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『¹⁸』

❝ Debemos aplıcar vıolencıa al objeto de nuestro deseo. Así, cuando se rında, el placer será mayor.❞

——— • ☙ • ———

JungKook dio pasos suaves por el pasillo y con determinación se detuvo a un lado de la puerta de la habitación de la castaña que hace unas horas se fue molesta de la piscina.

Él se había quedado en todo ese rato hablando con Evelyn sobre un negocio que estaba emprendiendo dentro del ambiente que manejaban ellos, por lo que quería pedirle autorización al jefe y que este le aceptara la distribución de su polvo mágico dentro del evento de apertura con una cordial invitación al mismo. Quería inaugurar pronto lo que sería su club lujoso para los miembros de la élite de Corea del Sur, gente prestigiosa y en el ámbito gubernamental.

Todos estaban en sintonía, en ese tipo de eventos no había distinción entre la corrupción, el narcotráfico y la gente de dinero legal. Es por todo eso que quería invitarlo para su evento, y además de eso darle una idea a JungKook para suavizar nuevamente el corazón de Hyeri.

Suspiró elevando su mano y con los nudillos tocó la madera de la puerta.

— Hyeri, abre. — llamó con tono suave sin recibir respuesta. Tragó fuerte con lo que haría y rodó los ojos antes de abrir la boca para volver a hablar.— Escucha... Quiero que hablemos y... arreglemos todo. — suspiró nuevamente y se quedó por unos segundos pensativo, buscando las palabras correctas para atraerla a la puerta y que la abriera.

Rodó los ojos y tomó el pomo de la puerta para girarlo, abriendo la misma para darse paso. Entró a la habitación y vio a Hyeri sentada al borde de la cama dándole la espalda. Sus zapatos resonaron en el piso con cada paso y se detuvo a los pies de la cama metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

— ¿Te dije que pasaras? — preguntó mirando hacia la ventana mientras sus dedos apretaban el borde de la cama.

— No. — contestó simple y ella giró el rostro para verlo.

— ¿Por qué simplemente no me dejas sola? — lo miró fastidiada de su presencia. Extrañamente ya no sentía miedo, sino un poco de repulsión.

Pero también sentía una increíble atracción hacia él. ¿Qué era todo eso?

— No quiero. — cruzó sus brazos con ese tono tranquilo y ella resopló una sonrisita irónica pero sin nada de gracia.

— Te quiero lejos de mi. — murmuró con el mismo tono sin ganas.

— Y yo te quiero cerca de mi. — dio un paso más y se sentó a los pies de la cama para acercarse y elevar una mano hacia el rostro de ella.

Ella no entendía, pero no podía dejar de mirarlo, incluso luego de haber visto lo que vio hace rato ella podía mirarlo aún con el mismo deseo de hace días.

Estás loca, Hyeri.

— ¿Qué debo hacer para que vuelvas a mi, muñequita? — susurró mirando sus labios, mientras ella no podía dejar de ver sus ojos oscuros.

Pero quiso ser fuerte, alejó su rostro del toque de su mano y volvió a ver por la ventana. JungKook se quedó mirándola unos segundos antes de bajar la mano y soltar un suspiro.

Vamos JungKook, suelta todo tu potencial.

"Será un evento importante en mi vida, me dará más poder y reconocimiento en este campo laboral... y mi mejor aliado de vida debe asistir... invita a Hyeri, estoy segura de que le encantará bailar un poco"