『⁴⁵』

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❝ ¿Por qué te quejas de tu destino cuando puedes cambiarlo tan fácilmente?❞

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JungKook estaba sentado en la sala de interrogación, sus manos esposadas descansando sobre la fría mesa de metal. Los detectives entraron, cerrando la puerta tras ellos con un clic que resonó en la habitación. Uno de ellos, un hombre de mediana edad con una expresión severa, se acercó a la mesa y colocó un sobre manila frente a JungKook.

— Tenemos lo que pediste — dijo el detective, su voz firme.

JungKook levantó la vista, sorprendido. No esperaba que cumplieran su promesa tan pronto, sarcásticamente hablando, pues se habían tardado demasiado. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras miraba el sobre.

— ¿Dónde está Hyeri? — exigió, su voz cargada de urgencia.

El detective sacó una foto del sobre y la colocó sobre la mesa, deslizándola hacia JungKook. Este frunció el ceño al verla, confundido. La imagen mostraba a Hyeri a través de una ventana en un lugar desconocido, pero parecía estar a salvo. Le sorprendía mucho más lo que ella estaba haciendo en la foto, y eso hizo que los detectives volvieran a hablar con una oferta más que tentadora.

— El trato se multiplicará en beneficios para ti, si nos das toda la información que sabes sobre la élite implicada en los mismos negocios sucios que los tuyos. — dijo el otro detective, el hombre más joven con sonrisa astuta.

JungKook se sintió acorralado. Sabía que estaba en una posición delicada, pero la seguridad de Hyeri era su prioridad; mucho más ahora. Después de un largo suspiro, asintió lentamente.

— Está bien, les diré todo. Pero díganme dónde está — respondió, tomando la foto y mostrándola a ambos oficiales.

Los detectives intercambiaron una mirada de satisfacción antes de sonreír victoriosos.

— Buena elección, JungKook. Ahora, empecemos desde el principio — dijo el detective mayor, sacando una grabadora y colocándola sobre la mesa.

Minutos después, JungKook se acomodó en su puesto, ya le habian liberado las muñecas sólo para que pudiera fumarse un cigarrillo mientras les contaba lo que sabía. Su mirada fija en la foto de Hyeri que aún sostenía en su mano libre, le decía a cualquiera lo muy importante que era ella en su vida. Los detectives lo observaban con atención, esperando que comenzara a hablar. Después de un momento de silencio, JungKook levantó la vista y comenzó a revelar la información que había guardado durante tanto tiempo.

— Está bien, les diré todo lo que sé — dijo con voz firme.— Pero recuerden, quiero saber dónde está Hyeri y garantizar su seguridad.

El detective mayor asintió, encendiendo la grabadora sobre la mesa.

— Empieza desde el principio. ¿Quiénes son los principales miembros de la élite implicada en los negocios sucios? —preguntó.

JungKook respiró hondo y comenzó a hablar. Le serviría también como una pequeña venganza hacia ese desgraciado que lo hundió en el bote.

— El líder principal ahora es Lee HaRu. Es el cerebro detrás de todas las operaciones. Controla todo desde las sombras y rara vez se deja ver en público en esos asuntos. Luego está Go SeokJoon, su mano derecha, se encarga de las operaciones diarias y es conocido por su eficiencia... aunque en mi opinión, muy básica. — resopló una sonrisa de burla al recordar lo fácil que fue robarse a Hyeri.

Los detectives intercambiaron miradas, tomando notas rápidamente.

— ¿Y los otros? — preguntó el detective más joven.

dαmηα†iσɳ ᴶᴶᴷ|₊₁₈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora