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『¹⁵』

❝ Supuse que todo debía ceder a mis deseos, que el universo entero debía responder a mis caprichos y que tenía el derecho de satisfacerlos a mi voluntad.❞

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Soleado nuevamente estaba el día, Hyeri se sentía mejor a pesar de la molestia en su vientre. JungKook como de costumbre, se había ido antes del amanecer de su habitación. Creía que algo estaría haciendo a esa hora para que se levantara todos los días de forma puntual, quizás podría preguntarle luego, cuando tuvieran un poco más de confianza.

Terminó de aplicar un poco de maquillaje y ajustó su traje de baño una vez se percató de que se veía hermosa con el vestido tejido blanco por encima del color rojo de las dos prendas interior.

Se asomó por el ventanal y vio a JungKook hablando por teléfono mientras tenía frente a él al otro hombre guapo que había conocido hacía poco, su nombre era Taehyung, y ambos tenían una charla a pesar de que Jeon hablara también a través de la línea. Como nada extraña costumbre, Lena estaba detrás de JungKook masajeando sus hombros. ¿Qué se cree esa zorra con uniforme?

Hyeri salió de la habitación y procuró ir con sigilo por los pasillos hasta acercarse a la piscina. Al llegar allí, se plantó frente a ambos hombres, quienes la observaron desde sus puestos.

— Buen día. — saludó Taehyung con una copa de coctel en su mano. JungKook lo miró de mala forma.

— Buen día. — saludó en respuesta Hyeri al moreno que no dejaba de hacer una sonrisa traviesa.— ¿Ahora también haces masajes Lena? — preguntó con una ceja alzada y un tono de burla que Taehyung apreció con gusto.— Eres como uno de los productos con los que trabajas... multiusos. — sonrió de lado para mostrarle un poco de malicia, y Taehyung soltó una carcajada para continuar riendo.

— Definitivamente que esta chiquilla sabe pelear a las garras... — dijo entre risas. JungKook movió su mandíbula intentando quitar las manos de Lena de sus hombros. Él ni siquiera le había pedido un masaje, sólo lo hizo porque le dio la gana.

— ¿Quieres que te de uno? — preguntó Hyeri hacia el moreno y este puso su mano en el pecho mirándola sin poder creerlo. Un gesto tan sarcástico que le causó un poco de gracia.

— Qué amable de tu parte, pequeña Hyeri. — murmuró sonriente y luego vio al frente, donde JungKook lo asesinaba con la mirada.

— Apártate, Lena.— le ordenó con un gruñido de por medio haciendo que se apartara. Se estiró para tomar la mano de Hyeri y la atrajo hasta sentarla en sus piernas.— ¿Descansaste? — preguntó suave para dejar un beso en su hombro.

— Sí, descansé muy bien... — sonrió un poco y JungKook la imitó mientras se miraban a los ojos. Hyeri levantó la mirada hacia Lena y le sonrió de lado mientras se recostaba en el torso de JungKook.— la noche estuvo tan movida que me dejó exhausta... — murmuró con tono coqueto y Lena resopló frustrada.

JungKook soltó una risita para besar de nuevo su hombro, mientras Taehyung sonreía divertido con la situación. Lena pasó a un lado de ellos para ir hacia la casa y Hyeri sonrió con malicia hacia Taehyung.

— Ah... ¿Podrías traerme un coctel de estos? — le ordenó con tono suave y JungKook sonrió contra su piel.

Que su musa demostrara que ella era la que mandaba, le prendía fuertemente.

Lena salió despavorida y en el camino chocó de hombros con una mujer castaña y esbelta.

— ¡Ay cuidado, igualada! — exclamó molesta y siguió su camino. Hyeri volteó y la vio acercarse con su sexy caminar.