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—"¿Como te llamas?"
—Lena.—le dije.
—"Veo un enorme poder saliendo de ti Lena. Debes de ser la humana más poderosa que he visto jamás".—miró a Winn.—"¿Creéis que ella salvará el mundo del rey demonio?"
—"Creíamos que ella no tendría que luchar contra él, pero hemos descubierto hace poco, que de las cinco personas invocadas del otro mundo, ella es el héroe que tiene que acabar con y con el miasma y declarar la paz en el mundo".—dijo Winn.
—-"Tendrá que enfrentarse al rey humano, he oído que es un adicto al poder, que quiere gobernar todo el mundo, acabar con los demonios, esclavizar a los elfos, a los hombres bestia y a los enanos".—eso me enfureció.
—Winn, ¿este rey es descendiente del héroe?
—Sí.
—Sí estuviera aquí, estaría muy decepcionado, le quitaría el trono, seguro.—dije mirando a Kara, ella asintió por el comentario, pero en realidad no sabía lo que había dicho el dragón.

Lo conté y las tres se enfurecieron.

—Eso no es lo que quiere mi padre.—-dijo Alex.
—Lo sé, tendremos que hacer algo con él, después de acabar con el rey demonio.
—Es posible que tu conviertas en reina para que la paz perdure para siempre.—dijo Sam.
—Solo quiero tener una vida pacifica. Soy inmortal, como vosotras y no os veo haciendo algo como eso.
—Porque somos diosas, no podemos intervenir de esa manera.—dijo Sam.
—Cierto, pero bien que me vais a ayuda con el rey demonio.
—No es lo mismo. No nos queda más remedio que intervenir, igual que tú.—dijo Kara.
—"Si necesitáis aliados para lucha contra el rey demonio, podéis contar conmigo" "Este señor de los demonios no tiene la culpa, pero si sus antecesores, acabaron con mi familia cuando no quisieron unirse a su ejercito".—dijo el dragón.
—De acuerdo, puedes unirte a nosotros.—le dije, es una forma de que salga de la mina pacíficamente y sin sangre de por medio.
El dragón se encogió y se acercó volando a mi, Winn volvió a su mini tamaño y también se acercó a mi.

—¿Todos los dragones pueden encoger?—pregunté.
—"No, solo los antiguos, pero yo he aprendido hacerlo."
—Entiendo.
—Es como aprender el idioma humano, no muchos dragones saben.—dijo Winn.
—¿De que hablas?—preguntó Alex.
—Me estaba contestando un pregunta.—dije.

Salimos de la cueva y respiramos aire fresco.

—Por mi padre, hacía una calor espantoso ahí dentro.—dijo Sam.

Volvimos a la ciudad, Alex y Sam fueron a dar un informe al gremio mientras que Kara, los dragones, Barry y yo fuimos a casa.

—Ahora tenemos un compañero más ¿eh?—dijo Kara.
—Sí. ¿Te molesta?
—No, para nada.

Winn salió volando hasta la mesita y el otro dragón lo siguió.

—-¿Como te llamas?—le pregunté.
—-"No tengo nombre".—dijo.
—-Mmm, pensaré en algo.—dije.
—¿Que pasa?
—No tiene nombre, tengo que pensar en uno que le guste y que nos acordemos luego.
—Sabes que si nombras a un monstruo salvaje, que es en este caso, lo estás domando ¿verdad?—dijo Kara.

Miré a Winn.

—Tu amiga ¿te domó?
—No, hicimos un pacto de amistad. Por desgracia no duró mucho tiempo.—explicó.
—En el caso de Winn es diferente, él es un dragón celestial. Este es un dragón de fuego normal.—explicó Kara.
—¿Barry?
—También es una criatura celestial, pero no está domado. Hizo un pacto contigo de protección, eres como una madre para él.
—Entiendo. Hay diferentes pactos.
—Exacto. A una criatura celestial, puedes hacer un pacto de lo que queráis las dos partes pero también tienes opción de domarlo, si la criatura ve que eres el indicado para ser su amo. ¿Verdad?—miró a Winn.
—Verdad, sabes mucho de los pactos y las domas.—dijo Winn.
—Gran parte de mi vida me lo pasó leyendo los libros de la biblioteca del mundo divino.—dijo Kara.
—Entiendo.
—"¿De que hablan?"
—"Le estaban explicando a Lena, lo que significa poner nombre a un monstruo."
—"Ah, es cierto que los dragones somos muy orgullosos y no nos relacionamos con las otras especies y menos con los humanos, al menos casi nunca sucede. Pero si ella tiene que domarme, no tengo problema, sé que es fuerte puedo sentirlo, así que no afectara a mi orgullo. Puede darme un nombre, y si no quiere domarme, aceptaré un pacto".—explicó el dragón.
—¿Estás seguro?—pregunté.
—"Sí".
—"Bueno, si lo domas, podrá hablar el lenguaje humano, hasta entenderlo".—dijo Winn.
—"Ooooh, eso es interesante".— me reí por eso.

Narrador PV

Pasó un año y medio desde que los héroes del otro mundo. Los cuatro jóvenes, llevaban un tiempo cazando monstruos, estaban cogiendo experiencia e incluso ya sabían usar bien sus habilidades, pero seguían sin tener un nivel demasiado alto para enfrentarse al rey demonio. Lo que el rey no se daba cuenta que el nivel de los chicos era el mismo que el de los aventureros de rango B y A. Eso ya era mucho para gente normal, pero para ser "héroes" eran niveles muy bajos, el rey esperaba que fueran de 200 para arriba. Pero no hay nadie en el mundo que tenga esos niveles. Solo cuatro personas superaban ese nivel y no eran humanas y por suerte el Rey del continente humano no sabía nada.

En el continente bestia, Kara entrenaba a diario a Lena con la espada, Winn y Eragon, no se le ocurrió otro nombre a Lena, pero al dragón le gustó... Winn y Eragon la entrenaron en el mundo mágico, además de seguir estudiando lo libros de magia que tenía.
También luchaba contra monstruos y cada vez más fuertes, en poco tiempo llegó a convertirse en Rango S y como comerciante también era de ese mismo rango. Además que sus habilidades y sub-habilidades habían llegado al nivel máximo.

Ahora estaban recogiéndolo todo para partir al mundo demoniaco. Lena no sabía que hacer con la casa porque no sabía si volvería a la ciudad.

—Creo que la venderé. Mi intención es, una vez que acabemos con el rey demonio y su ejercito, ir al bosque mágico donde viven los elfos y quedarme allí.
—Te aburrirás al cabo de poco tiempo, allí no hay nada que hacer. No se necesitan aventureros.—dijo Alex.
—La que se aburrirá serás tu e incluso Kara, pero Lena no lo creo. Los elfos querrán saber sobre los productos de Lena, además que seguro que le pedirán que les de clases de magia espiritual. Recuerda que ella puede sa esa magia y eso que es humana.—explicó Sam.
—Es cierto, es el sitio perfecto para Lena.—dijo Alex.

Kara no dijo nada, sabía que cuando terminaran con el rey demonio, habrá un revuelo por todas partes para saber quien ha acabado con él y el bosque mágico sería un perfecto escondite para ellas. Pero además cuando todo esto terminase, tenía que hablar con Lena seriamente.

Pero había un problema con la casa, era demasiado cara para que alguien la comprara. Así que decidió dejarla en alquiler, estaba segura que no habría problemas. Habló con la agente inmobiliaria y prepararon toda la documentación para dejar la propiedad en alquiler.

Después cogieron sus cosas y los caballos y se fueron a la ciudad portuaria para coger su barco, esperaban que aún estuviera intacto.
Unas semanas después, llegaron a la ciudad portuaria, la gente las volvió a mirar raro pero ellas pasaban de largo. Fueron al puerto y buscaron el barco. Kara fue a preguntar al guarda y les dijo donde estaba. Siguieron el muelle hasta que lo encontraron, el barco estaba intacto entraron y vieron destrozos por todo el lugar.

—Al menos no han destruido el barco.—dijo Lena suspirando.
—Porque el Rey los habrá parado.—dijo Kara.
—Tenemos mucho que hacer aquí.—dijo Lena.
—Y no podemos fiarnos de los trabajadores de aquí.—dijo Sam.
—¿Que hacemos?—preguntó Alex.
—Creo que deberíamos volver a la ciudad humana donde compramos el barco para que lo reparen. Aquí no quiero pedir nada.—dijo Lena.
—¿Y como llevamos a los caballos?—preguntó Alex.
—Buscaremos la forma.—dijo Lena.— Sam, Alex id por suministros, no importa si tenéis que hace viajes, aún no nos iremos.
—De acuerdo.—las dos se fueron.
—¿Que hacemos nosotras?—preguntó Kara.
—Tu cuidar de los animales, y voy a leer un libro que se ha aparecido en mi  tablet.
—¿De que es?
—Magia de creación.—le dijo y Kara la miró sorprendida.

Lena se marchó a su camarote y se dispuso a leer el libro para aprender esa magia.

Krypton (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora