Capitulo 19

107 9 4
                                    

Adaptación Sin Fines de Lucro. La historia original pertenece exclusivamente a Lily Arzola. Los personajes son de Naoko Takeuchi.

#LaEnfermera

Capítulo 19 - 
-¡Tienes que ir!-Me grita Ross desde la cama, mientras intenta convencerme de ir.
-¿Por qué iría? ¿Acaso parezco una de esas chicas?-La verdad es que no quería caer una vez más en las trampas del doctor Granchester o de cualquier persona, ya mi orgullo estaba devastado, no podía recibir otra bomba atómica como las que pase con ese hombre sin corazón.
-Ve.-Me ruega, mientras ella deja de comer un poco de gelatina.-Te divertirás, te verás hermosa.-Me dice sonriendo, mientras me imagina vestida con un gran vestido.
-¿Y quién cuidará de ti?-Le preguntó doblando su ropa, mientras intento convencerla de que no siga insistiendo.
-He cuidado de mi por tantos años, no tienes de que preocuparte.-No quería hacerlo, pero la mirada de Ross me gano.
-¡Esta bien!-Acepte rodando los ojos.-Pero no me pondré un horrible vestido.Ella me sonríe aun así. Así que me cambie mi uniforme, para ponerme unos pantalones n***os y una camiseta sencilla color vino. Después salgo del baño desatando mi larga cabellera rubio.
-Te ves linda.-Me dice viendo mis convers desde lejos.
-Cuídate.-Le dije tomando mi chaqueta y saliendo del cuarto, no quería dejarla y me preocupaba que aquel infeliz quién la golpeó volviera, pero sus ojos son tan convencedores que no me pude resistir. La invitación era en el gran hotel Hilton, realmente jamás había ido a ese gran hotel, así que pensé que el baile no sería gran cosa.
Al llegar al lugar, me di cuenta que todo era bastante caro y lujoso, dude un poco en entrar a esté, ya que todos venían tan bien vestidos, que yo me sentía algo fuera de lugar, pero eso fue lo de menos, cuando llegue al gran salón donde seria la fiesta, me di cuenta que sí debí de traer un vestido.
Las hermosas y bellas enfermeras traían vestidos largos con pedrería hasta en las piernas, y no hay que excluir a todas las doctoras divinas, que traían lo más caro vestidos y tacones. Y por su parte, los doctores y enfermeros vestían trajes n***os impresionantes, que hacían ver a el más feo, como la estrella de la noche. Iba a retirarme, pero inesperadamente siento que alguien me toma por detrás.
-¿Que demonios estás vistiendo?-Me dijo mi encantadora compañera Alice, viéndome desde los pies a la cabeza.
-No sabía que iba a ser así.-Murmuré mientras veo todo el glamour del lugar.
-Te lo dije.-Me dice algo enojada, mientras posa sus dedos por sus sienes. Después me tomó del brazo y me lleva más adentro del salón, me sentía algo avergonzada, puesto que mucha gente me miraba graciosos, mientras se susurraban cosas al oído, claramente no eran buenas cosas.
Alice me llevó a dónde estaban todas las enfermeras.-Miren qué trae puesto Candy.-Ella me humilla enfrente de todos, mientras mis compañeras se ríen.
-Se ve ridícula.-Dijo Alice riéndose con todas las demás, por un momento quería llorar pero recordé que soy mayor y que no puedo hacerlo enfrente de alguien más; mis ojos se cristalizaron, yo quería irme pero Alice me tenía bien agarrada de mi chaqueta, hasta que siento otro tirón. Yo solo cierro los ojos, ya que estoy muy herida mientras siento pasar unas manos sobre mí.
-¿Qué creen que están haciendo?-Abro mis ojos y veo que es la doctora Abby, y a su lado, está el doctor Granchester quién nos mira con cara de pocos amigos.
-¿D-doctora Abby?-Alice la miró con miedo, mientras se opaca con su figura esbelta.-Doctor Granchester.-Dijo una vez más, mientras está muy asustada.
-Es una vergüenza tener a unas enfermeras como ustedes.-Dijo la buena doctora Miller, mientras frunce el ceño.-Se supone que entre ustedes deben de ayudarse, no perjudicarse.-Yo solo me quede ahí estática, sin saber que hacer. Por su parte, el doctor Granchester no dijo nada, y cuando Abby se movió, él también lo hizo, mientras ella me llevó a afuera del lugar.
-¿Estás bien?-Me pregunta Abby, quién trae puesto un vestido de perlas blancas con tacones brillantes, ella se veía realmente hermosa.
-Sí.-Le dije intentando no llorar enfrente de estas dos personas tan perfectas.-¿Me puedo ir?-Le pregunté cómo una niña, mientras ella solo se ríe.
-No te irás de aquí así.-Me dijo limpiando mis lágrimas, para después me tomarme del brazo, llevándome hacia el ascensor. Los tres guardamos silencio mientras subimos hacia el tercer piso. Al bajar del ascensor, ella me sostuvo fuertemente hasta llegar a una habitación que decía trescientos nueve.
-¿En dónde estamos?-Le preguntó dudando, mientras los tres entramos a la habitación. En el lugar había muchos vestidos de diferentes colores.
-¿Qué estamos haciendo aquí?-Le preguntó una vez más, mientras el doctor Granchester se va a la sala mientras la doctora me lleva hacia el baño.
-¿Que no vez?-Me dijo mientras sonríe ampliamente. Así que Abby me maquilló y me prestó un vestido y unos zapatos muy bonitos. En realidad, me sentía muy mal, ella siempre a sido buena conmigo y yo lo único que he hecho por ella, es acostarme con el hombre que ella en realidad ama.
-Siempre has sido tan bonita.-Me dijo Abby mientras pinta mis labios de color rojo.
-¿De qué hablas?-Le dije mientras miro mis dedos, mientras mi autoestima es muy bajo.
-Aun cuando tenía esa ropa haya abajo, lucías muy bonita.-Me dice limpiando un poquito mis labios. Yo solo me quedo callada, mientras ella es tan hermosa, que no puedo creer que me lo esté diciendo.-Tengo que ir por algo.-Me dijo mientras se levanta y sale de la habitación.
El doctor Granchester entró a la habitación, mientras trae un wiski en la mano.
-¿Sabes qué es lo más gracioso?-Me dijo mofándose.-Que una mujer tan bella como Abby, diga que el ratoncito feo de la fiesta es la más bonita del lugar.-Yo solo ruedo mis ojos, mientras mi interior arde.
-¡Puedes cerrar tu pico!-Yo misma cruzo mis brazos enojada, mientras me molesto cada vez más.
-Y más aparte, el ratoncito feo no pudo defenderse de esas mujeres.-Murmura mientras bebe un poco más de su trago.-Nunca me meto en problemas de este tipo, porque en realidad no me importan, pero me sorprende que usted no haya luchado, es más.-Suspiro decepcionado.- Me siento un poco decepcionado.-Se acerca a mí.
-¿Por qué no puede decir algo bonito? ¿Se comporta siempre como un pelmazo?Le pregunté enojada, mientras él se sigue acercando a mí. Después de estar solo a unos segundos delante mío, me jala con fuerza delante del espejo.-¡Oiga!-Le dije enojada mientras él me hace mirarme.
-Quiere que le diga algo bonito.-Entonces toma mi cara y la dirige al espejo, no podía creer lo que veía. En el espejo estaba una mujer delgada y alta con un vestido color crema, un collar de perlas adornando su pecho. Mi cabello lucía brilloso y con vida, mientras mis ojos se veían hermosos, parecía una muñeca.
-Me veo...-Intento decir, pero él me interrumpe y acompleta la frase por mí.
-Hermosa.-Dijo con seguridad de que yo era hermosa.-Te ves hermosa.-Me dijo pasando sus dedos por mis caderas, mientras yo lo miro a los ojos desde el espejo, preguntándole con la mirada, "¿qué estás haciendo?"-Pero supongo que está noche no serás mía.-Yo lo miro ahora frente a frente, mientras él se separa de mí, y ahí entra Abby, sonriendo como siempre.
-Mira lo que te traje.-Me dijo dándome un pequeño suéter de peluche blanco, mientras yo me separo del doctor.-No crees que luces hermosa.-Me dijo percatandose de que me estaba viendo al espejo.
-Sí.-Le contesto nerviosa, mientras ella mira a Terry.
-¿Tú qué opinas Terry?-Preguntó la doctora, mordiendo uno de sus dedos. Terry solo me mira un poco, mientras intenta mirar a otra parte.
-Está bien.-Contesta molesto, mientras frunce el ceño.-¿Ya podemos irnos?-Yo solo me siento nerviosa. Abby como siempre se ríe de todo lo que Terry dice; pero a veces no es tan preocupante saber lo que dice, sino lo que no dice.
*
De nuevo estamos en el salón, mientras la gente me mira asombradas, y no porque luzca ridícula, sino porque luzco hermosa.
-Candy.-Dijo Alice quién antes me humillo.-Luces...-Pero antes de acabar su oración, alguien más le ha completa.
-Hermosa.-Conozco esa voz, es Harry, quién viene vestido con un traje n***o muy fino, mientras sus labios rojos hacen que él se vea radiante.
-¡Harry!-Digo con mis mejillas rojas, mientras nuestras miradas se entrelazan.
-No puedo creerlo.-Me contesta nervioso.-Luces tan perfecta.-Pero hace un espacio.-Aún que lo eres siempre.-Mis mejillas se ponen rojas, mientras escucho sus palabras románticas.
-Gracias.-Le agradezco, mientras sonrío con gracia.
-¿Quieres bailar?-Me pregunta con una sonrisa en sus labios, mientras veo mis tacones altos con detenimiento.
-Sí.-Le contestó no muy segura, mientras él me tomó del brazo y me lleva a la pista, mientras suena la canción By Your Side de Tokio Hotel. Mientras él baila conmigo, yo paso mis manos por su espalda ancha. Segundos después, veo como Abby y el doctor Granchester vienen también a la pista de baile. Ella luce muy emocionada mientras él parece muy cansado de ella.
Mientras él está bailando con ella, yo me siento cada vez más celosa, aun cuando un hombre guapo y respetable me está tomando por las caderas mientras bailamos. Me siento triste, apoyo mi cabeza en el hombre del doctor Steward, mientras la mirada del doctor Granchester y la mía, se juntan por unos segundos. Él me mira con prepotencia, mientras yo lo miro como un cordero pequeño, que no sabe qué hacer cuando ve a su depredador.
La pieza seguía sonando, decidí salir, así que tomé mi gran vestido y me alejé sin decirle nada a Harry. Salí a tomar un poco de aire, ya que estaba casi desmayándome, pero sin previo aviso, alguien sale también del salón tras de mí.
-Lo lamento Harry.-Me disculpó mirando el suelo, mientras pongo mis manos en mi estomago que me empieza a doler.-No puedo.–Siento que sus manos pasan por mis cadera mientras trata de reconfortarme. Yo volteo hacia atrás, pensando que era Harry, pero era el doctor Granchester. La canción sigue sonando y se escucha aun cuando estamos en la terraza, mientras puedo sentir la letra pasando por mis oídos.
-¿Qué es lo que lamentas?-Me pregunta con su aliento olor a menta, pasando por mis fosas nasales.
-No puedo hacer esto.-Solloce cansada de jugar con los sentimientos de todos.No puedo permitirme a mí misma, saber que usted y Abby están juntos.-Dije como una idiota, mientras me escucho egoísta.
-¿Por qué te molestas de algo que nunca ha pasado?-Me pregunta luciendo guapo y serio.-Abby y yo no somos nada. Nunca lo seremos, aun cuando ella ruegue e implore estar conmigo.-Yo trago saliva, puesto que está siendo muy cruel.-Igual que tú y yo.-Yo sentí como mi corazón se rompió en segundos al escucharle hablar tan frío.-Nunca estaremos juntos como quieres que sea, y eso te lo advierto.-Él ahora golpea su dedo contra mi frente.-Pero puedes tener todo mi cuerpo, si lo quieres.-Me dijo con sensualidad, mientras mi cuerpo se eriza.- Algo que Abby nunca va a poder tener.-Yo misma siento la electricidad en mi cuerpo, combinada con poco de adrenalina.-Así que es tu decides tomarlo o dejarlo.-Él suspira sin ningún problema, mientras mi respiración es muy irregular.-Es lo último que diré hoy. Si no lo aceptas, nunca lo volveré a sugerir y te quedaras siempre con ese sentimiento de soledad.-Él siempre es tan cruel.-Pero si aceptas, me tendrás todas las noches junto a ti.-Yo respiro profundamente, mientras veo sus ojos penetrantes.-Tienes dos segundos.-Instantáneamente dijo, empezando a contar.-1,2...
-Acepto.-Le grite con fuerzas mientras mantengo mis ojos cerrados. Sin decir más, él me toma y me abraza, hundiéndome en su pecho ancho, mientras el olor de su perfume se pasa por mis fosas nasales.

***

🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️

LA ENFERMERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora