuamente. Sus labios exquisitos querían volverme loca, todo el lugar se llenaba de nuestros labios rozándose, penetrándose y rascándose. Su miembro siempre estuvo al lado de mi feminidad, dándome placer todo el tiempo, así que cuando mi boca se abría por completo, Terry mordía de mí.
Después de algunas horas de hacer el amor, su celular interrumpió nuestro momento. Él tuvo que contestar, ya que era una llamada del hospital.
-¿Hola?-Dijo serio y guapo, mientras trata de cubrir sus partes con una sábana. Él se quedó en silencio por unos segundos, para luego colgar rápidamente. Él se levanta de la cama para ponerse su ropa.
-¿Qué pasa?-Le pregunté algo alterada, por la forma tan agresiva de levantarse.
-¡Liza!-Me grita mientras se pone los pantalones. Yo siento la presión en mi estómago de culpabilidad.
Si algo malo le llega a pasar a Liza, me muero.**
MAÑANA MARATÓN
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LA ENFERMERA
RomanceLas invito a leer está nueva historia adaptada para nuestros personajes favoritos Candy y Terry.. La portada trate de hacerla lo más cerca de parecido a nuestra pareja.