Capitulo 21

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Adaptación Sin Fines de Lucro. La historia original pertenece exclusivamente a Lily Arzola. Los personajes son de Naoko Takeuchi.

#LaEnfermera

Capítulo 21 - 
De una manera u otra, mi corazón se rompió en dos al saber que Liza estaba en problemas. Así que me monte al auto del doctor Granchester, para ir con rapidez hacia el hospital. Me sentía realmente culpable, mientras él manejaba con rapidez sobre las calles de Londres. No me podía imaginar un mundo donde Liza no este, pero sabía que acostarme con su padre no era la solución, no quiero que me mire y se decepcione de mí.
Al llegar a la entrada del hospital, él le lanza las llaves de su auto a un enfermero que iba saliendo del hospital. De inmediato corrimos a la habitación de Liza, pero no encontramos a nadie ahí, así que Terry le pregunto a una joven de intendencia el paradero de su hija; ella muy amablemente nos dijo que la pequeña niña había sido llevada a terapia intensiva. Así que los dos corrimos hacia el lugar mientras intentábamos no caernos con los zapatos lisos que traemos puestos. (Normalmente se usan zapatos con una suela de plástico, que evita que la gente se caiga en los hospitales, ya que normalmente los pisos están encerados.)
Por mala suerte, no me dejaron entrar a pesar de que soy enfermera. El único que puedo acceder a la habitación de cuidados intensivos, fue su padre y doctor.
Esperar en la sala de esperas, fue algo horrible y desesperante, no quería que nada le sucediera a esa pequeña niña. A pesar de ser testaruda y gruñona, me hace pensar que la gente realmente cambia cuando encuentra a una persona que realmente la trae confianza y seguridad, y también porque me recuerda tanto a Terry, realmente quisiera que su corazón se descongelara con mis palabras y tacto, no solo con mi cuerpo en forma de objeto.
Los minutos se hicieron horas, hasta que la puerta de la habitación se abrió, de inmediato el doctor Granchester sale mientras intenta desinfectar sus manos, con un pequeño aparato que está pegado a la pared.
-Deberías entrar.-Me dice mientras luce algo asustado.
-¿Yo?-Respondo torpemente, mientras Terry me mira con cara de pocos amigos, así que entró al cuarto, para después cerrar la puerta. Todo estaba oscuro, lo único que me ayudaba a moverme fue la tenue luz de una lámpara al lado de la cama de Liza. De inmediato veo su cara cansada y triste, no puedo evitar llorar al verla tan débil mientras está conectada a una máquina que detecta los latidos de su cansado corazón.
-¿Dónde estuviste?- Me pregunta mientras su voz es bastante tenue, pero fue lo suficientemente fuerte, para que lograra oírla con claridad.
-Lo lamento.-Es lo único que sale de mi boca, mientras las lágrimas cubren mi cara.
-Me dejaste sola.-Yo completamente destruida, arrastro mis pies hasta llegar a su cama, donde postro mi cabeza arrepentida.
-Lo lamento.-Le digo una vez más.
-¿Es lo único que sabes decir?-Me pregunta molesta, mientras cruza sus brazos morados.
-No...-Pero antes de decir algo más, ella me interrumpe con una inesperada respuesta.
-Me alegró que estés aquí, estúpida.-Mi sonrisa renació de las cenizas, mientras no puedo creer lo que ha dicho.
-¿En serio me perdonas?- Le preguntó incrédula.
-Sí, tonta.-Murmuró dándome un golpe en la cabeza.-Pero te tengo una mala noticia.-Ahora toma mi mano, mientras yo entristezco de nuevo mi mirada.
-¿Qué pasa?- Le dije preocupada, mientras mi corazón deja de latir.
-El cáncer de hueso es algo genético y la mayoría de las personas con este tipo de cáncer, tienen deformaciones en el cuerpo o tumores. -Hasta ahí todo iba bien, pero luego me soltó la bomba.- Desgraciadamente algunas de las personas que tienen este tipo de cáncer, son portadores a el síndrome de Li-Fraumeni.-Ella me miró, pero yo en realidad no entendía.
Ella rueda los ojos al ver mis ignorancia ante esta enfermedad.-Hace que una persona sea mucho más propensa a desarrollar varios tipos de cáncer, y en mi caso es cáncer cerebral.-A mi cuerpo se le fue aventado un balde de agua fría. En ese momento todo se volvió n***o y blanco, ya nada tenía sentido. Mis lágrimas salieron al instante mientras ella me consolaba, cuando tenía que ser al revés, pero supongo que ella lleva tanto con esta enfermedad, que ya se acostumbró a recibir este tipo de noticias.
Toda la noche me la pase al lado de ella. Haciéndome un pequeño espacio para acostarme con ella en la cama, mientras ella dormía pacíficamente, mi mente no estaba nada tranquila, estaba enojada con el mudó por ser tan injusto.
La puerta de la habitación se abrió inesperadamente cuando era más o menos las cinco de la mañana; Terry entró tranquilamente para no interrumpir el sueño de su hija. Él se para enfrente de mí y me mira.-¿Así que ya te dijo?-Susurro al ver aún mis lágrimas caer de mis ojos débiles. Yo solo asentí con la cabeza, para luego levantarme de la cama y salir de la habitación.
Yo lo lleve a un pequeño cuarto apartado de los consultorios, y cierro la puerta con seguro.
-No podemos hacer esto.-Le dije inesperadamente, mientras intento mirar al suelo.-No le puedo hacer esto a Liza, yo...-Secó mis lágrimas.-Yo la amo mucho.- Los ojos de Terry se alumbraron un poco, en muestra de asombro.-La amo mucho, y sé que me odiaría si supiera lo que estamos haciendo.-Ahora intento ser yo la que termine con algo que a penas se acaba de cerrar. Se que me dolerá perder el cuerpo del doctor, pero me dolería más perder a Liza.
-Así que vas a renunciar a tu placer, ¿por una niña que tiene cáncer?-Preguntó el doctor Granchester, mientras yo lo miro fijamente y asiento con la cabeza.
-Por supuesto que lo haría.-Él me toma fuertemente entre sus brazos, el aroma a perfume se impregna en mis fosas nasales, mientras su calor corporal cubre mi piel.
-Gracias.-Me susurra en el oído, para después soltarme y salir de la habitación sin decir nada más. Yo solo me quedo allí, sorprendida de lo que ha pasado, nunca había escuchado esa palabra de su boca, así que para mí fue algo maravilloso.
Después de ese suceso, decidí ir a la recamara de Liza para seguir cuidando de ella, pero al entrar, veo que no hay nadie haciendo guardia, así que me siento y veo cómo duerme. A los diez minutos la puerta se abre, de inmediato supuse que era Terry.
-¿Por qué tardaste tanto?- Le preguntó a la nada, confiada de que era Terry, ya que no se ve mucho dentro de la habitación. Lentamente veo una mano delgada y blanca posarse en la frente de Liza, de inmediato mi vista se acopla y veo a la doctora Miller.
-¿Cómo está?-Preguntó sin mirarme y posando sus hermosas manos en la frente de la niña.
-Lograron estabilizar.-Le contestó, levantándome de mi silla algo nervios.
-Bien.-Susurro con su aliento olor a fresa, de su bolso saca muchos regalos para Liza, supongo que ella estará muy feliz de ver que todos esos regalos son para ella. La doctora Miller se sienta del otro lado de la cama, mientras me mira con sus delicados ojos azules.
-Ya puedes retirarte, no necesitamos más de tus servicios. -Dijo sin más mientras yo la miro sin creer lo que me está diciendo. Jamás se había comportado de esta manera conmigo, a pesar de que yo no soy del mismo rango que ella.-¿Qué esperas? Retírate.-Dijo cruzando sus piernas largas, mientras acaricia a Liza. Yo no puedo decirle nada, ya que es mi superior, así que salgo de la habitación algo malhumorada, pero al mismo tiempo avergonzada de lo que ha hecho.
*
Ya en la sala de estar, me pongo a pensar ¿qué es lo que soltó la furia de la doctora? ¿Por qué me ha tratado así? Terry pasa al lado mío con dos cafés y al verme sentada afuera, me pregunta:
-¿Qué haces aquí? ¿No se supone que debes de está cuidando a mi hija?-Pero antes de comentarle que fui echada por la doctora Miller, ella misma sale de la habitación para decirle a algo a Terry.
-¡Liza despertó!-Como cualquier padre respondió con asombro, para ir a ver a su querida hija que estaba muy mal. Yo me quedo afuera viendo el espectáculo que están dando Terry y Abby. La niña despierta y ve a estos dos personajes de la familia perfecta, no tardó en pensar que lo único que soy es una intrusa, que se está metiendo con la felicidad de varias personas.
No quiero ser la mala en el cuento, pero ahora creo que lo soy.

***

🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️

LA ENFERMERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora