Al principio me he sentido culpable por lo que le ha ocurrido a Rachel, pero tras leer la conversación dos veces más, entendí que no es mi culpa, si no de ella. Es lógico que el entrenador me haya apoyado a mí, ya que no es la primera vez que me acusa de algo que no es real. Todo comenzó en el momento que me nombraron capitana, ella como es evidente descendió de rango y pasó a acatar mis ordenes, aunque nunca he estado muy a la favor de tener que estar por encima de mis compañeras.
Aun sabiendo que para mí todas nos veíamos iguales, ella solo pensaba en que le había quitado el brazalete. Claro está que da prestigio, solo hay que ver la cantidad de gente que me reconoce en la calle tras ganar algún partido. Pero a mí eso nunca me importó, para mí este deporte es vida, es decir, podría vivir en las mismas condiciones siendo una simple jugadora.
Pero es lo que ella no entiende, ella lo hace por competitividad y salir victoriosa ante la gente... Yo solo lo veo como mi salvación, cuando mi padre falleció, el vóleibol se convirtió en mi terapia, me salvó.
-Ahora que habéis hecho los entrenamientos saldremos al campo y nos colocaremos en fila para saludar a nuestros contrincantes -habla el entrenador- Después mirareis al frente y comenzarán a haceros fotografías para el álbum de este año, y por supuesto para que os las podáis quedar.
-Entrenador -alzo la voz para que pueda escucharme entre tanto bullicio-
-Dime Madison -me dedica una sonrisa que consigue tranquilizarme-
-Me gustaría que a pesar de lo ocurrido Rachel salga con nosotras para las fotos y los saludos -frunce el ceño- Me siento responsable de que hayamos podido llegar hasta aquí, por lo que si ganamos querría que ella pudiera tener su álbum para recordar este año.
-Me satisface que seas tan buena compañera Madison, lo haremos, pero solo porque a ti te parece bien -me da un golpe amistoso en la espalda y desaparece-
Se que no se merece lo que estoy haciendo por ella, pero en su momento fue capitana, por lo que deberá estar orgullosa de que he conseguido que al menos estemos en la semifinal.
Me retoco la coleta con un poco de gomina y animo a las chicas, confío en que salgamos victoriosas pero para eso tendremos que luchar como nunca lo hemos hecho. Somos fuertes y tenemos que demostrarlo.
-Maddie, nos falta una compañera por lo que una chica tendrá que estar constantemente en el campo -me dice Melody-
-Lo sé -le dedico una sonrisa- Estaré yo.
- ¿Aguantarás? -aprieta los dientes- No lo haces desde que falleció tu padre.
Tiene razón, en el momento que me enteré de la noticia comencé a tener ataques de ansiedad... Lo que me llevó a que en situaciones de estrés no sepa controlar bien mis nervios, comienzo a hiperventilar y de eso a entrar en pánico es solo cuestión de segundos. Pero hoy no me queda otra opción, yo las he traído hasta aquí, yo haré que lleguen a la final.
-Lo haré -le doy un beso para tranquilizarla y nos preparamos para salir-
Ya estamos caminando sobre el campo. Nuestras rivales están en la izquierda por lo que nosotras iremos en el lado derecho, nos colocamos en fila mirando hacia las gradas cuando mi mirada se cruza con la de Matheo. Está guapísimo por lo que será mejor que deje de mirarle, o me desconcentraré.
-Antes de comenzar queremos hablar con los familiares de las capitanas de ambos equipos -hablan a través de los altavoces - Levantaros por favor.
No me jodas, que vergüenza. Comienzan los padres de mi adversaria, han sido breves por lo que ahora es mi turno. Se levantan todos incluido Thomas, lo primero que hacen es mostrar una pancarta con mi nombre lo que hace que me ruborice.
- ¿Está ocurriendo de verdad? -me da un golpe Melody-
-Al parecer sí -le respondo-
Seguido mi madre y Margaret se dan la vuelta dejando a la vista una foto de Melody y mía, suena entre el público un largo "Oooo" y cuando vuelven a mirar hacia nosotras vemos que en sus frentes ponen nuestros nombres.
-Las voy a matar -digo en voz baja-
-Son adorables -ríe mi amiga-
Lo son, pero eso no quita que todo el mundo nos esté mirando, los que van con nosotros sonríen e incluso se están quitando lágrimas de la emoción... Pero los que apoyan al otro equipo nos están fulminando con la mirada, algo que me está incomodando mucho.
-Pero antes de terminar alguien quiere hacer una pregunta -de nuevo hablan por los altavoces-
¿Una pregunta para quién? Me da miedo que sea para mí, aparentemente cuando me conoces no resulto ser una persona vergonzosa, pero realmente si lo soy... Y en estos momentos me encantaría correr y esconderme detrás de un enorme árbol.
Veo a Thomas y a Marie coger de nuevo la pancarta, pero esta vez le dan la vuelta y dejan a la luz una tela blanca, pero que detrás parece que se esconder un mensaje. Sin duda esto va para mí.
Aparece Matheo y se coloca sentado en la silla de enfrente del cartel, tanto mi familia como la de él se queda observándome durante unos eternos segundos, cuando de pronto mueve la boca y el mensaje oculto se deja ver.
-Maddie -a Melody le tiembla la voz- ¿Me estoy volviendo loca?
-No -tartamudeo-
Me quedo unos segundos mirando hacia el frente hasta que mi cabeza es consciente de lo que realmente pone el mensaje, mi corazón comienza a acelerarse a una velocidad incontrolable. Sujeto la mano de Melody y una pequeña gota a mojado una parte de mi mejilla... Acaba de pedirme delante de todo el mundo que salga con él, oficialmente.
La gente me está mirando, algunos sonríen y otros como Rachel me mira con ganas de matarme. Se que la mayoría de las chicas que practican conmigo este deporte llevan coladas por Andrew desde hace mucho tiempo, pero no puedo hacer nada.
- ¿Puedo? -pregunto a mi entrenador que se ha enterado de todo lo que ha ocurrido-
-Por supuesto -junta sus manos y sonríe como un niño pequeño-
Salgo de la línea que teníamos formada y subo de tres en tres las gradas, quizás en uno de estos saltos me caiga delante de todo el mundo, pero ahora mismo no puedo pensar con claridad.
Me acerco a donde están todos y se apartan al verme, solo estamos él y yo, rodeados de cientos de personas. Sé que esto no es algo que le gustase mucho en el pasado, pero por su mente está pasando lo mismo que por la mía...
- ¿Y... bien? -agarro su mano en el momento que comienza a temblar-
-Jamás había esperado tanto por algo -junto mi frente contra la suya- Si me preguntaras mil veces, las mil te diría que sí Andrew.
Sé a la perfección en donde me estoy metiendo, pero esta vez ya no tengo miedo. Sus labios se acercan a los míos y en el momento que cierro los ojos nuestras bocas están unidas como la primera vez, ambos temblamos y nuestras respiraciones están descontroladas... ¿Esto significa el amor?
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vértigo y susurros
Teen FictionMaddie es una joven de veinte años que estudia medicina y en su tiempo libre es la capitana del equipo de vóleibol, siempre ha odiado a los jugadores de Rugby pero en especial a Matheo, el capitán del equipo y novio de Rachel, la persona más insopor...