✒️🧾Al llegar a casa el Sr. Chiva-aree nota al joven muy callado, desde que salieron de la fábrica lo ha visto meditativo y silencioso. Algo ocurría, algo que lo tenía un tanto intranquilo.
Dejó que se asease y cambiase de ropa, ambos ya cómodos se dispusieron a hacer la cena. El joven Opas sirvió las copas de vino mientras observaba como su esposo cortaba las hortalizas y adobaba el pollo.
Esa mirada fija, inquisidora y penetrante tenía intranquilo al Sr. Chiva-aree. Hasta que ya no pudo más y tuvo que preguntar.
- ¿Todo bien hoy?
- Sí- contestó un poco distraído el joven.
- ¿Algo que quiera decirme? Lo noto un poco... pensativo. El joven suspiró.
- ¿Le gustan los niños? - soltó sin más. El vino se atoró en su garganta y casi lo escupe. Su mirada fija en el joven se fijó sin entender a qué venía tal pregunta.
- Un poco, no sé ¿A qué se debe su pregunta? – caminó soltando todo sobre la mesada de la cocina. Llegó frente al joven.
El joven sentado se mecía y jugaba con su copa, perdido absolutamente en sus pensamientos, pasando por alto que su esposo y por poco se ahoga.
- Estaba pensando en si alguna vez unos pequeños piececitos podrían correr por aquí... - murmuró el joven.
- No estará pensando en que yo tendré hijos con ¡Por Dios! No se le ocurra tal necedad – espetó el Sr. Chiva-aree - ¿O usted piensa en tenerlos con...? - se llevó una mano a la boca en señal de sorprendido.
El joven se quedó mirándolo y por un momento pensó y reflexionó el rumbo de la conversación.
- ¡Oh, no, perdone usted, no hablaba de eso... no de esa forma! - el Sr. Chiva-aree soltó un suspiro.
- Creo que debe explicarse mejor para no causarme este sobresalto.
- Me preguntaba si... usted quisiera alguna vez – comenzó a jugar con sus manos. Su esposo las tomó entre las suyas y lo miró intensamente.
- Si alguna vez yo quisiera...
- Si usted quisiera tener un hijo conmigo – soltó finalmente mirándolo tiernamente.
- Un hijo... nuestro... eso suena... hermoso, sin duda alguna, pero ¿cómo? No creo que se vea bien, no sé si debamos, me pregunto si las jóvenes estarán de acuerdo, es una gran decisión y creo que nos incumbe a los cuatro. ¿Qué es lo que mi amado piensa y desea?
El joven durante todo ese momento permanecía absorto, taciturno, perdido en sus pensamientos y en ese pequeño que le había robado el aliento.
- No sé, pensaba en si algún día usted y yo podríamos tener un pequeño en casa- se puso de pie frente a su esposo – yo sé que pido mucho y no sé si las jóvenes nos apoyarán en esto o puede que ellas también lo deseen en algún momento, creo que podríamos conversarlo ¿no cree usted?
La mirada del joven era inquietante, ciertamente eso conmovió al Sr. Chiva-aree, le preocupó el que nunca se hubiese puesto a pensar en que algún día su esposo o "esposas" quisieran un hijo o hija, por primera vez se lo cuestionó y eso lo mantuvo distraído.
- ¿Qué piensa usted? ¿Le gustaría que tuviésemos un hijo? Uno suyo y mío...
Esos ojos lo miraban suplicantes ¿cómo podría decirle que no a la luz de su vida?
Esa noche conversaron largo y tendido, al día siguiente deberían hablarlo con Carol y Susan.
Fueron a trabajar a la fábrica como siempre, pasando primero a saludar a sus "esposas" y saliendo de sus "respectivas casas".
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Cuestión de orgullo
Ficción históricaBright Chiva-aree es un joven aristócrata, soltero, dueño de grandes extensiones de dinero. Con una educación privilegiada y prometido de una joven de su misma clase social, la cual es aprobada por sus padres. Un joven de clase media, que vive encer...