*Capítulo 28*

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Varios minutos transcurrieron después de esa mini batalla entre hermanos, ambos ya se había levantado y ahora limpiaban entre risas la tierra que quedó sobre sus ropas y rostro.

La noche seguía avanzando al igual que aquellas nubes grises, pues de a momentos se iluminaba sus alrededores de destellos blancos correspondientes a los relámpagos acercándose cada vez más.

-Diablos, me arde el hombro. ¿De dónde sacaste esa daga Hyung?- el menor miraba la herida un poco sangrante, no lograba verla bien por la oscuridad y su ropa aún cubriéndola parcialmente.

-¿Recuerdas aquel llavero de gato? Pues está hecho de un buen metal- Jimin limpiaba su cara, sentía que tenía barro sobre ella.

-¿El que te regale de aquel viaje escolar?-

-Ese mismo, por cierto.....-  comenzó a mirar a su alrededor.- ¿Dónde está? Debo regresarlo a lo que es, me sirve mucho- siguió buscando, más la poca iluminación del sitio le estaba impidiendo encontrarlo.

-Eso explica porque era cara...- Jungkook dejó de mirar su herida en cuanto creyó que no seguiría sangrando. -Creo que quedó cerca del árbol donde ibas a estrellarme- caminó al sitio que había abandonado hace unos minutos.

-Me ha ayudado en muchas ocasiones, es por eso que siempre la llevo conmigo- fue detrás de su hermanito mientras sobaba un poco su abdomen.

-Ya creo, debo decir, que noté la mejora en tu técnica con la espada- ya habían llegado donde antes estuvo el ojiverde, este miró cerca de las raíces del gran tronco, pues intuía que por ahí cayó.

-Mmm, quizá un poco, antes de venir a esta ciudad, practiqué cada día del invierno junto al granero-

-¿Cómo es que no lo noté?- miró al lado izquierdo del árbol, notando un resplandor iluminarse con un trueno. -Creo que lo he encontrado-

-Lo hice de forma nocturna, menos sol, ruido y distracciones.- Jimin sintió una ráfaga fresca recorrer su espalda, miró hacia el cielo para ver lo gris que se veía desde su punto.

-Ten- el menor le extendió la daga.

-Gracias Jungkookie- tras decir aquellas palabras, el ojiazul hizo uso de su segundo don nuevamente para poder moldear de nueva cuenta aquella daga, devolviendo así su forma original de gatito sentado sobre sus patas traseras. -Listo, como si nada- guardó el objeto dentro de su bolsillo.

-Creo que deberíamos volver hacia el centro, Seokjin Hyung no tardará en notar nuestra ausencia- el menor mencionó cuando dejó de mirar lo que su hermano hacia.

-¿Enserio piensas que nuestra ausencia lo habrá alertado? Debió de venir corriendo desde el momento donde gritaste - sobó su estómago nuevamente, pues sentía que dolía un poco.

-No creo...- no pudo decir otra cosa al escuchar de lejos una voz gritando.

-¡Jimin ah! ¡Jungkook ah! ¡¿Dónde se supone que están?!- ambos hermanos miraron la misma dirección de dónde provino la voz del mayor castaño.

-¿Vez? Te dije- el peli plata comenzó a caminar. -Vamos- indicó a su hermano con la mano.

Ambos emprendieron un corto camino hacia donde se supone debieron quedarse todo ese rato.

Entre una pequeña plática, viento medio gélido y quejidos debido a los pocos golpes dados, llegaron al campo abierto, donde casi ubicados en medio del mismo, se hallaban Hoseok y Seokjin esperando por ellos.

Decidieron correr los pocos metros faltantes y dejar de atrasar su entrenamiento.

-¡Jimin ah! ¡Jungkook ah!...- el mayor de todos dijo en cuanto abarcaron su campo visual. -¿Dónde se supone que.....?- los miró con ojos abiertos en cuanto estuvieron cerca de ellos. -¡¿Qué les pasó?!- tomó con ambas manos el brazo del ojiverde viendo la herida en su hombro.

°Te Llevo En El Corazón° [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora