¡No soy tu Princesa!

Dos

Jisung ya se encontraba en sus últimas clases, había anotado todo lo que escribían los profesores y había puesto perfecta atención e incluso había participado muchas veces, claro que cuando quería participar en unas veces, Minho le quitaba la palabra o lo corregía y era algo que detestaba, sin embargo, no hacía más que maldecir en bajito para él mismo. El timbre del segundo y último receso sonó, todos salieron del salón y los 4 omegas se dirigieron a sus casilleros para dejar todo y nomás meter en su mochila las materias que tienen tarea y la última clase pero nuevamente, Minho volvió a aparecer y esta vez, poniéndolo contra su casillero.

— Oye mi princesa, ¿qué tal si vamos a tomarnos algo?

— No soy tu princesa, sácate.

— ¿Por qué tan fiera? A lo mejor con unos besotes míos se te quitan.

— Me besas, y te mato.- Lo miro seriamente pero en cuanto lo vio acercarse, sonrió.

Lo pateó en su entrepierna.

— Mierda, hijo de tu, puta madre.- Cayo hincado y su frente choco con el suelo mientras se aguantaba el dolor.

— Te lo advertí, corriente.- Se quito yéndose con sus amigos mientras que los de Minho se aguantaban la risa ante el golpe para después ayudarlo a pararse.

— V-Voy a acusarlo.

— ¿Con quién? Con su mamá?- Arqueo una ceja riendo y recibió un zape por parte del contrario.

— Chistosito.

Los omegas se sentaron ahora en el pasto teniendo sombra por un árbol, a Jisung le había gustado estar ahí porque sentía más tranquilidad. Podía oler el aroma del césped, la tierra mojada, su olfato era algo digno de admirar por lo sensible que era y la facilidad de oler aromas bastante ocultos en otros al igual que distinguirlos, no cualquiera tenía aquello, solamente los omegas y alfas puros, y Jisung era uno de ellos.

— Minho es un odioso, solamente se la pasa coqueteando con omegas bonitos.- Rodo sus ojos comiendo de su sándwich.

— La verdad es que sí, coquetea con ellos hasta que consigue su objetivo: Cogérselos.- Acostó su cabeza en las piernas de Jisung mirando a Felix asentir.

— Debes tener mucho cuidado con ese alfa Sungie, tú eres muy precioso y la verdad es que traes hasta omegas babeando por tí, y mucho más después de saber que eres dominante.

— Supongo que tienen razón... Afortunadamente, aprendí artes marciales como defensa personal.- Sonrió orgulloso a sus amigos que lo miraban asombrado.

— Woaah, eres una cajita llena de sorpresas.

Mientras los omegas conversaban alegres, a lo lejos estaban Minho y Bangchan viendo a Seungmin y Jisung fijamente como si tuvieran binoculares, Hyunjin y Changbin miraban a sus amigos sin interés mientras comían de sus almuerzos pensando en lo que vendría después de que los omegas captaran sus miradas. Cuando Seungmin se percató de las miradas, hizo una mueca de molestia y les paro el dedo del medio a ambos.

— ¿Esa madre me paró el dedo?- Dijo indignado a Bangchan quién estaba sonrojado.

— Me paró el dedo Minho, eso significa que se fijó en mí.- Le dijo a su amigo sonriente mientras que recibió una mirada confundida y los otros dos se soltaron riendo.

— Wey, qué.

Después de unos largos minutos, el timbre sonó, era hora de que regresaran a sus clases y una vez en el salón, ahora se esperaba que el profesor Byun diera su clase pero en cuanto entró, miro a Jisung arqueando su ceja.