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— Déjame ver si entendí — habló Seo-jun re calculando toda la explicación que su novia le había dado — Se-mi te amenazo con revelar un secreto de tu hermana que no me puedes decir, ¿por eso me terminaste? — Ella asintió.
Han no podía creerlo, esa perra quería arrebatar a lo único bueno que tenía después de la muerte de Se-yeon.
El pondría cartas en el asunto, no dejaría que la amenazaran de esa forma.
— Es por eso que te termine, no podía dejar que revelaran el secreto de Joo-Kyung.
— ¿Cuál es el secreto? ¿es algo grave?
— Bueno... pone en juego su reputación, dignidad e integridad, así que... si.
— Dios — el chico abrazó más a la chica.
Estos estaban sentados en el suelo, Ji-Kyung tenía recostada su cabeza en el hombro de Seo-jun mientras este la abrazaba por los hombros.
— ¿Que haré? te amo pero no puedo dejar que le hagan eso a mi hermana.
Seo-jun se quedó callado, no sabía qué decir, pero lo que sí haría era que le reclamaría a Se-mi por hacer eso, eso no se quedaría así.
— Tranquila, Se-mi no dirá nada, de eso me aseguro yo.
— Por cierto... ¿cómo entraste a mi casa?
— Joo-Kyung.
— ¿Ella te dejó entrar? — el asintió.
— Fue muy fácil convencerla.
— Eso explica muchas cosas...
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Al día siguiente Min-jae y Seo-jun bromeaban, los dos hablaban mientras Ji-Kyung los miraba de lejos con una sonrisa, se alegraba que su novio y mejor amigos volvieran a ser amigos.
Mientras Joo-Kyung en la mañana tenía una crisis emocional ya que le había ganado a Se-mi, por lo que ella quería morirse.
— ¡Ji-Kyung! — llamó una voz detrás de ella, se giró encontrándose a Soo-ah.
— Oh, hola Soo-ah.
— Desde que sales con Seo-jun ya casi no te juntas con nosotras — hizo un leve puchero.
— Lo sé, lo siento.
— No pasa nada, ¿por qué no comes con nosotras?
— Claro, vamos.
Soo-ah entrelazó su brazo con el brazo de Ji-Kyung.
