Luz 𝓎 Sombra ᩡ ݂ jaedo ׄ ׅ

𝟸𝟷

Jaehyun despertó sintiéndose bastante cansado después de haber hablado con Doyoung por llamada hasta altas horas de la noche.
Aunque había sido una conversación necesaria y reconfortante, el agotamiento se hacía evidente en su rostro.
Sin embargo, el plan del día lo motivaba: pues pasarían el día juntos en su casa, mientras Jungwoon y Haechan se ofrecían a cuidar a Hangyul.

Le envió un mensaje a las encargadas de la casa, pidiéndoles que prepararan algo especial para la llegada de Doyoung.

"Buenos días, ¿podrían preparar algo delicioso para desayunar? En una hora llegará alguien especial" escribió Jaehyun antes de levantarse de la cama.

Se arregló rápidamente y salió a comprar algunos bocadillos, asegurándose de elegir las cosas que sabía que a Doyoung le gustaban.
Después, se dirigió a su casa para recogerlo. Al llegar, se alegró de ver que los ojos de Doyoung ya no estaban hinchados y que lo saludaba con una sonrisa.

—Hola, Jaehyunnie —dijo Doyoung, su tono más alegre que la noche anterior.

—Hola, bonito. Me alegra verte mejor —respondió Jaehyun, devolviéndole la sonrisa mientras lo ayudaba a subir al auto.

El viaje a casa de Jaehyun fue tranquilo, con una conversación ligera que ayudó a aliviar cualquier tensión residual. Al llegar, fueron recibidos por las encargadas de la casa, quienes los saludaron cordialmente.

—Doyoung, ¿por qué no vas a la cocina? Hay algo especial esperándote —sugirió Jaehyun con una sonrisa.

Mientras Doyoung se dirigía a la cocina, Jaehyun aprovechó para hablar con las empleadas.

—Pueden tomarse el día libre. Gracias por su ayuda —les dijo, recibiendo sonrisas agradecidas a cambio. Las empleadas lo amaban precisamente por estos gestos de consideración.

En la cocina, Doyoung encontró una mesa puesta con un desayuno delicioso, preparado con esmero. Jaehyun se unió a él y juntos se sentaron a desayunar, disfrutando de los bocadillos que Jaehyun había comprado.

—Esto está delicioso. Gracias por todo —dijo Doyoung mientras probaba una de las delicias preparadas.

—Me alegra que te guste. Quiero que te sientas bien aquí y que sea un lugar donde puedas relajarte —respondió Jaehyun, mirando a Doyoung con cariño.

Después de desayunar, se trasladaron a la sala, llevando consigo algunos bocadillos adicionales. Jaehyun puso una película, y ambos se acomodaron en el sofá, dispuestos a disfrutar de un día tranquilo.

—¿Qué te gustaría ver? —preguntó Jaehyun, pasando por las opciones de películas.

—Algo ligero, una comedia quizás. Necesito reírme un poco —sugirió Doyoung estirándose.

—Perfecto, tengo justo la película indicada —dijo Jaehyun, seleccionando una comedia que sabía que a Doyoung le encantaría.

Mientras la película avanzaba, Doyoung se encontró cada vez más relajado. La risa que provocaban las escenas cómicas llenaba la sala, creando un ambiente acogedor y despreocupado. En un momento de pausa, Doyoung se giró hacia Jaehyun, observándolo con gratitud en sus ojos mientras se acurrucaba más a él.

—Jaehyun, de verdad, gracias por todo esto. No sabes cuánto significa para mí —dijo Doyoung, con voz suave y sincera.

Jaehyun sonrió y acarició la mano de Doyoung para después besarla, sintiendo la calidez de su piel.

—No tienes que agradecerme. Estoy aquí para ti, siempre —respondió Jaehyun, mirándolo con ternura.

Doyoung se inclinó hacia Jaehyun y le dio un beso suave. Sus labios se encontraron en un gesto lleno de cariño y alivio, un momento que ambos habían añorado. El beso fue tierno y prolongado, transmitiendo más de lo que las palabras podían expresar.