𝟷𝟺

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—A ti.

Las palabras quedaron suspendidas en el aire por varios segundos.
Jaehyun lo miraba incrédulo, la sorpresa reflejada en su rostro, aunque no tardó en recuperar una expresión neutral, como si no hubiera oído nada.
Por un instante, Doyoung temió sólo haber imaginado todo, ya que Jaehyun no respondía ni mostraba ninguna reacción.

Jaehyun suspiró y negó con la cabeza, llevando una mano al brazo del omega para sujetarlo firmemente mientras se acercaba a su oído para susurrarle algo. Doyoung se tensó ante la cercanía, pero se relajó al sentir el característico olor del alfa.

—Te llevaré a casa.

Esa no era la respuesta que esperaba; se giró para mirar a Jaehyun, buscando algún rastro de broma pero no encontró más que vacío en su mirada. ¿Lo había enfadado con su confesión?
Tenía sentido considerando que apenas se estaban conociendo y no querían anticiparse. Tenía más sentido aún si recordaba que Jaehyun sabía que estaba casado y tenía un bebé... lamentablemente, Doyoung no estaba pensando en nada de eso en ese momento.

Doyoung simplemente estaba mirando el cuerpo delgado y delicado del alfa, su piel blanca y suave, sus facciones agudas y masculinas, sus ojos penetrantes, sintiéndose hambriento, y no encontraba una buena razón para no intentar llevar a Jaehyun a la cama. Ladeó la cabeza y formó un puchero; no quería enfadar al chico, pero tampoco quería irse sin obtener algo ya que había llegado tan lejos. Había reunido el valor para confesarse y ya no quería echarse atrás. ¿Cuándo mejor que en ese instante en el que nada lo asustaba, nada lo intimidaba y mucho menos le importaba?

Esa noche era perfecta para olvidarse de valores, moral, ética, de su familia y de todo.

—No quiero ir a casa —protestó, acercándose más a Jaehyun—. Todavía no.
—Avísale a Jungwoon que te vas sin él —ordenó ignorando los pucheros y ojos de cachorro de Doyoung—. Yo llamaré a tu espo...
—¡No! —exclamó de repente, sorprendiendo por segunda vez a Jaehyun—. Por una noche, sólo por una noche... no pienses en él...
—¿De qué hablas ahora? —cuestionó Jaehyun, apretando más el brazo del omega—. Ya vámonos.

Sin darle tiempo a responder, Jaehyun lo jaló del brazo y comenzó a caminar rumbo a la salida, arrastrándolo con él. Doyoung intentó soltarse del agarre del alfa, pero no estaba en sus plenas facultades; se dejó llevar, resignado, caminando a tropezones debido a la falta de coordinación por el exceso de alcohol. Después de abrirse paso entre la multitud, finalmente se encontraban afuera del bar, solos en la calle vacía.

Doyoung se detuvo de golpe, haciendo que Jaehyun se detuviera también, y aprovechó ese instante de confusión para liberarse de su agarre. Como era de esperarse, Jaehyun se dio la vuelta dispuesto a tomarlo de nuevo, pero Doyoung no le dio tiempo: llevó ambas manos a las mejillas del alfa y juntó sus labios a los de Jaehyun con urgencia, muy diferente a los besos que habían compartido antes. Jaehyun no tardó en reaccionar, separándose de él. En cuanto Doyoung abrió los ojos, se encontró con la mirada sorprendida del alfa, la respiración irregular, el ceño fruncido y los labios entreabiertos, los ojos negros expresando... algo que Doyoung no podía descifrar. Pero no parecía algo malo, o eso le parecía al omega.

—¿Por qué eres así conmigo? —inquirió luego de reírse levemente—. ¿Te divierte provocarme?
—Ya podremos hablar en otro momento, estás ebrio.
—¿Te divierte sí o no?
—Quiero que le avises Jungwoo que te vas, Doyoung.
—Y yo quiero que me respondas.
—No hago nada por provocarte —se rindió Jaehyun, suspirando—. Si quisiera provocarte, créeme que lo haría y de todas maneras no me divierte hacerlo si luego no puedo hacer nada —continuó Jaehyun ante el silencio de Doyoung—. Esperaba hacer esto en algún momento, pero no así.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó en un hilo de voz.
—Que quiero follarte desde que te vi, pero no lo haría hasta que no me lo pidieras.

Luz 𝓎 Sombra ᩡ   ݂ jaedo ׄ   ׅ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora