Capitulo 27

82 9 2
                                    

Adaptación Sin Fines de Lucro. La historia original pertenece exclusivamente a Lily Arzola. Los personajes son de Naoko Takeuchi.

#LaEnfermera

Capítulo 27 - 
Tenía que salir de la ciudad lo más pronto posible, pero antes de irme tenía que conversar con la jefa de enfermeras, ya que, si ella me despide antes, hacer el viaje de nuevo a mi pueblo natal sería una pérdida de tiempo y de dinero.
-¡Qué bien que estas aquí!-Me dice con energía, cuando me presenté al siguiente día.-Quería hablarte de tu despido.-Yo solo trago saliva, mientras me siento en una silla enfrente de ella.-No te despediré del hospital, porque un doctor me pidió que no lo hiciera.-Me comenta mientras arruga su nariz.
-¿El doctor Steward?-Le pregunté confiada, ya que él siempre suele defenderme.
-No, el doctor Granchester.-Yo solo me quedo sorprendida, ¿qué es lo que está pensando ese doctor?
-La verdad es que estoy dudando un poco.-Le comenté ahora mirando mi barriga, que no es nada grande y es casi plana.
-¿De qué hablas?-Me pregunta pasando un caramelo por su boca.
-Supongo que él quiere que me quede por algo de lastima, pero le tengo que decir que tendré que regresar a mi pueblo natal, por algunos días.-Le dije sin miedo, ya que lo peor ya me había pasado, esto era nada al lado con lo que estoy pasando con Terry y 324.
-¿Cual es el motivo?-Me pregunta mirándome fijamente.
Mi madre se encuentra algo enferma.-Le miento, mientras miro un poco el suelo, para aclarar mi garganta.
-Bueno, pero creo que eso lo tendrías que hablar con tu jefe. Tal vez a él le muevas el corazón.-Yo solo ruedo los ojos, ya que está siendo dura conmigo.
-Supongo que ahora tengo que retirarme, ¿no?-Pregunté enojada, mientras alzo una ceja.
-Sí.-Me responde algo confundida, porque estoy actuando algo extraño. Yo suelo tenerle pavor y ahora solo actuó como si ella no fuera una malvada mujer con bigote.
Yo salgo de su oficina echando humo, en realidad no quiero pedirle nada a él, así que muy resignada voy a su oficina, mientras mi mente está volando por los aires.
-Buenos días.-Me dice atento al verme entrar por esa puerta hecha de madera fina.
-Buenos días.-Le contesté indiferente.-Quería pedirle que si me puede dejar ir a visitar a mi madre.-Se lo dije sin irme con rodeos, yendo al grano y no haciendo drama.
-¿Su madre?-Me mira ahora, mientras alza una ceja.-Hasta donde yo supe, su madre le quita el dinero.-Pero no puede darme un sermón, no ahora, ya no.
-Creo que es algo que a usted no le interesa.-Él nota mi indiferencia al instante.
-Creo que si me interesa.-Me comenta ahora viéndome directamente a los ojos.
-Usted dijo que no le importaba mi vida, creo que ahora estoy de acuerdo con usted.-Murmuré resoplando con enojo, mientras él luce algo afectado por mis palabras.
-Está bien.-Suspira profundamente, después de mirarme por algunos segundos.La dejare ir con su madre, tiene dos días.-Después de recibir esa respuesta, yo salgo de la oficina sin más. Mis lágrimas caen al ver que estoy haciendo algo mal, verlo para mi es un infierno, y más sabiendo que ahora los dos tenemos algo más en común, un hijo el cual no sabré sobre su destino.
*
Armo mis maletas como si me fuera a la guerra, y antes de irme le digo a Ross que la veré pronto.
-No lo hagas Candy.-Me dice mientras sostiene mis brazos.-No abortes a 324. ¿Qué se supone que haga? No puedo con esto.-Le respondí sin más mientras ella teme por mí y yo también.
-Solo piénsalo.-Ahora me da un beso, para después irme a la estación de trenes. Mientras viajo hacia Bibury en tren, pienso en 324 y lo hermoso que sería sin naciera, desgraciadamente se creó en un tiempo en que no puedo hacerme cargo de él. Aún no lo he hecho y temor a perderlo, aun cuando lo tengo dentro de mí, pero la única solución es el aborto. Al llegar a Bibury, lo primero que hago es ir a ver a mi madre, puesto que tal vez no sea la mejor madre, pero sé que sabrá hacer con esto.
Al llegar al departamento viejo en donde vivía, me sentí un poco mejor. Por suerte mi madre me recibió bastante bien, mis hermanos no estaban ya que se habían ido con sus respectivos padres, así que tendría más tiempo de hablar con ella.
-Te has puesto más bella Candy.-Me comenta sirviéndome una taza de té.
-Gracias mamá.-Le contesté mientras tomo la taza de té en mis manos frías.
-Aún que estas muy delgada, ¿casi no comes? -Pregunta cuando se lo he dicho cada vez que la llamó.
-No tengo tiempo para eso.-Le contesté dándole un sorbo a mi taza de té.
-¿A qué se debe tu visita, linda?-Me pregunta contenta, mientras puedo ver que se ha comprado cosas nuevas, y también lleva ropa nueva.
-Quería hablarte de algo que me sucedió hace poco.-Le dije con miedo, mientras miro mis manos temblorosas.
-Sí, dime.-Me dice tomando una galleta y poniéndola en su boca, ella ha ganado peso, así que sé que está comiendo bien. Yo suspiro y miro al suelo, para después decirle:
-Estoy embarazada.-Mi madre escupe el té de inmediato, mientras me mira de una manera muy diferente ahora.
-¿Q-qué?-Me pregunta temblando.-¿Qué dijiste Candy?-Yo solo trago saliva y le repito una vez más.-Estoy embarazada.-Mi madre está muy molesta.
-Estas jugando conmigo, ¿verdad?-Yo sólo niego con la cabeza, mientras ella maldice fuertemente.-¿Tiene padre este hijo?-Yo solo saco una lagrima con la boca cerrada.
-Madre, es obvio que tiene padre.-Le respondí al instante, mientras no puedo negar que él existe.
¿Quién es?-Yo niego con mi cabeza diciéndole que "no". Ni siquiera quería decir su nombre.
-No tiene por qué saberlo.-Le respondí aclarando mi garganta.
-¿Qué? ¿Entonces lo que piensas es volverte una madre soltera?-Me pregunta alzando una ceja.
-Tu eres madre soltera o ¿no?-Dije frunciendo el ceño, mientras pensé que ella lo entendería.
-¡Soy viuda!-Me grita con fuerza.-No puedes tener al niño.-Me dice de inmediato.-No tendré una hija que se haga madre soltera.-Yo solo saco lágrimas, tanto mi madre y yo estamos en la misma página, pero lloro porque será difícil para 324, ya que él será el que salga lastimado en esta ocasión.
-Te llevare con una amiga que conozco desde hace tiempo, para que tengas un aborto.-Me tomó de la mano y me saca de la casa. Yo tengo miedo, ya que esto será doloroso, o más bien eso creo y a pesar de ser enfermera, nunca he presenciado un aborto, puesto que siempre pensé que eso estaba contra la vida de un ser humano. No quería hacerlo, pero no había otra opción, sabía que, si Terry sabía de esto, él me mandaría directo a el infierno.
En Inglaterra aún no está legalizado el aborto por completo, así que estos temas se conversaban en silencio en algunas clínicas escondidas del gobierno. Se practicaba el aborto en lugares peligrosos, así que mi madre me lleva a un centro de salud cerca de la casa. Al entrar, me sentí nerviosa, puesto que el lugar no estaba tan proporcionado de doctores y de instrumentos. Mi madre habló con una doctora a escondidas, y cuando salieron de su oficina, ella me pidió que entrara. Inseguro camino con ella.
-Hola Candy, soy la doctor Melissa Peyton.-Se presenta con una sonrisa en sus labios.
-Hola.-Le respondí nerviosa al entrar a su consultorio, porque como dije, el lugar no era lo más higiénico, y como una enfermera que estuvo en el mejor hospital de Londres, pude notar que esto era diferente.
-¿Estas nerviosa?-Me dice juguetona, mientras en mi mente solo pensaba: "Claro que estoy nerviosa, esto parece una película de terror"
-Sí.-Le contesté asintiendo con mi cabeza.
-No lo estés, será rápido.-Este método es recomendado luego de las 7 semanas y hasta las 12 semanas de embarazo. Para este procedimiento se necesita anestesia local o general y se lleva a cabo a través de la v****a en cuestión de minutos.

LA ENFERMERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora