Luz 𝓎 Sombra ᩡ ݂ jaedo ׄ ׅ

𝟷𝟽

Soohyuk y Hoshi, se encontraban en la cabaña del primero, un refugio apartado de la ciudad donde podían estar juntos sin ser vistos.
Era temprano por la mañana, y los rayos del sol se filtraban por el gran ventanal del techo, pintando de luz dorada el ambiente cálido de la cabaña.

Soohyuk se movía con tranquilidad en la cocina, preparando el desayuno para ambos, mientras Hoshi, sentado a la mesa, lo observaba con una expresión pensativa.
Cortaba las frutas meticulosamente, pero su mente estaba en otro lugar.

-Cielo, ¿cuánto tiempo más seguirás así? Te dije que pensaras en lo que te había comentado -habló finalmente, rompiendo el silencio tenso que había llenado la habitación.

El Alfa dejó escapar un suspiro pesado mientras ponía las frutas en un plato. -Lo sé, Hoshi. Pero entiende que un divorcio no es nada sencillo, menos al ser figuras públicas. -admitió con pesar, sintiendo el peso de su propia traición.

Hoshi lo miró fijamente, sus ojos llenos de preocupación y un toque de reproche. -Eso es lo de menos, estamos engañando a Doyoung y a tu hijo. No puedes seguir ignorando eso. -dijo con voz firme, expresando su desaprobación.

Soohyuk apoyó las manos en la encimera de la cocina, sintiendo cómo se intensificaba el conflicto dentro de él. -No es tan simple. Doyoung y yo... ya no somos lo que éramos. -murmuró, tratando de justificar sus acciones.

Hoshi se levantó de la mesa y se acercó a él, buscando conexión en medio del caos emocional. -No es solo sobre Doyoung. Es sobre ti, sobre nosotros. -dijo con tristeza, sintiéndose como un secreto vergonzoso que no podían compartir abiertamente.

El Alfa cerró los ojos, luchando con sus propios demonios internos. -Lo sé, Hoshi, créeme que si yo hubiera sabido que tú eras mi omega jamás me hubiera casado con él, pero mientras tanto no puedo hacer nada, los demás dirán muchas cosas y eso me asusta.-admitió con honestidad, su voz cargada de culpa y miedo.

Hoshi lo miró con determinación, sintiendo que ya era hora de hablar con franqueza. -¿Y qué hay de nosotros? ¿No merecemos algo más que estar siempre escondidos? -preguntó, buscando respuestas que tal vez no estaban listas para enfrentar.

Soohyuk se pasó una mano por el cabello, sintiéndose atrapado entre dos mundos irreconciliables. -No quiero lastimarte, Hoshi. Pero tampoco puedo perder todo lo que he construido. -confesó, su voz temblorosa con el peso de sus decisiones.

Hoshi asintió lentamente, aceptando que las cosas no cambiarían de la noche a la mañana. -Te prometo que encontraremos una solución. Pero no puedo seguir viviendo en la sombra. -dijo con tristeza, anhelando una vida donde pudieran amarse libremente.

El Alfa lo abrazó con fuerza, sintiendo el peso de sus decisiones sobre sus hombros. -Lo sé, amor. Te prometo que encontraremos una salida, pero tenemos que ir desapacio. -murmuró, con una promesa que apenas podía mantener; para después empezar a desayunar.

Después de un desayuno lleno de silencio tenso, Soohyuk decidió cambiar el tono de la conversación. -Hoy será un día diferente. Te llevaré a pasear por todo Seúl. Necesitamos un momento para nosotros, ¿de acuerdo? -propuso, tratando de aliviar la tensión con un gesto de cariño.

Hoshi sonrió débilmente, agradecido por el gesto pero aún con el peso de la realidad sobre sus hombros. -Eso sería agradable. -dijo con sinceridad, deseando que pudieran hacer esos paseos siempre que quisieran y sin miedo alguno.

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Después de alistarse, Soohyuk y Hoshi se dirigieron al auto que Soohyuk había "tomado prestado" de Doyoung desde hacía días, los mismos días en los que no había regresado a su casa. Subieron al lujoso vehículo con una sonrisa cómplice y pronto estaban en camino para disfrutar de un día juntos.