Luz 𝓎 Sombra ᩡ ݂ jaedo ׄ ׅ

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Esa mañana Yuta, Jackson, Jungwoo, Haechan y Mark se habían reunido nuevamente.
Los rostros de Jackson y Yuta reflejaban estrés y temor visibles mientras escuchaban el audio de la grabación que habían conseguido.

La grabación había dejado a todos con una sensación de urgencia y desesperación. Mientras el audio se reproducía, la atmósfera en la habitación se volvía cada vez más tensa. Los ojos de Jackson y Yuta estaban llenos de miedo, temiendo lo peor para Doyoung.

—Esto es peor de lo que imaginábamos —dijo Yuta, su voz temblorosa mientras el audio continuaba.

—Sí, mucho más allá de lo que pensábamos —respondió Jackson, incapaz de ocultar su ansiedad.

Finalmente, el audio terminó, tenían que hacer algo para ayudar a Doyoung antes de que fuera demasiado tarde. Se habían decidido a volver a llamar a Doyoung y contarle la verdad sobre Jaehyun y su pasado, con la esperanza de que esto le diera a Doyoung el conocimiento que necesitaba para escapar.

Jackson tomó el teléfono y, con una mezcla de determinación y nerviosismo, marcó el número de Doyoung. La llamada fue contestada rápidamente.

—Doyoung, soy Jackson —dijo con voz grave—. Tenemos que hablar contigo sobre Jaehyun. Hay algo muy importante que necesitas saber.

—¿Qué pasa? —preguntó Doyoung, su voz cansada y con un dejo de preocupación.

—Jaehyun tiene un historial oscuro —comenzó Jackson—. En el pasado, se obsesionó con su ex pareja. Llevó a cabo cosas horribles, como manipularlo y controlarlo. Sabemos que esto es difícil de escuchar, pero es importante que sepas que Jaehyun no es quien parece ser.

Mientras Jackson hablaba, la puerta de la habitación se abrió lentamente y Jaehyun apareció con una sonrisa en el rostro. Sin hacer ruido, se acercó a Doyoung, quien estaba sentado en la cama con el teléfono en la mano. Jaehyun colocó una bandeja con comida en la mesa de noche y se acercó a Doyoung, susurrando en un tono engañosamente suave.

—¿Hablando con alguien, amor? —preguntó Jaehyun con una sonrisa—. ¿Tienes hambre? Te he traído algo para comer.

Doyoung, sorprendido y asustado, intentó ocultar su nerviosismo mientras Jaehyun le ofrecía el plato. La comida parecía estar destinada a mantenerlo sedado. Sin poder resistir la tentación, Doyoung comenzó a comer con lentitud.

Jackson y Yuta, que estaban en la llamada, escucharon los pasos de Jaehyun y el sonido de la bandeja siendo colocada en la mesa. La situación se volvió más desesperada. Mientras Doyoung comía, Jaehyun se acercó y le dijo en voz baja.

—Termina de comer y luego descansa, mi amor, saldré un rato.

La tensión en la llamada aumentó cuando Doyoung, después de comer, comenzó a sentir el sueño apoderarse de él. Con gran esfuerzo, trató de mantenerse despierto.

Jaehyun observó a Doyoung con una sonrisa satisfecha mientras el sueño comenzaba a vencerlo. Luego de asegurarse de que Doyoung estaba completamente dormido, Jaehyun salió de la habitación y dejó la casa sin hacer ruido.

Apenas Jaehyun salió de casa, Doyoung, con pocas fuerzas, se levantó de la cama y se dirigió rápidamente al baño. Se arrodilló frente al inodoro y vomitó con desesperación, eliminando lo que pudo del sedante que Jaehyun había utilizado para mantenerlo bajo control.

Con el aliento entrecortado, Doyoung se acercó al teléfono y susurró con la voz aún temblando:

—Estoy aquí.

Del otro lado de la llamada, los chicos escucharon la voz de Doyoung con alivio. Continuaron contándole todo lo que sabían sobre Jaehyun y su pasado, asegurándose de que Doyoung entendiera la gravedad de la situación. Doyoung, ahora al tanto de todo, escuchó atentamente mientras se le revelaban los detalles más oscuros sobre su pareja.

Al fin la llamada terminó con Doyoung completamente informado. Los amigos de Doyoung, aún preocupados, se despidieron de Mark, quien había ofrecido su casa como punto de encuentro. Aquel día la despedida entre Mark y Haechan fue particularmente emotiva, sobre todo para Mark, con su lobo interior inquieto como si presintiera un peligro cerca, pero tras abrazos largos y silenciosos, se despidió de Haechan con una mezcla de tristeza y mucha preocupación.

En el camino de regreso, Haechan se sintió inexplicablemente ansioso, aunque no podía identificar la causa. La sensación de inquietud lo acompañó mientras se despedía de sus amigos y se dirigía a casa.

Esa noche, Jungwoo y Haechan se quedaron en casa, esperando un poco de tranquilidad. Sin embargo, la tranquilidad fue interrumpida por un golpeteo en la puerta a primera hora de la mañana. El reloj marcaba las 8, una hora inusualmente temprana, ya que normalmente Johnny llegaba con el desayuno a las 9.

—¿Puede ser Yuta y Jackson? —se preguntó Jungwoo, pero al revisar sus teléfonos, vio que no había mensajes ni llamadas de ellos.

Al abrir la puerta, se encontró con Johnny, acompañado por Jaehyun. La presencia de ambos causó un escalofrío instantáneo en los
jóvenes.
Johnny y Jaehyun entraron con sonrisas que no parecían amables.

—¿Qué pasa? —preguntó Jungwoo, su voz temblorosa—. ¿Por qué están aquí tan temprano?

Johnny miró a Haechan con una expresión que daba miedo.

—Queremos hablar con Haechan —dijo Johnny, su tono formal pero amenazador.

Haechan, sintiendo miedo salió de la casa, sin saber lo que le esperaba. Jungwoo, sintiendo una creciente inquietud, escuchó a Johnny decir en un tono bajo:
—Cierra la puerta y no salgas si no quieres terminar muerto.

Jungwoo, aterrado, cerró la puerta con un clic seco, quedándose en el interior mientras el sonido de pasos y gritos provenientes de fuera comenzaron a llenar el aire. La desesperación de Haechan se hizo evidente cuando Jungwoo escuchó golpes y su grito de ayuda. Pero, al intentar abrir la puerta, se dio cuenta de que había sido cerrada desde afuera.

Desde la ventana, Jungwoo vio la gran camioneta negra alejarse, llevándose a Haechan con ella. Con lágrimas en los ojos y la desesperación en el corazón, Jungwoo tomó su teléfono y llamó a Yuta y Jackson, pero no hubo respuesta. En medio de su desesperación, el celular de Haechan vibró, mostrando el número de Mark. Jungwoo contestó con voz entrecortada y desesperada:

—Se lo llevaron... se han llevado a Haechan, Mark.