𝟸𝟾

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Doyoung observaba a Soohyuk con una mezcla de incredulidad y furia. Sus manos temblaban mientras se aferraba al borde de la mesa de la cocina, tratando de contener la oleada de emociones que amenazaba con desbordarse. El silencio tenso llenaba la habitación, roto solo por la pesada respiración de ambos hombres.

— ¡¿Qué mierda, Soohyuk?! ¿Se supone que todos los días debes dejar a Hangyul en la maldita puerta de la guardería? — Doyoung finalmente estalló, su voz resonando con desesperación y enojo reprimido.

Soohyuk bajó la mirada, incapaz de soportar el dolor en los ojos de Doyoung. Sabía que había cometido un error imperdonable.

— Ese es el problema... — murmuró Soohyuk, sintiéndose pequeño bajo la mirada acusadora de Doyoung.

— ¿Qué? — Doyoung se acercó rápidamente, sus ojos llenos de lágrimas y una mezcla de confusión y miedo en su expresión. — ¿Qué dijiste?

Soohyuk tragó saliva, luchando contra el nudo en su garganta. No quería admitirlo, pero no tenía otra opción. Las palabras salieron de sus labios con pesadez.

— Es que... yo no lo dejo en la entrada... — explicó Soohyuk, sus palabras resonando en el aire como una confesión de culpa. Quiso retroceder en el tiempo y corregir su terrible decisión.

Doyoung retrocedió como si lo hubieran golpeado físicamente. La incredulidad se transformó rápidamente en una ira abrasadora.

— ¿Estás bromeando, verdad? — Doyoung negó con la cabeza, negándose a aceptar lo que estaba escuchando. Sus manos se cerraron en puños, sus uñas clavándose en sus palmas. — No me jodas, Soohyuk. ¿Qué esperabas que sucediera? ¿Que Hangyul tomara un auto y fuera solo a la guardería? ¡Es un niño, Soohyuk! — Su voz se elevó, la desesperación y la ira vibrando en cada palabra.

Soohyuk sintió como si un peso aplastante se hubiera instalado sobre su pecho. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras trataba de articular una disculpa, pero las palabras se atascaban en su garganta.

— Perdóname... — murmuró Soohyuk, su voz apenas un susurro ahogado por el torrente de emociones. — Él siempre estaba ahí con su amiguito, pero hoy... hoy no estaba y como se me hacía tarde decidí dejarlo esperando ahí y...

Antes de que pudiera terminar de hablar, Doyoung lanzó un puñetazo contra el pecho de Soohyuk. El impacto resonó en toda la cocina, pero el golpe físico palideció en comparación con el dolor emocional que Soohyuk sentía. Retrocedió, sorprendido y herido, mientras las lágrimas corrían por su rostro.

— ¡Pudiste haberlo dejado en la maldita guardería esperando a su amigo, Soohyuk! ¡¿Qué te pasa?! — Doyoung gritó, su voz quebrada por la desesperación mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Soohyuk se quedó en silencio, con la mirada fija en el suelo. Se sentía completamente deshecho por dentro. No había excusas que pudieran mitigar el daño que había causado.

Doyoung y Soohyuk se vieron obligados a enfrentar la noche con un dolor creciente y una incertidumbre que los consumía. Llamaron desesperadamente a todos los contactos que pudieran tener alguna pista sobre Hangyul, pero cada llamada resultaba en una decepción más profunda. Ninguno de sus amigos o familiares había visto al pequeño desde que lo dejaron en la guardería, y eso solo aumentaba su desesperación.

Finalmente, exhaustos por la angustia y la falta de respuestas, Doyoung y Soohyuk se retiraron a su habitación. Se acostaron juntos en silencio, sus cuerpos separados por la distancia emocional que se había profundizado entre ellos esa noche. Las sábanas se sentían más frías de lo normal, y el vacío en la cama era una presencia tangible que los envolvía.

Luz 𝓎 Sombra ᩡ   ݂ jaedo ׄ   ׅ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora