23

79 15 2
                                    

Yo me mantuve de pie sin saber exactamente cómo, mis piernas temblaron y volte sobre mi hombro. Frank seguía de pie, con los ojos abiertos como un par de platos porque su arma no estaba cargada, y yo seguía vivo. Giovanni se encontraba en el suelo sucio, desangrándose con un agujero en el pecho, no había forma de salvarlo. Georg parecía estupefacto, sin saber cómo había pasado lo anterior, volteaba a todos lados, a su alrededor, buscando encontrar la fuente de esa pistola que Bill tomó de algún lugar. Y Bill, ya no apuntaba a Giovanni porque Giovanni yacía muerto sobre un charco de su propia sangre, ahora apuntaba, decidido, contra Frank.

—Este no es el momento, tu novio vino aquí por ti y ya pueden irse —No lo dijo con el tono que alguien usa para invitar a alguien a reconsiderar lo que pensó; ni siquiera se escuchó relajado, como dando una idea de un siguiente paso. Más bien, rogó que nos fuéramos. Suplicó. Esto se estaba tornando divertido.

—Dime una cosa. ¿Cómo sabes que Tom es mi hermano?

—Fue fácil.

—¿Qué tanto?

—Tuve que observarlos. No fue nada del otro mundo. Y Bill, déjame decirte algo, Tom y tú son tan empalagosos en todas formas, que no puedo creer que entre ustedes se digan esconderlo. A leguas se nota que hay algo más, esa conexión no sólo es sexual, pero vamos, Tom es más comunicativo que tú.

—¿Qué? ¿De qué hablas? —preguntó Bill de nuevo. Yo no tenía palabras.

—Tienes que ser más expresivo.  A veces pareciera que Tom está listo para adentrarse en ti y quedarse ahí, en ti. Y tú no.

Bill negó con la cabeza, lo vi poner los ojos en blanco y aunque sé que le estaba costando deshacerse de todas las anteriores ideas, pudo luchar contra ellas.

—¿Por qué disparaste? ¿En serio querías matarlo?

—Si no trabaja para mí, irá con la policía.

—Nunca fue con la policía cuando venimos aquí, a España. Nunca estuvo en nuestros planes denunciarte o algo parecido.

—Bueno, todo el mundo comete errores.

—No nos dejarás en paz si te dejo vivo, ¿no?

—Probablemente siga buscando a mi vendedor estrella.

—Pero jalaste el gatillo.

—Sí, y te pido una disculpa. A ambos. Baja esa pistola.

—No, no viviré en paz sabiendo que estás por ahí.

—Bill, sé razonable. Giovanni está muerto y…

—Igual que Luca —digo sin miedo a lo que se venga después.

—¿Qué? —pregunta Bill impactado.

—Mataron a Luca, Bill.

Veo como de sus ojos sale una lágrima. No era nuestro mejor amigo, eso lo sabemos, sin embargo, en el último par de meses, él nos demostró una increíble amistad llena de confianza. Entonces, otro disparo se escuchó.

Mis pensamientos dejaron de rondar en las imágenes que construímos con Luca, y se detuvieron en el cuerpo de Frank.

—Maldito, hijo de puta —gruñe Frank con su brazo malherido.

—¡Maldición! —dice Georg estupefacto.

—Bill, no podemos deshacernos de él.

—¿Por qué no?

—Su gente nos buscará —digo sopesando cualquier movimiento que la gente de Frank y de Giovanni pueda hacer después.

—Entonces lo dejamos vivo y que haga lo que quiera con nosotros.

In die Nacht - Recuperándote [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora