Aún no me he recuperado del partido de esta mañana, ha sido como estar en un cuento atrapada hasta que al fin logras encontrar la salida. Pude controlar mis nervios para poder aguantar todo el partido en pie, y he salido beneficiada ya que gracias al remate que he hecho al final hemos pasado a la final.
Al terminar de comer el aperitivo que me dio Matheo me despedí de mis amigos y familiares y me fui con mis compañeras a comer a uno de los restaurantes más prestigiosos de esta zona. El entrenador estaba demasiado emocionado por lo que en un momento de locura quiso invitarnos a todas, sé que tiene el suficiente dinero para hacerlo pero eso no quita que no sea muchas personas a las cuales invitar.
Siempre he admirado a Robert, ya que a pesar de tener una carrera universitaria, que en este caso es la misma que la mía... Ha decidido perseguir su sueño y hacerse entrenador de las jugadoras de vóleibol, algo que mucha gente ha detestado durante mucho tiempo.
Siempre he soñado con ser médica, y al terminar la carrera sin duda ejerceré de ello. Salvar vidas siempre ha sido una prioridad desde pequeña, pero mi vínculo con la sanidad ha aumentado en el momento que mi padre falleció. Me gustaría poder darles un final algo más agradable, para aquellas personas que su final esté en el hospital.
Si todo va bien, el año que viene me ascenderán. Podré elegir entre seguir siendo capitana en una liga superior o por el contrario, convertirme en entrenadora de gran prestigio. Aún no sé qué haré, necesito tiempo para pensarlo y hablarlo con Melody, ya que si decido la segunda opción no jugaremos más juntas.
La comida ha estado increíble, al terminar los postres los cocineros y el chef han venido a despedirse de nosotras. Nos han dicho que han visto el partido, ya que lo han televisado en directo, y me han regalado un trofeo muy bonito que han estado guardando durante años. Les he dicho que no era necesario, pero me recordaron mis dos últimos puntos y con sus gestos supe que tenía que aceptarlo.
-Recuérdame cuales son las hormonas de la felicidad -me abraza por detrás Melody-
-Endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina -le recuerdo-
Siempre ha sentido admiración por estas hormonas. Recuerdo estar estudiándolas en mi habitación, en voz alta por supuesto, cuando apareció por la puerta y me dio un gran susto. Estuvo pidiéndome por horas que le hablara de ellas, y así fue.
-Creo que las tendré estimuladas al menos cinco días -ríe-
En dos horas he quedado con Matheo en la puerta del hotel, me ha dicho que desde ahí me llevará a un lugar muy bonito que ha descubierto. Pero mientras tanto, Melody y yo iremos a un muro que hay detrás de este restaurante en el que podremos sentarnos, hablaremos con tranquilidad de todo lo que ha ocurrido hoy.
-Aún me tiemblan las manos -las coloco sobre sus piernas- No soy capaz de creerme que haya hecho eso, delante de todo el mundo. Incluida su exnovia.
-Llevo conociéndolo desde hace años Maddie, y jamás me hubiera imaginado que sería capaz de hacer eso por alguien -termina de comerse el helado que se ha comprado-
-Desde el viaje a Finlandia he estado pensado todas la noches en que habrá ocurrido entre él y Rachel para que la relación termine -juego con mi pelo- No podría imaginarme a un Matheo arrogante y creído, pero mucho menos a uno con el corazón roto.
-Pregúntaselo -aclara- Sabemos alguna cosa suelta, pero tiene que entender que necesitas más información. Más ahora que estáis juntos -sonríe-
Revivo el momento cientos de veces en mi cabeza, ha sido algo sacado de un libro.
Decidimos levantarnos e ir hacia el hotel para poder cambiarme, no sé muy bien que haremos esta noche por lo que necesito que Melody me ayude con que ropa ponerme. En caso de que me lleve a un lugar de montaña y ella me haya dado ropa de baño podré acusarla a ella.
-He estado esperando hasta que pasara el partido Maddie -se sienta en la cama y me mira- Es hora de que me digas porque has llorado anoche.
Sabía que en algún momento ella buscaría explicaciones. Por su reacción supe que estaba deseando darme un abrazo, pero no lo hizo para que nadie sospechara nada, y se lo agradezco mucho. Pero ha llegado el momento de decírselo, muy a mi pesar, ya que Melody tolera muy poco a Rachel. Y mucho menos cuando se entromete en mi camino.
-Me dijo que no sabía dónde me estaba metiendo -me siento en el suelo frente a ella, para poder verla mejor- Estaba segura de que estaba con Matheo porque ella se había acostado con él.
-Joder que mente más perturbadora tiene -hace un gesto asegurándome que le da el mismo asco que a mí- ¿Nunca se cansará de intentar ser el centro del mundo? -niego con la cabeza-
-No lo sé Melody, tengo miedo de que intente meterse dentro de mi relación -comienzo a mover mis piernas- Sobre todo después de estar presente cuando Andrew hizo eso.
-Nos tendrás a tu lado gordita -roza mi cara- Matheo no se dejará influenciar por nadie. Además soy su vecina, podremos vigilar cualquiera de sus movimientos con solo asomarnos a la ventana de mi habitación.
-Gracias por estar a mi lado -tumbo mi cara en su mano-
-Para eso están las mejores amigas -se incorpora- Ahora vamos, comencemos a buscar algo que ponerte entre tu maleta y la mía.
Decidimos meter alguna prenda de ropa de más por si acaso surgía algún plan, y hemos acertado.
No tenemos un estilo muy parecido, si es verdad que cuando vamos a la universidad vamos las dos de trajes, pero al salir todo cambia. Ella está haciendo criminología, para después poder meterse al cuerpo policial. Por lo que sus clases están muy cerca de las mías.
- ¿Qué te parece este? -me enseña un vestido color verde pastel-
-Es bonito pero demasiado corto para mi gusto -ríe y lo guarda en la maleta-
Comienzo a tirar todas mis cosas por el suelo para dar con algo lo suficientemente bonito. Encontramos vaqueros con sudaderas, serían algo muy cómodo para la ocasión... Pero esta noche han subido las temperaturas y dudo que aguante el calor con tantas capas.
-Joder Maddie, ese es precioso -se asombra al ver un vestido blanco que roza mis tobillos, es ajustado y esta vez de tirantes-
-Aún no sé porque lo he metido en la maleta, pero me ha salvado la noche -reímos-
Me doy una ducha rápida, ya que si tardo mucho no me dará tiempo a perfeccionar las ondas de mi pelo con la espuma. Aún no comprendo como Melody es capaz de mantener ese rizo tan bonito durante veinticuatro horas. Es como si estuvieran sujetos por algo.
Esta noche he decidido que pondré dos mechones de pelo hacia atrás y encima le pondré un lazo del mismo color que el vestido, me pondré una chaqueta vaquera negra y unos playeros blancos. No me pondré mucho maquillaje, pero el poco que me ponga lo dejaré en manos de mi amiga.
-Siempre he pensado que esos vestidos no favorecían a la gente, pero amiga, tú eres la excepción -coloca su mano en la frente y continúa diciéndome piropos-
Me echa un poco de máscara de pestañas, colorete de un tono muy clarito y por último un brillo de labios rosa. Me levanto para poder mirarme al espejo y esta vez soy yo la que me piropeo.
-Melody, me has dejado increíble -la miro-
-Una siempre tiene que saber en qué lugar específico colocar el colorete -ríe- Había pensado en ponerte pintalabios, pero no duraría mucho en esos labios -me guiña un ojo-
-Eres una cabrona -cierro los ojos mientras intento ocultar mi risa-
Ha decidido acompañarme a abajo, se asegurará de dejar claro a Matheo de que quiere que llegue sana y salva. Y si puede ser sin una gota de alcohol en mi cuerpo, no quiere terminar la noche cubriendo mi frente con su mano mientras vomito en el baño del hotel.
![](https://img.wattpad.com/cover/370254789-288-k953121.jpg)
ESTÁS LEYENDO
vértigo y susurros
Teen FictionMaddie es una joven de veinte años que estudia medicina y en su tiempo libre es la capitana del equipo de vóleibol, siempre ha odiado a los jugadores de Rugby pero en especial a Matheo, el capitán del equipo y novio de Rachel, la persona más insopor...