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— ¿En dónde estás, amor? — preguntó Ji-kyung por teléfono.
— Ahora, en mi casa, tengo una sesión de fotos — Contestó Seo-jun.
— Oh, ya veo, bueno, te deseo suerte, recuerda hacerlo perfecto, igual... tú haces todo perfecto, no te preocupes por eso — Seo-jun sonrió.
— Claro que sí amor, soy Han Seo-jun — Los dos sonrieron — ¿Quieres acompañarme? me será bien tu compañía ahí.
— Gracias por la invitación, mi amor, pero pasó una situación con mi hermana, esta triste y la sacaré para distraerla.
— ¿Pelea con Su-ho? ayer en el café llegó enojado pidiendo hablar con ella, como buen cuñado que soy, la cubrí mientras ella salía hablar.
— Dios, ya me estresaron y no es mi relación — bufó la chica haciendo reír a su novio — te dejo amor, para que vayas a modelar.
— Muy bien, cuando acabe, ¿quieres hacer algo?
— Claro, me avisas cuando acabes y salimos.
— Está bien, te amo.
— Yo igual, bay.
— Bay, bay.
La pareja colgó el celular al mismo tiempo, Han sonrió, nunca creyó estar tan enamorado de alguien como Ji-kyung.
Mientras Ji-kyung se sentía más tranquila, ya no sentía miedo de estar en una relación, se sentía más cómoda, algo que le encantaba.
— Hermana, no debes de hacer esto — dijo Joo-kyung.
— Claro que debo, soy tu hermana.
— ¿De dónde sacaste el dinero?
— Me pagaron por modelar con Seo-jun, así que, con eso pagaré todo, andando.
Las hermanas salieron de la casa y pasaron una tarde tan divertida.
Fueron al cine, Karaoke, a comer, también hicieron tonterías, corrieron, gritaron por toda la ciudad de seul.
Hace tres años no se divertían así como lo hicieron ese día, se sentía tan bien que olvidaron sus problemas.
Tan cómodas y tan felices juntas, eran el dúo imparable.
Ji-kyung le mandó mensaje a su novio para comprobar si saldrían o no, este no contestaba, ni si quiera le llegaban los mensajes por lo que la confundió.
Ya en la noche las chicas iban caminando por las calles de Seul comiendo helado, hasta que una idea se le cruzó a Joo-kyung.
