❝ La naturaleza ha otorgado a cada humano sentimientos bondadosos que no se deben malgastar en otros.❞
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— ¿Crees que este me queda bien? — Hyeri, con su maquillaje ya aplicado, le preguntó a JungKook. Él ya estaba arreglado para salir mientras la esperaba sentado a los pies de la cama.
— Muñequita, con cualquier cosa tu deslumbras. — aduló viendola de pies a cabeza mientras ella sostenía el vestido azul oscuro colgado en la percha.
— JungKook, es París, mi sueño hecho realidad. No quiero arrepentirme luego de lo que use. — se quejó en un tono tan aniñado que le pareció cursi al pelinegro. Él tomó aire profundamente y rascó su cabeza mientras la veía un poco desesperado.
— Hyeri, ya has preguntado por seis vestidos, y todos te quedan espléndidamente... — murmuró sofocado, pero disimulando con una sonrisa.
— Ash~ ojalá en tu otra vida seas mujer. — le gruñó devolviendo su caminar hacia el closet, que era una habitación más. JungKook se había lucido con ese apartamento que había rentado para sus vacaciones.
Por otro lado, JungKook sonrió negando con su cabeza. Se levantó y sacó el teléfono de su bolsillo para llamar a Hoony.
— ¿Cómo van las cosas? — preguntó con su voz ronca, escuchando de su primo un sonido de queja.— acostúmbrate a estas llamadas Hoony, el que me vaya por unas semanas no quiere decir que me vaya a descuidar de mi negocio... ya te lo dije ayer.
— Lo sé, lo sé... pero te acabas de ir, de seguro recién aterrizaste hace una o dos horas ¿Y estás llamando para saber de lo que te estás alejando? — preguntó confundido.— nadie puede entenderte, Jefe. — murmuró mezclando el trato formal con el informal.
— Sólo contéstame y la llamada no se alarga. — mencionó ya con su tono amargado, haciendo que su primo suspirara.
— Las cosas están normal, como siempre. SeokJin tiene planes de distribuir más rápido esta vez y hacer tratos con Jeju para distribuir más adelante hasta allá.
— Bien, mantenme al tanto de todo, Hoony, por favor. — murmuró mirando de forma intensa el horizonte. Ya siendo casi las siete de la noche, es demasiado hermoso ver la torre Eiffel con sus luces iluminando.
Tal como le había prometido a Hyeri, había rentado un apartamento lujoso un poco alejado del epicentro pero que daba una gran vista de la ciudad junto con la torre Eiffel de fondo en la ventana. Era simplemente perfecto.
La cereza de su plan. Lo siguiente era seguir tratándola como reina.
Al colgar la llamada, observó la pantalla de su teléfono y mensajes de su buzón lo azotaron: Evelyn, HyoYeon, KyungJa, DaSom. Todas las putas que le escribían algunas veces para pasar el rato. Resopló una sonrisa burlón y negó con su cabeza.
Si no tuviese a su reina ahora mismo en una misma habitación que él, seguramente hubiese buscado alivio con alguna de ellas, pero ¿qué iba a estar buscando con putas si tenía a su reina allí a su lado?
Se dio la vuelta suspendiendo el teléfono y con las manos en los bolsillos se dio cuenta de la hermosa diosa que salía del closet luciendo un hermoso vestido negro con algunos brillos que la hacían destacar más.
— ¿Qué tal? — preguntó levantando la mirada luego de salir del closet mirando sus zapatos y supervisando todo su outfit.
— Estás que ardes. — murmuró sin dejar de verla de arriba a abajo.
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dαmηα†iσɳ ᴶᴶᴷ|₊₁₈
FanfictionDamnation | ❝Mi Adicción, Mi Destrucción❞ ❝El deseo ferviente de un pecado naciente que te enviaría a tu más profundo infierno. Ese es mi deseo.❞ © Contenido explícito. Libro♯¹ No acepto copia y/o adaptación. . Graphics by @jkxloves