『²⁹』

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❝ Cuantos más defectos pueda tener un hombre, cuanto mayor sea, menos adorable, más rotundo será su éxito.❞

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Hyeri terminó de alistarse y bajó las escaleras una vez escuchó voces al estar en el pasillo. Vio a JungKook con gafas de sol y su típico traje de color negro, esta vez con una camisa blanca decorando su torso al tener dos botones desabrochados en su pecho.

— ¿Ya nos vamos? — preguntó confundida hacia el hombre serio que le daba órdenes al señor Sung de lo que debía hacer mientras no estaba.

JungKook interrumpió su conversación con el mayor y le palmeó el hombro antes de que este le hiciera un asentimiento de saludo a Hyeri para irse a sus labores.

— Cambié de opinión, iré solo. — ella lo miró molesta y ladeó su rostro con confusión.

— Pero dijiste que querías ir conmigo. — se quejó suavemente y él suspiró para meter sus manos en los bolsillos.

— Pues ya no, Hyeri. Te quedas y punto. — gruñó con molestia y ella resopló cruzando sus brazos.

— Puto bipolar. — siseó cerca de él para después caminar hacia la salida a la piscina.

JungKook la miró un momento mientras movía la mandíbula. Hyeri le tocaba sus casillas de paciencia y a veces sólo quería que se callara, pero ella siempre aparecía cuando estaba hasta los cojones.

Caminó detrás de ella y la encontró parada a un lado de la piscina mientras veía el agua.

— Estaré sola aquí todo el puto fin de semana. ¿Te parece que soy un esclavo o un objeto que solo sirve de estimulación sexual? — él rodó los ojos sin que ella lo notara por las gafas oscuras y nuevamente la miró.

— Has estado aquí por casi dos meses, Hyeri, no te habías quejado nunca. Deja de joder ¿quieres? — pidió ofuscado y fastidiado con la luz solar.

— ¿Joder? ¿En serio piensas que es sólo joder de mi parte? — preguntó irritada ya de su presencia. Lo miró de frente en lo que se giró hacia él.— mierda JungKook eres un puto sociópata que sólo piensa en sí mismo... si vieras un poco más allá de lo que tu egocentrismo te permite, te dieras cuenta que si no me quejo es porque temo tus reacciones negativas... ¿tengo que recordarte que me has apuntado dos veces? — preguntó exasperada y eso lo hizo pensar un poco.

— ¿Qué es lo que quieres? — preguntó calmado, intentando calmar a la fiera frente a él.

Irónico, Jeon. Ahora tienes quien te ponga los pies en la tierra.

— Un teléfono, una laptop... — Él resopló una sonrisa irónica con todo eso. ¿En verdad lo creía estúpido o qué?

— Tu sí que te tomas muy en serio el papel de ser mi mujer ¿no? — sonrió de lado y ella rodó los ojos.— ¿De verdad me crees tan idiota como para darte un teléfono? Mucho menos luego de que me dijiste que no confiabas en mi... ¿Por qué te daría uno?

Aún con esa sonrisa de burla hacia las intenciones de ella, esperó su respuesta.

— ¿Qué no quieres confiar en mi? Según lo que dijiste ayer eso fue lo que entendí. — lo miró con su rostro irónico igual que lo hacía siempre él con ella, y justamente le respondió con una mirada igual.

— Por los mil demonios... — murmuró para sí mismo mientras empujaba su mejilla con la lengua. Suspiró cansado de la actitud de Hyeri siempre para conseguir lo que quiere y desvió la mirada un segundo antes de volver a ella.— Bien, un teléfono, sólo eso. — le apuntó con su dedo.— pero no creas que será muy fácil... no te atrevas a hacer algo que me enoje, Hyeri... sabes muy bien que es un intento de confiar en ti, y si lo echas a perder las consecuencias de mi decepción suelen ser muy fuertes. — la miró con decisión y ella sonrió de lado.

dαmηα†iσɳ ᴶᴶᴷ|₊₁₈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora