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Todo el clan gritaba eufórico al ver la entrada de los guerreros más jóvenes, entre ellos se encontraba Neteyam, el cual había concluido su Iknimaya teniendo éxito en su primer intento.
Además, en su primera cacería, se había convertido en el más joven del clan Omatikaya en matar limpiamente a un sturmbeest. La admiración en los rostros de su gente era evidente, y los vítores resonaban en el aire, llenos de orgullo y celebración. Neteyam avanzaba entre la multitud, con la cabeza en alto y una sonrisa de satisfacción en su rostro. Era el joven perfecto, el modelo a seguir para todos los demás. Los niños lo miraban con admiración y aspiraban a ser como él algún día, mientras que los adultos lo respetaban por su valentía y habilidad. Los guerreros más experimentados lo felicitaban con palmadas en la espalda y palabras de elogio.
Al llegar, su madre lo recibió con los brazos abiertos, con los ojos brillantes de orgullo y susurrándole palabras de elogio. Por otras parte, Jake, su padre, le dio una fuerte palmada en el hombro, ya esperaba este resultado.
—Bien hecho, hijo —dijo Jake, con una sonrisa que reflejaba su satisfacción
A su lado, estaban sus hermanos menores, Kiri, Lo'ak y Tuk, los cuáles miraban con admiración y alegría. Kiri, le sonrió con serenidad, revisando si no tenia alguna herida alrededor de su cuerpo, mientras Lo'ak, solo rodo los ojos soltando una pequeña sonrisa.
—¡Te felicito skxawng! —exclamó Lo'ak.
La pequeña Tuk, con su ternura habitual, se aferró a su pierna y lo miró con ojos grandes y brillantes.
—¡Neteyam, eres el mejor! —dijo Tuk, con su voz llena de inocencia y adoración.
Neteyam estaba feliz, por complacer los deseos de sus padres y dándole confianza a su clan. Después de todo, eso era lo que todos esperaban de él: perfección.
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—¿Comprometido?
Esa noticia lo tomó por sorpresa. Sus padres se veían emocionados por tal revelación; su hijo había cumplido los 18 años y aún no había logrado conseguir pareja. Bueno, en realidad, siempre terminaba rechazándolas.
—Nawm ha sido la mejor elección, sus padres están de acuerdo —habló Jake esta vez, con firmeza.
Neteyam permaneció callado, sin saber cómo reaccionar ante tal noticia. Miró a sus padres y trató de formar una sonrisa, un esfuerzo para hacerles saber que todo estaba bien, aunque en su interior, las cosas no estaban saliendo bien.
—Hijo, sabemos que esto es un gran paso, pero confiamos en ti —dijo Jake, dándole una palmada en el hombro.
—Nawm es una excelente elección, ella te ayudará a ser un líder aún mejor —añadió Neytiri con una mirada alentadora.
