Luz 𝓎 Sombra ᩡ ݂ jaedo ׄ ׅ

𝟷𝟶

Suspiros llenos de pasión y lujuria resonaban en la habitación, creando una sinfonía íntima que envolvía cada rincón. Era un atardecer mágico, el sol se deslizaba suavemente hacia el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados que se filtraban a través del gran ventanal de la habitación. La luz dorada acariciaba las cortinas de gasa, proyectando sombras danzantes sobre las paredes y el suelo.

A través del ventanal, el cielo vespertino se desplegaba en un manto de tonos pastel, añadiendo un toque de encanto a la escena. Los rayos de sol se deslizaban con delicadeza sobre los muebles y la cama, resaltando los detalles de la colcha y las almohadas desordenadas.

Las respiraciones de ambos eran irregulares, rápidas y pesadas. La habitación resonaba con fuertes gemidos, gruñidos y susurros de placer provenientes de los dos. Era un acto que, sin duda, sería condenado si alguien más llegara a descubrirlo.

Los dos se encontraban enredados en la amplia cama de seda que ocupaba un rincón de la habitación, sus cuerpos ansiosos buscaban desesperadamente el contacto del otro.

Él sonreía mientras se acomodaba en su regazo, sus largos brazos rodeaban su cuello. Sus dedos acariciaban su suave cabello mientras su beso se volvía más apasionado y desesperado.

Mientras sus labios se movían desesperadamente, soltaba un suave gemido, su cuerpo se movía más cerca del suyo, anhelando sentir su calidez y suavidad.

Se apartaba un poco, dejando escapar un suspiro tembloroso.

Gemía desesperadamente ante el delicioso contacto, su cuerpo se arqueaba hacia el suyo, anhelando más de su calor y su piel suave.

Sus dedos se enredaban en su pelo con fuerza, sus uñas se clavaban ligeramente en su cuero cabelludo, mientras su respiración se entrecortaba y su corazón latía apresuradamente.

Cuando se detenían repentinamente, soltaba un pequeño gemido de protesta, su cuerpo necesitaba desesperadamente más de él.

-¿Por qué... nos detenemos?.- No obtuvo respuesta.-¿Otra vez pensando en Doyoung?

Hoshi bajó del regazo de Soohyuk y se acomodó a su lado en la cama, visiblemente molesto. Aunque intentaba ocultarlo, su semblante revelaba una mezcla de frustración y decepción.
Porque él sabía que la verdad era que, sí, Soohyuk había estado pensando en su esposo.

-Amor, te he dicho que es el momento de dejarlo-

-No es fácil, tú no eres quién tiene que dar explicaciones a él y a los medios- Contestó.

-Te he dicho que no te dejaré sólo, incluso podemos salir a hablar los dos- Sugirió.

-Cariño, eso sería demasiado desvergonzado de nuestra parte-

-No más de lo que ya hemos hecho-Le recordó.

Y con el silencio de Soohyuk se dio por terminada la conversación.
Los dos habían decidido dejar para otra noche sus horas de sexo. Esta noche platicarían simplemente de cómo su vida mejoraría si Soohyuk terminara su relación con Doyoung...