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Maratón 2/3

Kara me cogió la mano sin pedírmelo y cruzamos el tumulto de gente hasta llegar a recepción, en esa sección no había nadie.
Cuando llegamos me soltó la mano y me pidió disculpas con la mirada, supongo que no quería que me pasara nada con toda esa gente, así que no podía molestarme con ella porque me había protegido, así que solo sonreí para que estuviera tranquila.

Fuimos a los tableros de las solicitudes, habían muchos.

Vi uno sobre goblins que perturbaban los cultivos de la ciudad, lo cogí y me acerqué a recepción.

—Muy bien.— me devolvió la hoja.

Me acerqué a las chicas y les enseñé la solicitud que había aceptado.

—Esta bien, ya tienes experiencia con goblins.—dijo Kara.
—Por eso la he cogido y parece que los agricultores están desesperados.—les enseñé la recompensa.
—¿Necesitas ayuda?—preguntó.
—Gracias, pero tengo que hacerlo sola si quiero subir de rango.
—Entiendo.

Salí del gremio y me dirigí al lado oeste de la ciudad para salir, allí en donde tenía que ir.

Kara PV

Saber que iba a ir sola, me preocupó, es cierto que no puede morir, pero si resultar herida, pero quizás tiene razón, tiene que cumplir misiones por su cuenta si quería ascender, pero me preocupaba igual.

—Kara, Lena no es una damisela en apuros, lo ha demostrado ya que puede valerse por si misma.—dijo Alex.
—Lo sé.
—No la sobre protejas, este mundo hay que ser fuerte, los débiles son los primeros en morir o tienen trabajos dentro de la ciudad.—dijo Sam.
—Lo sé.—miré la puerta del gremio y suspiré.
—Supongo que Sam y yo podremos ocuparnos de una misión sin ti.—dijo Alex.
—¿Qué?
—Estás preocupada por Lena y no te centrarás en la misión, así que ve con ella.—dijo Sam.
—Gracias.—salí de allí corriendo y miré hacia donde había ido.—piensa, que decía la solicitud... campos de agricultura... oeste.—me marché hacía la puerta oeste de la ciudad y la vi allí parada enseñando su tarjeta, corrí hasta ella pero no pude alcanzarla, salió.

Me paré delante del guarda y le enseñé mi tarjeta, me dejó salir y la vi avanzar por el camino. Sacó un arco que no había visto nunca y se colocó el carcaj.

Vi alejarse de los campos y yo la seguí, pero me mantuve alejada para no asustar a sus presas.
Esperó un rato a que aparecieran los goblins, y no se hicieron esperar mucho, apareció un grupo pequeño de goblins, les disparó a todos con rapidez y perfección. Esperó un poco más por si habían mas grupos, yo me quedé allí viéndola, se la veía muy concentrada.

—Tengo que enseñarle usar la espada.—dije para mi misma, me crucé de brazos y esperé.

Apareció otro grupo de goblins, Lena los eliminó con la misma técnica.

Ya estaba atardeciendo y salieron más goblins, pero ya no eran grupos pequeños, era toda una banda, iban armados. Desenvainé rápidamente para enfrentarme a ellos, pero parecía que Lena lo tenía controlado. Les disparó y los que se libraron y se iban acercando a ella, usó la magia de ataque, eso me sorprendió, solo podía hacer magia de uso diario, lo cotidiano y no magia de ataque, pero estaba pasando delante de mis ojos, usó un hechizo de viento cortante, era básico pero fue muy útil porque murieron todos.

—Supongo que estos son todos.—guardó el arco el carcaj y sacó una daga.—a cortar orejas... ah maldición, me dejé de comprar los sacos.

Vi aparecer su ventana de estado y poco después cayó un paquete, lo abrió y guardó algo y se dejó lo que parecía un saco, lo desdobló y lo sacudió, sí era un saco.
Se entretuvo cortando las orejas.

—Las chicas tenían razón, ella sola podía cumplir con la misión.
—Kara, ¿que haces aquí?— la miré y poco después reaccioné, no me había dado cuenta que se acercaba a mi.
—Esto...he venido a buscarte.— dije intentando que me creyera.
—Mmm, de acuerdo.— se adelantó y suspiré pensando que mi excusa había funcionado.
—Gracias por vigilar, no estaba conmigo misma cuando vine aquí por mi cuenta.
—"Mierda"—pensé.— ¿Vigilarte yo? No digas eso.
—¿De verdad?—se giró y me miró con una ceja levantada, ese gesto me dejó paralizada.—entonces, ¿porque tienes la espada desenfundada?— miró mi mano y yo la seguí y sí, la espada seguía en mi mano, me había olvidado por completo de guardarla.
—Esto yo...—no sabía que decir.
—Vámonos.—sonrió y siguió avanzando.

Me sonrojé, no sé que había pasado, mis actos eran torpes. Envainé la espada y la seguí de vuelta a la ciudad.

Fuimos al gremio y ella sola entregó la solicitud y las pruebas.

—Muy bien. Dame la tarjeta.— se la dio y esperamos un poco.—Vaya con esto has subido a rango E. Felicidades.
—Muchas gracias.—me miró, parecía estar contenta.

Se acercó a mi y me abrazó, no me lo esperé, pero la correspondí.

—Felicidades Lena.
—Gracias.
—Vamos a celebrarlo.—dije.
—¿No esperamos a las chicas?
—No, no sé que misión han cogido y cuanto tardarán.
—Vale.

Nos fuimos a la posada y pedí dos garras de cerveza, cuando nos las trajeron Lena se la quedó mirando con cara de asco.

—¿Estás bien?
—Sí, no pasa nada.
—¿No te gusta la cerveza?
—En mi mundo teníamos cerveza y de vez en cuando tomaba alguna, pero prefiero más el vino y el whisky. Aquí la cerveza está caliente y no tiene espuma, es como beber meado de caballo.—dejé la garra y la miré con asco.—lo siento.—dijo.
—Tranquila. ¿Como se toma en tu mundo?
—Fría.—abrió su ventana de estado, miré alrededor, por suerte no había nadie y el dueño estaba en la cocina así que no podía ver lo que estaba haciendo.

Aparecieron dos botellas en la mesa y sacó las tazas que usamos para el café. Cogió una botella y no sé que hizo, la abrió y me la pasó. La miré desconfiada.

—Bebe un trago.—dijo y lo hice y sin duda era muy diferente sabía diferente y además estaba fría. La miré sorprendida.—¿Ves la diferencia?
—Sin duda, ahora entiendo porque no te gusta la nuestra. ¿Como lo has enfriado?
—Magia.
—Vaya, ¿has dominado la magia por completo?
—Solo lo básico. En mis ratos libres leía un poco.
—No me he dado cuenta.
—Porque dormías como un tronco, no te enterabas de nada.—me dijo y yo me sonrojé.

Cenamos tranquilamente con las cervezas que ella había sacado, cuando terminamos las botellas desaparecieron y la miré.

—Ah si, todo lo que sea desechable desaparece. Zor-El me dijo que era algo que deseaba yo para no contaminar este mundo, es igual que los residuos del jabón.
—Entiendo. Y se me hace raro que llames al dios de la creación por su nombre.
—Lo siento, no puedo llamarlo papá, como haces tu.—me sonrojé de nuevo.
—Quiero decir, que la gente lo llama dios de la creación, entre otras cosas.
—Ya, pero yo lo he conocido en persona y los demás no.
—Es cierto.

Después de la cena pagué, porque le dije que la invitaba, había que celebrar algo bueno.
Fuimos a nuestra habitación y le vi preparar rápidamente la cena de Winn, me encanta verla dar de comer a los animales, e incluso en el viaje se encargaba de alimentar a los caballos.

Krypton (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora