vértigo y susurros

Capítulo 38 - Matheo

Hace unos días que Maddie estuvo por primera vez en mi casa y aún sigue su presencia. Mi madre no ha dejado de hablar de ella desde que salió por la puerta, asegura que con ella seré realmente feliz y sinceramente no me cabe la menor duda.

A veces paso tiempo conmigo mismo y me pregunto si ella será feliz a mi lado, si seré lo que en verdad busca. Estoy completamente seguro de que lo último que se me pasaría por la cabeza sería traicionarla o algo por el estilo, pero me da miedo que las cosas no funciones entre nosotros según vayan pasando los meses. Me gustaría decir que la magia que tenemos será duradera pero recuerdo lo que le pasó a Rachel y rápido se me esfuman las ilusiones, cuando realmente pensé que era su persona decidió ponerme los cuernos y hacerme creer que todo fue mi culpa, jamás me quiso, pero me hacía entender que sí.

Esta mañana he acompañado a Maddie a pasear tanto a Galleta como a Vértigo, aun pasa por mi mente en que habrá pensado para ponerle ese nombre, ya que yo le dije que pensará en algo que le hiciera feliz. La he visto muy nerviosa ya que mañana será el día de la semifinal, esta noche tendremos que irnos hacia el hotel para que nos dé tiempo a descansar. Quiere salir por la mañana a correr con Melody, es algo que hacen antes de cualquier partido importante.

Tanto mi familia como la de ella estarán allí para apoyarla, nuestras madres aún no han tenido la oportunidad de conocerse pero mañana pasarán el día entero juntas. Espero que tengan tan buena relación como la que tiene mi madre con su hija.

Nosotros terminamos la temporada de rugby antes de comenzar el verano, no tendré ningún partido más hasta que comience el curso nuevo, en mi caso será si decido seguir con el deporte. Siempre he pensado que sería mi futuro, seguir jugando como el capitán pero en unos equipos más superiores, pero ya no es lo que quiero. No me da miedo contárselo a la gente de mi alrededor, sé que me apoyarán, pero no podré decir nada hasta al menos dentro de cinco meses, ya que por desgracia mi apellido el cual pone en mi camiseta, está relacionado con mi padre. Y lo último que necesito es que él aparezca y me joda todo lo que he construido hasta ahora, él siempre insistió en que este sería mi futuro, me abriría muchas puertas y más mierdas que no recuerdo.

Pero el problema es que una noche amenazó a mi madre, tanto mi hermana como yo estábamos en nuestras habitaciones pero yo bajaba a por un vaso de agua y me enteré de todo. Gracias a mis logros alimento gran parte de la fama de papá por lo que si algún día decido mandarlo todo a la mierda el vendrá e intentará arruinarnos de la peor manera.

Intentaré hacerle creer que han sido ellos los que han decidido echarme del equipo para que así no pueda montar ningún espectáculo y deje a mi familia en paz... Pero para eso necesito tiempo, tanto para asimilarlo como para planearlo todo y que no salga nada mal.

- ¿Has preparado tus maletas? -aparece mi madre en mi habitación-

Hace unos días que dejé de dormir en el piso que tenemos Melody, Thomas y yo. No porque me encuentre incómodo, sino porque necesito mantener la mente despejada y mi madre siempre ha sabido ayudarme en eso.

-Sí, hace al menos tres días -río mientras pongo el marcapáginas para que no se me cierre el libro-

Desde el día que fui a comprarle libros a Maddie quise darle una oportunidad a la lectura, bueno eso y que ella me aseguró un total de cien veces de que no hay nada mejor que la literatura, sobre todo en la que los protagonistas se enamoran después de pasar tantos baches. Le hice caso, pero no en el género de los libros, yo me he decantado por libros de suspense y fantasía, me transmiten intriga y tensión, algo que no necesito cuando estoy intranquilo pero yo siempre he sido un poco masoquista.

-Todo irá bien, estoy segura de que pasará a la final -se sienta al borde de mi cama-

-No estoy tan seguro, sé que ella es muy buena... Pero te recuerdo que en su equipo está Rachel y sabe lo nuestro -toco el lomo del libro algo inquieto-