Adaptación Sin Fines de Lucro. La historia original pertenece exclusivamente a Lily Arzola. Los personajes son de Naoko Takeuchi.
#LaEnfermera
Capítulo 35 -
Prepare mis maletas con rapidez, mientras estoy escuchando a mi madre gritar con todas sus fuerzas.
-¿Qué es lo que pretendes hacer? ¿Crees que él te querrá aun así? ¿Aun cuando lo rechazaste?-En mi mente pasaban miles de inseguridades, supongo que ella tiene un poco de razón, pero no dejo de hacer mis maletas. Tomo a mi hijo y lo llevo al auto.
-No te vayas, Candy.-Me ruega mientras agarra la puerta del auto con fuerza.Él te rechazará y si ahora él te quiere, es porque tienen a su hijo, no lo confundas con amor.-Estaba a punto de hacerle caso a mi madre, tal vez ella tenga razón, he tenido estos problemas desde que lo conocí, él es una persona que no se puede amar al instante, pero al mirar a mi hijo, me doy cuenta que todos merecen una segunda oportunidad.
-Lo lamento pero si no lo intento, quién sabe qué pasará mañana.-Subo a mi auto y sin dejar rastros, deje Staithes. Aún recuerdo los gritos de mi madre, recordándome que Terry nunca me amara, pero si no me ama a mí, amará a nuestro hijo y eso es suficiente para mí.
Y como siempre, las seis horas a Londres fueron algo lentas y cansada, lo único que quería era ver a Terry, supongo que aún no es tarde.
Llegamos al hospital justamente a las tres de la mañana, hacía mucho frío y pensaba mucho en que quizás Austin se enfermaría, pero mis ansias eran imprudentes. Tomé al niño entre mis brazos y lo desperté lentamente.
-Querido.-Le susurro en sus pequeños oídos, mientras puedo ver lo hermoso que se ve.
-¿Mami?-Me pregunta mi hijo adormilado.-¿Ya llegamos?-Me pregunta abriendo sus ojos llenos de pestañas.
-Sí.-Le contesté pasando mis manos por su cabello negro.-Ya llegamos.-Él me sonríe mientras los dos nos abrigamos, para luego salir del auto y correr directamente al hospital. El hospital luce bastante tranquilo de noche, mientras que la calefacción nos calienta.
Cargue a Austin en mis brazos, para ir corriendo por todo el hospital. Conozco cada piso de este hospital, pero en realidad no se en donde se podrá encontrar Terry en este minuto. El itinerario de un doctor o enfermera nocturna es impredecible, sabía que estaba en un problema. Así que, como un par de locos, Austin y yo buscamos a su padre por todo el hospital. Hasta que fuimos al piso de cirugías, de inmediato captó a mis compañeras que siempre fueron muy envidiosas conmigo. Trato de no juntar mi mirada con la de ellas, pero sin poder evitarlo, ellas captan la mía.
-¡Candy!-Me llama mi ex-compañera Alice.-¿Eres tú?-Yo miró a Austin quién está confundido. -¡Vaya ,vaya!-Dice viendo a mi hijo.-Parece que no perdiste el tiempo.-Yo solo ruedo los ojos mientras ocultó la cara de mi hijo en mi pecho.
-Se ve que tú también tienes una buena vida, que bien que sigas trabajando.-Dije molesta y escondiendo la cara de mi hijo, no quiero que ella pueda herir sus sentimientos.
-¿Qué más puedo hacer? Y tú te esfumaste como el aire desde tu embarazo. Es más dejaste una oportunidad aquí, y ahora regresas.-Ella cruza sus brazos.
-Puedo desaprovechar o aprovechar las oportunidades que dios me dé, pero hice algo bien.-Le respondo orgullosa de Austin.-Mi hijo es todo para mí y no lo cambiaría por nada ni nadie en el mundo.-Alice me mira algo enojada, supongo que ella nunca entenderá lo que yo siento por Austin, así que sin que ella me contesté, otra voz si lo hizo.
-¿Así que así se siente?-La melodiosa voz que pasa por mis oídos, me da malos recuerdos. Volteo sin miedo y veo a la doctora Miller, quién luce muy bonita como siempre. Trae puesto un vestido color marrón, que la hace ver más guapa, supongo que, por su piel blanca y sus ojos grandes, se ve como una muñeca. Incluso su pelo rizado me hace sentir envidia, puesto que mi cabello es grueso y quebrado.-¿Así que aquí está el pequeño?-Pasa sus delgadas manos por la mejilla de Austin.-Eres tan apuesto como tu padre.-En realidad no sé qué es Abby del doctor Granchester.
Quizás y ya se casaron. El tiempo a pasado y yo no puedo asegurar a Terry como a una compra que después de los años puedo reclamar.-Eres muy lindo.-Le dice a mi hijo.-Te pareces a tu papá, y tu piel es como la de tu madre.-Ella pasa sus uñas largas por la carita de mi hijo, mientras observa cada centímetro de él.Supongo que tiene buenos genes.-De tras de ella, una figura grande pasa al lado de ella, de inmediato observó su cabellera negra y su barba gruesa.
-¿Candy?-Me dice Terry al verme mientras se para al lado de la doctora Miller. Los dos se ven tan bien juntos, que parecen dos modelos, que están hechos para estar juntos.-¿Qué haces aquí?-Me pregunta Terry sin un solo centímetro de gracia en sus ojos. No puedo evitar sentir como un nudo cubre mi garganta, me siento como aquella enfermera insegura de hace cinco años.
-¿No es bonito?-Abby tomó del brazo a Terry, mientras mis esperanzas de volver con Terry se rompieron. Estoy a punto de llorar enfrente de ellos, pero me trago las lágrimas.-Ver a tu hijo y ver qué se parece tanto a ti, espero que no tenga el intelecto de Candy.-Bromeo la doctora Miller con una sonrisa. Terry solo le sonríe y los dos muestran una dulce mirada mientras comparten aire para burlarse de mí.
Terry se empieza a reír como nunca mientras Abby también lo hace, y yo siento que me moriré en este mismo momento. De la nada Abby suelta a Terry y él camina hacia mí, yo estoy mirando al suelo mientras mis lágrimas salen y mi pequeño intentó abrazarme, pero Terry le dice:
-Pequeño, ¿puedes ir con la doctora Abby?-Él hace lo que su padre le dice. Abby lo toma entre sus brazos y yo tengo miedo, tanto que estoy a punto de correr tras mi hijo, no lo quiero ver con esa mujer, pero Terry me tomó de los hombros mientras me mira profundamente, para luego soltar unas lágrimas mientras me abraza con fuerza. Sus manos se posan por toda mi espalda, mientras su nariz está absorbiendo mi aroma. Realmente ya no entiendo nada en este punto.
-¡Quiero que nuestro hijo sea como su madre!-Pronuncia aquellas palabras con fuerza, mientras pasa sus labios por mi cabello.-Quiero que sea como Candy.Todas las enfermeras están ahí escuchando lo que el gran Terry dice.-Que sea feliz y que tenga tu sonrisa, ya que eres el amor de mi vida, supongo que mi hijo es perfecto al parecerse a su madre.-Yo lo miro sin creer lo que está diciendo, mientras todas las enfermeras se quedan con la boca abierta, al oír y ver por primera vez al doctor Granchester de esta manera.
-Espera...-Dije mirando a Abby, quién está sonriendo al lado de mi hijo.-Pensé que tú y...-Pero antes de terminar, él me toma fuertemente en sus brazos.
-No puedo amar a nadie que no seas tú, Candy.-Yo estoy a punto de llorar, pero él pone sus dedos en mi mejilla rojizas.-No llores más.-Me pide mientras puedo notar que su mirada es tan diferente.
-No puedo evitarlo.-Le dije descontrolada, mientras limpio cada una de mis lágrimas, pero son demasiado que no puedo detenerlas.
-Se que he sido tan duro durante estos cinco años, pero prometo que no te haré llorar más.-Él pasa sus manos por mi cara, mientras yo lloro.-Te haré sonreír, pero necesitamos estar juntos.-Ahora junta su nariz contra la mía, mientras cierra los ojos con plenitud.
-¿Me querrás?-Le preguntó con los ojos de un cachorro, mientras me siento tan frágil como una copa de vino.
-No.-Contesta frío, pero después dice con calidez:
-Te amaré por siempre.
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LA ENFERMERA
RomansaLas invito a leer está nueva historia adaptada para nuestros personajes favoritos Candy y Terry.. La portada trate de hacerla lo más cerca de parecido a nuestra pareja.