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Rayo detectó una energía proveniente del báculo, se alejó de las chicas, los caballos al verlo lo siguieron y se escondieron detrás de una enorme roca.

Kara desenvainó su espada mágica, Sam y Alex también desenvainaron. Lena no hizo nada solo se quedó mirando al monstruo, podía sentir su poder, pero no la asustó, pero tampoco se preparó para pelear.

Abrió su caja de objetos y sacó un arma que había creado, un arma que no existía en ese mundo.

Usó evaluación en él, descubrió que era un general del rey demonio y su poder era la tierra, así que creó balas de agua y fuego y las colocó en el cargador del arma.

El demonio hizo un gesto con el báculo, lo levantó y luego golpeó el suelo y salió un rayo de él al cielo y en cuestión de segundo empezaron a aparecer demonios por todas partes.

—¡Vamos!—gritó Kara.

Las tres diosas corrieron hasta el ejército y empezaron a pelear.
Lena seguía sin moverse, usó el teletransporte y se plantó a varios metros del demonio.
Apuntó en el pecho en la zona donde no tenía armadura y disparó, ella no dijo nada, él se quedó quieto por la sorpresa del ruido y después se echó a reír. Echó la cabeza hacia atrás y Lena aprovechó eso ara disparar de nuevo, apuntó en la garganta y disparó.
El demonio tenia dos heridas, una en el pecho y otra en la garganta, su sangre era azul y verde, él estaba sorprendido, se pasó la mano por el cuello, no podía hablar, le dolía, vio la mano y se sorprendió pero también se enfureció.
Su cuerpo empezó a sentir calor, muchísima, sentía como se quemaba y gritaba de dolor, sus gritos eran tal que se escucharon por todas partes del territorio. Su ejército se asustó y miraron a su comandante, eso sirvió para que las chicas para atacarlos.

Mientras tanto, el general cayó de rodillas al suelo, soltó el báculo y miró a Lena.

—¿Quien... eres?—preguntó a duras penas.
—La persona que acabará con todos vosotros e incluido a vuestro Rey. Por vuestra culpa me trajeron a este mundo, en eso ya no puedo hacer nada, pero empezaba a tener una vida tranquila, tenía a mi familia y un bonito trabajo, pero vosotros me habéis hecho venir para acabar con todos, si termino esta absurda guerra entre humanos y demonios, podré recuperar mi vida pacifica.—explicó Lena.
—¿Eres un héroe?
—No. Soy un ser inmortal.—el demonio la miró sin decir nada más, sonrió.
—Lo que les espera a los demás, lastima que no pueda verlo.—cayó al suelo del todo y murió.

Parte del ejército huyó al ver a su comandante muerte, otros eran tan estúpidos que siguieron peleando pero acabaron muertos.
Después de un rato, el silencio se adueñó del lugar, y el paisaje rocoso y desértico ahora estaba lleno de cadáveres.

Se acercaron a Lena que seguía mirando el cuerpo del demonio.

—¿Estás bien?—preguntó Kara.
—Lo estoy, será mejor salir de aquí.
—De acuerdo.

Fueron a por los caballos, Lena bajó a Lori la cogió en brazos.

—Vamos a cruzar este lugar, no mires por favor. Cierra los ojos hasta que te diga que os abras ¿entendido?
—Sí.—dijo.
—Ciérralos.—así lo hizo.

Kara cogió las correas de su caballo y de Rayo y se pusieron en marcha.

Tres días después seguían su camino, pero estaban en el campamento descansando, ya hacía tiempo que habían dejado atrás aquel lugar que es ahora un cementerio.

Lena estaba dando la comida a Lori y a los demás, después se la dio los caballos.

—¿Como van las cosas?—preguntó Sam.
—Bien, aún no es oficial, pero somos pareja.—dijo Kara.
—Eso es genial.—sonrió.
—Cuando acabemos con el Rey demonio, nos iremos al bosque mágico, para quedarnos. ¿Que haréis vosotras?—preguntó.
—No lo hemos hablado.
—Pero ¿os quedareis? ¿No vas aventuras?—preguntó Alex.
—No lo sé, pero...—miró a Lena.—no creo que ella quiera ya se verá, tenemos niños ahora y no queremos ponerlos en peligro.—dijo.
—Entiendo.
—Bueno, ahora mismo...—dijo Sam.
—Lo sé, pero no tenemos con quien dejarlos.
—Cierto.

Krypton (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora