Los últimos dos días han sido increíbles, un cúmulo de emociones que hacía mucho que no experimentaba. Ahora me encuentro haciendo la maleta ya que después de muchas súplicas he conseguido sacar el secreto a Matheo, nos iremos de viaje. La cosa es que no me ha querido decir a donde, me sugirió meter algún biquini por lo que intuyo que será un lugar de mar.
Hace media hora que está hablando con mi madre de algo que no me puedo enterar, al bajar a por un vaso de agua me la he encontrado llorando, quise preguntarle que ocurría pero en el momento que ella me vio se limpió las lágrimas y actuó como si nada estuviera pasando.
Espero que sea porque me echará de menos el tiempo que esté fuera, aunque aún no me ha dicho cuanto tiempo será. Entiendo que no será mucho ya que tengo que continuar la universidad, me han dado medio mes de retraso para empezarla debido a lo del accidente y la preparación del partido, no es mucho pero aún tenemos tiempo.
-He terminado -les corto la conversación- ¿Puedes ayudarme a bajar las maletas? -miro hacia Matheo, el asiente y me quedo a solas con mi madre-
-Cariño -abre sus ojos y de nuevo comienza a llorar- Te echaré de menos hija.
-Mamá volveremos en poco tiempo -intento desprenderme de sus brazos pero es imposible, me tiene sujeta- No me quedaré a vivir allí.
Al decir esas últimas palabras rompe en llanto, me asusto ya que jamás la había visto llorar así, cojo sus manos e intento tranquilizarla.
-Pronto se me pasará -asegura- Disfruta por todo aquello que te arrebataron cielo, sueña a lo grande y nunca te olvides de ser tú misma, eso es lo que nos enamora de ti.
-Te quiero -la abrazo con fuerza hasta que aparece Matheo y nos recuerda que en media hora sale nuestro vuelo-
Al subirme al coche recuerdo en la manera que todos se despidieron de mí, ayer Thomas y Melody me montaron una pequeña fiesta de despedida, y eso que solo me voy como mucho dos semanas. Aparecieron sus padres y me dieron una gran cantidad de regalos, cosas de decoración e incluso utensilios de cocina, me extrañó que fuera de ese estilo cuando siempre me han dado ropa y cosas de lujo, pero lo agradecí mucho ya que todo era precioso.
La familia de Matheo durante la comida de ayer no pudieron dejar de llorar, me miraban y sus lágrimas salían como una cascada. Les pregunté si ocurría algo y solo decían que nos echarían mucho de menos, en ese momento me pareció muy extraño pero no quise darle importancia y solo disfrutamos de la comida.
Al llegar al aeropuerto y pasar el control de seguridad me dirijo al que parece ser nuestro avión, Andrew coge mi mano y me lo niega, me extraña bastante ya que es de los únicos que hay en estos momentos. Lo sigo hasta que me encuentro con un viejo conocido, el piloto del avión privado de la familia Williams, es decir, de mi mejor amiga.
-No estoy entendiendo nada -lo miro- Por qué tiene que llevarnos él, podremos ir en el normal.
Coge mis maletas y se las cede al señor, sujeta mi mano y me lleva a la escalera para poder subir al avión, sirve una copa de champán y me la da.
- ¿Cuantos puntos te quedan por tachar en tu lista? -saco dos dedos ya que no puedo hablar a la vez que bebo- Está bien, vete tachando otro.
Aparece el piloto y me guiña un ojo, hace un gesto como si se estuviera poniendo una bufanda y mi cabeza comienza a ordenar las piezas del puzle mental que tengo. Mis dos últimos puntos son, ir de vuelta a Finlandia y mudarme a otro país. No me jodas.
- ¡Matheoo! -le doy un grito provocando que se le caiga la copa por encima- Como este avión vaya dirección a Finlandia te juro que te mataré.
-Entonces te lo negaré todo -se sirve otro vaso- Solo estamos dando vueltas al cielo, buena experiencia ¿verdad? Mira un pájaro -me señala la ventana, cuando lo único que vemos son nubes-
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vértigo y susurros
Teen FictionMaddie es una joven de veinte años que estudia medicina y en su tiempo libre es la capitana del equipo de vóleibol, siempre ha odiado a los jugadores de Rugby pero en especial a Matheo, el capitán del equipo y novio de Rachel, la persona más insopor...