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❝ Uno debe hacer vıolencıa al objeto de su deseo; cuando se rınde, el placer es mayor.❞

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Hyeri soltó una risita rodando los ojos y lo empujó de su pecho un poco para separarlo.

— Sí que estás delirando. — sonrió ampliamente con burla hacia él.

— Llámalo como quieras, estoy seguro de que la que se hace la loca eres tu. — volvió a acercarse y juntó su nariz con la de ella.— Hyeri... soy un hombre, un hombre que siente, un hombre que sabe cuando provoca el deseo en una mujer... — susurró conectando su mirada con la de ella.— y tu, tu eres mi mujer, por lo que puedo sentir mucho más el cómo te remueves cada vez que me ves. — al susurrar eso, Hyeri sintió su corazón acelerado.— el cómo tu corazón se acelera por mi cercanía. — ella tragó fuerte y se sorprendió porque eso era lo que estaba sucediendo en ese momento.— el cómo deseas que te bese cada vez que rozo tus labios con los míos. — dijo eso rozando sus labios y ella abrió su boca esperando el beso que no llegaba.

— A veces eres tan seductor que olvido lo que realmente eres. — murmuró provocando de él una sonrisa de lado. Él estaba claro, obviamente.

— Lo peor y peligroso es que a ti te encanta... — ella miró sus labios y luego sus ojos. Apoyó su mano en la pared a un lado de la cabeza de ella.— y no puedes hacer nada para evitarlo. — al terminar su susurro ella tragó fuerte nuevamente y rápidamente se colgó de su cuello con los brazos para besarlo por fin.

Deseaba tanto besar a ese hombre que era verdad lo que él decía: Ya no podía hacer nada para evitarlo.

Sus besos se escuchaban entre ellos y sus respiraciones se mezclaron con excitación.

— Tienes razón... — habló entre besos sin detenerlos.— ya no puedo retenerlo. — siguió besándolo mientras él sonreía un poco con ello.

— Debemos salir, amor... esto podemos terminarlo en casa. — ella sonrió suavemente y ambos salieron del sitio apartado.

Al mirar a su alrededor, Hyeri notó a su padre mirando de igual forma hasta que los encontró.

— Es mi padre. — murmuró algo nerviosa y observó a JungKook, quien aún tenía la mano de ella apresada a la suya.

— No me fío de su persona esta vez. — apretó un poco más su mano y ella lo miró, cosa que hizo que él también la mirara. Al verle los ojos hermosos y brillantes que ella poseía simplemente flaqueó, no podía negarle algo.

Soltó su mano lentamente y la miró de forma seria.

— Jung...

— Unos minutos. Saluda y conversa un poco no más. — ella lo miró fijamente y él le hizo un gesto para que fuera.— aprovecha que estoy de buen humor. — ella lo miró de forma irónica cuando lo vio totalmente serio.

Jodida mierda. Ella sabía que todo lo que involucraba el tema de ella y JungKook era tóxico en todos los sentidos, pero no hallaba forma de salir de esa situación sin que todo terminara mal... y a pesar de todo ella simplemente sonrió suavemente asintiendo a lo dicho por él.

Estúpida masoquista. Hazte valer como mujer y como persona.

A pesar de que se lo exigía ¿Por qué nunca lo hacía?

Al llegar a su padre, este le sonrió. Ella no pudo imitar la sonrisa.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó irritada en frente de él. Este mismo le alzó una ceja y ella prosiguió.— ¿No te basta con escribirme al teléfono que JungKook me dio desconfiado aún? Un teléfono del cual no supe cómo obtuviste el número. — lo miró con sospecha y el mayor sonrió con autosuficiencia.

dαmηα†iσɳ ᴶᴶᴷ|₊₁₈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora