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La había besado.
T/n dio un par de golpes en el pecho del Na'vi, pero parecía inútil, era como si golpeara una roca. No sabía qué más hacer; aquel acto la había tomado completamente por sorpresa. Intentaba alejarse, pero algo dentro de ella se lo impedía.
Sentía su estómago revolverse al mismo tiempo que el aroma de Neteyam la embriagaba. El olor a tierra y madera, mezclado con un rastro de sudor, era tan distinto de cualquier cosa que hubiera experimentado. Cada vez que inhalaba, parecía que sus sentidos se llenaban de él. La confusión y el miedo se mezclaban con algo más, algo que no podía identificar. Sus golpes se volvieron más débiles, menos decididos, mientras su mente intentaba procesar la marea de emociones que la invadían. Neteyam no aflojó su agarre del rostro de la chica , sus manos grandes y firmes la sostenían con posesividad y desesperación. Sus labios, torpes y hambrientos, exploraban los suyos con una urgencia que la desarmaba.
Sin más, T/n dejó de luchar; un impulso de necesidad se apoderó de ella. Cerró sus ojos y posó sus brazos sobre los hombros del Na'vi. Neteyam vio esto como una señal y colocó sus grandes manos en la pequeña cintura de la chica, atrayéndola hacia él.
El beso comenzó torpe y apresurado. Los labios de Neteyam chocaban contra los suyos con una intensidad que la dejaba sin aliento. Sentía su respiración caliente y errática, como si el Na'vi estuviera luchando por mantener el control de sus acciones. Sus labios eran firmes y demandantes, se movían con un deseo que encendía aun mas la situación.
Pero poco a poco y sin darse cuenta, T/n tomó el control. Sus manos se deslizaron desde los hombros de Neteyam hasta enredarse en su cabello trenzado. Guiada por una fuerza interior que ni ella misma comprendía, suavizó el beso, haciendo que sus labios se movieran con más precisión y menos urgencia.
Sus labios se movieron sobre los de Neteyam con una cadencia más lenta y deliberada. Explorar su boca con una suavidad que contrastaba con la ferocidad inicial de él. Los labios de T/n eran más suaves, más seguros, y Neteyam respondió a ese cambio, adaptándose a su ritmo.
Las manos de Neteyam en su cintura se apretaron ligeramente, acercándola aún más. T/n no pudo evitar soltar un pequeño quejido que provoco que las orejas puntiagudas del Na'vi se levantarán enseguida.
—Ma' T/n... —Suspiro
Se separaron y se miraron, ambos agitados y expectantes. La respiración de T/n era irregular, su corazón latía con fuerza en su pecho. Sus ojos buscaban respuestas en los de Neteyam, tratando de entender qué significaba todo aquello.
