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— ¿En verdad pelearon por esa estupidez? — preguntó Min-jae.
— ¡Si! El se quiere quedar atrapado en lo que pasó, ¡pero yo no! yo quiero seguir siendo feliz.
— Lo sé Lim, te entiendo pero también debes entenderlo a él.
— ¿Es que en qué debo entenderlo?
— Ji-Kyung... el día que tú intentaste suicidarte, después de dejarte el vino a mi casa, él comenzó a llorar, no lo había visto llorar después de la muerte de Se-yeon, él me abrazó y dijo que si te perdía a ti también lo perderían a él, que ya no podría soportar una pérdida más, él en verdad estaba destruido, ahora puedes decir que no te suicidaras, pero no sabes cuánto dure esa promesa, Se-yeon siempre decía que la muerte no era la solución... se terminó suicidando, el solo tiene miedo, es algo que no entiendes.
Ji-Kyung suspiró, Min-jae tenía razón, pero ella realmente quería intentarlo, ella sabía que podía si se lo proponía, ella no quería suicidarse, solo fue un impulso.
Ella no quería que Seo-jun sufriera por su culpa, no quería que viviera con miedo.
— ¿Soy muy egoísta? — preguntó Lim.
— Los dos son egoístas en cierta parte, ash, ya me estrese y ni es mi relación — dijo Park recostándose en el sillón.
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— ¿No te contesta? — preguntó Cho-rong.
— Aún no — dijo Han dejando su teléfono de lado.
— ¡Yo también estaría molesto! Le estas prohibido algo que ama y algo que en verdad es buena, hasta podría decirse que tiene mejor vocal y rap que tú — dijo Cho-rong con la boca llena de ramen.
— Ya me voy — dijo Han levantándose de la silla — le iré a comprar flores
— Pero aún no has acabado de comer — dijo Cho-rong.
Han no se inmutó por lo que salió del local, Cho-rong rio y tomó el plato de ramen de su amigo para después comenzar a comerlo.
— Mi amigo es todo un romántico.
Seo-jun compro un gran ramo de rosas, el camino un poco, ahora ella estaría saliendo de ensayar con su grupo.
A lo lejos la vio hablando con la líder del grupo, Ye-ji, él se acercó a ellas, Ye-ji le dio unos cuantos golpes en el hombro y la giró para que pudiera ver a su novio.
Ji-Kyung suspiró y lo miró, este solo estiró el ramo hacia ella.
— Sigo molesta — dijo Lim.
— Okey, yo creo que me iré — dijo Ye-ji — te veo mañana.
