Uno

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Jisung se encontraba alistando sus cosas para ir a la escuela, por supuesto también su ropa que siempre se veía elegante y lo hacía ver un chico bastante fino y precioso. Se puso un poco de maquillaje leve en su rostro pero resalto más sus labios con brillo, pues estos ya eran rosados y al aplicar brillo los hacía ver bastante deseables. Una vez estuvo listo se puso un broche agarrando un lado de su pelo, al verse al espejo sonrió satisfecho con el resultado y agarro su mochila saliendo de su habitación chocando accidentalmente con su madre quién estaba apurada.

Lo siento cariño, ando apurada, tu padre está abajo esperándote para desayunar.- Dejo un beso en la mejilla de su hijo dejándolo pintado y después lo miro bien sonriendo.– Me encanta como te maquillaste esta vez, aunque...- Saco un brillo de su bolso y aplico un poco en los labios del menor para luego sonreír satisfecha.– Listo, te faltaba un poco.

Gracias mamá, eres un amor.- Sonrio abrazándola y después se despidio de ella viéndola entrar apurada a la habitación, bajo a la primera planta donde efectivamente, estaba su padre esperándolo tranquilamente.

Oh, hijo, te estaba esperando.- Miro al menor sonriendo y se levanto para agarrar la silla, una vez que el contrario se sentó, también él.

¿Quién hizo está vez el desayuno?

Fuí yo, tu madre anda apurada porque a último momento le hablaron del trabajo y debe estar allá en 10 minutos.

Genial, esperémos que puedan estar aquí los dos en la cena al menos.- Abulto su labio en forma de puchero.

Haremos lo posible Sungie, por ahora comienza a desayunar que después se te hará tarde a tí.

Ya ya.

Ambos soltaron una risita y se dispusieron a desayunar; Jisung había quedado fascinado con el desayuno que su padre había quedado demasiado delicioso, no por algo era un excelente chef de 5 estrellas calificado y con varios trofeos.

El desayuno duro unos 5 minutos, el señor Han ya estaba listo para llevar a su hijo a la escuela mientras que su esposa se iría en el otro auto, Jisung, a los ojos de su padre, aún no estaba en edad de tener un auto, tenía 19 años claro, pero ellos querían que su hijo tuviera su propio auto una vez tuviera 20 años. Jisung jamás se quejo de ello, le encantaba pasar tiempo con sus padres y le encantaba también que ellos lo llevarán, así podrían socializar más como familia y eso mantenía la comunicación a flote.

Cuando ambos estuvieron arriba del auto, el señor Han se dispuso a conducir y ambos comenzaron a platicar de cualquier cosa. Jisung había sido transferido a otra escuela debido a un problema que ocurrio en la anterior y estaba nervioso porque debía iniciar de nuevo, cosa que le avergonzaba totalmente. Cuando estaban cerca, el padre del menor finalmente decidio preguntar.

¿Cómo te haz sentido después de lo sucedido?

Un poco mejor, ya no he vuelto a pensar en ello, poco a poco estoy mejorando también gracias a su ayuda.- Sonrio levemente mirando a su padre, quién le había dado una sonrisa.

Después de unos largos minutos, finalmente llegaron a la escuela. El señor Han detuvo el auto mientras que Jisung miraba por la ventana bastante nervioso e incluso mordía levemente su labio inferior, pero la mano de su padre lo calmo al sentirla sobre la suya, ambos se abrazaron y basto solo un "Todo estará bien" de su parte para que el menor tomara confianza de sí mismo, se despidiera, y bajara soltando un suspiro. Mientras Jisung tiene una buena relación con su padre el tuyo está ausente y el mío también, lloremos.

El menor se dirigio hacía la entrada recibiendo algunas miradas que lo hacían sentir algo chiquito, apretaba sus manos demasiado tímido y estaba tan pérdido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando choco con un chico rubio y pecoso, quién lo miro preocupado.

¡No soy tu Princesa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora