Capítulo 61 - Matheo

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Ayer era incapaz de conciliar el sueño por lo que me dediqué a escuchar música mientras en el hospital había un silencio poco acogedor. Tras varias canciones que ya reconocía comenzó a sonar una que me llamó la atención pero no había tenido la oportunidad de escucharla, la reproduje al menos cuatro veces y tras llorar un poco en soledad decidí añadirla a la lista, que ahora pertenece a Maddie. Sabía que en cuanto despertara podría verla ahí, ya que me llegó una notificación cuando ella apretó a la campanita de mi perfil.

¿Conocéis esa sensación cuando estás viendo una película que sabes que te destrozará la vida pero aun así la ves porque sabes que aunque llores te terminará gustado? Bien, así me sentía ayer. Me intentaba autoconvencer de que despertaría y todo terminará siendo un susto, pero un así miraba todas las fotos que tengo de ella, desde la que le hice en su piscina hasta la última que fue una que ella me mandó cuando estaba aburrida. No podía dejar de llorar mientras deslizaba hacia la derecha, no pude demostrarle todo lo que haría por ella, deseaba correr hacia ella y abrazarla hasta que mis brazos realmente sirvieran para algo. Joder suplicaba que si necesitaba un trasplante me pusieran el primero en la lista, no me importaba perder la vida por alguien que me la había dado.

Me bajo del coche y rebusco en mis bolsillos para encontrar las llaves de la casa de Maddie. Al entrar me encuentro a Galleta y a vértigo tumbados al lado de la puerta mientras lloriquean y lamen unas zapatillas de su dueña, podrán decir que no pueden comunicarse con nosotros, pero saben cuándo ha ocurrido algo. Y ellos han temido al igual que nosotros.

-Mamá está bien pequeños -los acaricio para que puedan sentir la tranquilidad- Venir, nos sacaremos una foto para mandársela, estoy seguro de que ella también os echa de menos.

                                                                         Foto 📸

Gruñona

No me mandes eso, estoy sensible.

Qué guapos :(

Subo a su habitación y mientras guardo lo que me ha pedido en una mochila voy tachando en la lista del móvil, ¿para qué quiere un espejo si tiene el baño al lado? Muevo la cabeza y continuo con la búsqueda, rebusco en su escritorio para buscar la quinta cosa cuando mi mano choca con una pequeña libreta.

Quizás me mate si lo hago, pero la curiosidad me puede. Abro por donde se encuentra el marcapáginas y comienzo a leer, es la lista que tanto ha nombrado.

Lista de sueños deseos

1.Ver las auroras boreales

2.Nadar con tiburones

3.Mudarme de país

4.Enamorarme

5.Tatuarme en un avión ✅

6.Hacerme la típica foto delante del Big Ben (nunca la he hecho a pesar de vivir aquí)

7.Volver a Finlandia

8.Ganar la final

Me ha dolido ver como la palabra "sueños" estaba tachada, sé que me dijo que todo había sido por culpa de Liam, pero ella se merece soñar en grande, por lo que cojo un bolígrafo y vuelvo a escribirlo encima de lo que ella misma había escrito. Me sale una sonrisa tonta al ver que a pesar de intentar borrar el punto cuatro lo ha marcado con un tic.

Cumpliré todas y cada uno de estos sueños, quizás no en ese orden pero ya que yo he sido el que ha hecho que dos de ellos ya estén cumplidos, solo tengo que continuar y hacer que al fin esta lista pueda pasar a la historia.

Le saco una foto con mi teléfono y termino de guardar las cosas, me despido de los perros y subo al coche. Volveré al hospital para poder darle todas sus pertenencias pero no podré quedarme mucho tiempo, tengo miles de tareas por hacer para cuando le den el alta.

-Te traigo toda tu casa -bromeo-

-Gracias -sonríe emocionada- ¿Has traído los libros? Por favor dime que sí o me moriré de aburrimiento entre estas cuatro paredes.

-Sí, los cinco que me pediste -los saco de la maleta- ¿Para qué tantos?

-No te metas en los asuntos ajenos -entrecierra los ojos y sonríe como nunca antes había sonreído-

Disfruto que a pesar de lo que ha vivido en menos de veinticuatro horas siga con ese estado de humor, me alegro de que mi pequeña no haya dejado de ser ella.

-Sé que no quieres que me vaya pero tengo que hacer muchas cosas -rozo su brazo-

-Andrew amor... -joder, nunca antes me había llamado así y me ha vuelto completamente loco- Necesito tiempo para leer, por supuesto que quiero que estés aquí conmigo, pero también quiero leer.

-Está bien -disimulo- Jamás me habían cambiado, es decir, sí por otro hombre, pero nunca por nada inerte.

-Créeme no te cambiaría ni por todos los libros del mundo -me mira- Tú eres mi historia favorita.

Me acerco a ella y bajo un poco las sábanas que la cubren, tiene parte de su estómago al aire por lo que dibujo sobre su piel mientras le dejo cientos de besos por toda su cara. Al mínimo roce su cuerpo se eriza, la miro y puedo ver que cierra los ojos, mientras que sus mejillas arden.

-No me mires así -me recrimina- Estoy llena de heridas lo sé, pero eso no quita que no quiera que me arranques la ropa.

-Joder -me sorprendo por su confesión-

- ¿Te recuerdo que has estado más de una semana fingiendo ser el novio de otra? -juega con mis manos- He tenido que compartirte.

-No me has compartido con nadie -vuelvo a besarla, pero esta vez con más fuerza- Siempre he sido tuyo.

Coge el cuello de mi camiseta y hace que tumbe la mitad de mi cuerpo sobre ella, deja besos húmedos por todo mi cuello y revoluciona mi pelo sujetándose a él. Su respiración se acelera y mi corazón busca el suyo.

-Vete -sonríe con disimulo- No seas mala influencia, estoy en el hospital.

-Llámame esta noche -le digo desde la puerta- Echo de menos despertarme junto a ti.

-Solo espérame -dice-

-Nunca dudes de ello -le guiño un ojo y salgo de la habitación-

Sus heridas tienen mejor aspecto que ayer, la dejan es observación ya que el golpe que recibió en la cabeza ha sido fuerte y tienen que descartar que empeore al pasar los días, y su pecho tampoco ha salido ileso... Han tenido que ponerle puntos, por suerte ha valido con los de pegar sobre la piel, pero eso no quita que tengan muy buen aspecto las heridas. Es muy valiente, yo ya habría tirado la toalla.

Me apresuro para llegar a casa y comenzar a hacer llamadas, me pasaré la tarde entera buscando por internet pero merecerá la pena. Todo lo que tiene que ver con ella la merece.

vértigo y susurrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora