Capítulo 35

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Kiara

Resalto mis labios con un labial mate y perfecto el delineado. Me aplico máscara de pestañas y una ligera capa de base y rubor.

En la entrada del baño se encuentre una fila que no estaba allí minutos antes. Camino mientras me paso el cabello hacia adelante. Esta noche decidí laciarlo y colocar el flequillo a un lado. Mi vestido es de una pasta rosa con un cinturón alrededor de la cintura.

Guardo el neceser dentro de mi bolso sobre la mesa del salón de maestros, este fue habilitado para los organizadores y personal de la fiesta, a su vez se utiliza para el almacén de las cajas de las decoraciones para ya finalizada la noche regresarlas al interior.

Cuando voy entrando a la cancha un grupo de adolescentes —que no deberían estar aquí — salen entre risas y empujones, pasan por mi costado y se pierden por los pasillos los cuales son apenas iluminados por las luces de colores provenientes del interior de la cancha.

Verónica quien se ocupa de vigilar la entrada, me estrecha contra sus brazos.

—¡Lo logramos! Sacamos adelante el baile. Mira lo animados que están todos —doy un vistazo entre los graduados. Y si que hay animo.

Todos saltan y cantan al compás de la música, en sus cabezas llevan sombreros de plastico en colores neones, los chicos visten corbatas fosforescentes y las chicas gigantescos lentes. Los accesorios son dados al entrar.

Hay una mesa de bebidas y cócteles sin alcohol y otra de bocadillos. Vasos rojos vuelan por los aires, así como latas.

La decoracion es típica y sencilla de un baile de secundaria en colores dorado, negro, azul y blanco. Hermosos arreglos de globos embellecen la estancia, confeti desparramado por el suelo y una alfombra roja llega desde la puerta de entrada hasta la pista de baile.

Una cabina de fotos se encuentra en la esquina, justo al lado de la tamarina montada hace unos días. Sobre esta la banda musical del instituto toca canciones que mantienen al público idiotizado.

A parte de la cabina de fotos, también hay figuras de cartón donde puedes colocar tu cara a la altura del agujero y tomarte divertidas fotografías con tus amigos.

Jess y Liam no perdieron la oportunidad y se hicieron una con los personajes de un ladrón y un policía. Yo tambien me tire unas cuentas con Verónica y el resto de chicas que contribuyeron a la organización del baile.

La mesa de bocadillos están equipadas con brownies, cupcake y un sin fin de delicias más preparadas por la panadería del pueblo.

Algunos padres del comité estudiantil toman asiento en las gradas, mientras inspeccionan la fiesta, asegurándose de que no haya nada fuera de lugar.

—Deberías estar en la puerta 

—Eso es lo de menos ¡Goza!

Después de la graduación los padres de Jess, ella, los míos y yo fuimos a almorzar en el restaurante favorito de su padre ya que era su cumpleaños, asimismo como nuestra graduación.

Horas antes, también habíamos acudido al teatro del campus a ver la obra de teatro: El fantasma de la Ópera protagonizada por mi querida hermana y mejor amiga: ¡Jess!

El teatro estaba a rebosar de gente y en cuanto las luces fueron apagadas, encendí el móvil y grabé todo el acto. O eso intenté, porque en un momento fue tanta la emoción de ver a mi mejor amiga actuar por primera vez que baje la cámara.

Generando cinco minutos de video hacia mis pies.

Fue un momento muy agradable y divertido. Rememoramos viejos tiempos, nuestros progenitores provocaron innumerables sonrojos de vergüenza en nuestras mejillas a causa de las incontables anécdotas de cuando éramos pequeñas.

Cartas en Febrero ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora