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Jaehyun bajó del auto y se acercó a la gran casa, tocando el timbre automático para avisar a Johnny que ya estaba ahí. Las puertas se abrieron, y él entró, siempre impresionado por la magnitud de la propiedad, aunque ya la conociera bien. Al llegar a la puerta principal, fue recibido por una empleada.

—Buen día —dijo ella, con una sonrisa cortés—. Adelante, el joven lo espera en su habitación.

—Buen día, gracias —respondió Jaehyun amablemente, y siguió el camino que ya conocía.

Cuando llegó a la habitación, ni siquiera tocó la puerta; simplemente la empujó y encontró la habitación vacía, salvo por Johnny, quien estaba fumando en el gran balcón. Jaehyun se acercó y se apoyó también en la barandilla.

—Hola, John.

—¿Cómo va todo, Jae? ¿Vienes a vigilar a tus prisioneros? —preguntó Johnny riendo.

—Ya me aseguré de verlos, están bien advertidos —respondió Jaehyun, riendo también.

Johnny sacó un cigarro y se lo extendió. Jaehyun lo encendió, y ambos se relajaron en silencio durante un rato, disfrutando de la vista y el tabaco.

Finalmente, Johnny rompió el silencio.
—¿Y cómo va todo con Doyoung? ¿Ya hay avances?

—Algo. Después de deshacerme de Soohyuk, pensé que todo se iría a la mierda, pero hemos avanzado un poco. Por suerte actué a tiempo con el imbécil de Jungwoo, sino ya estaría hundido.

—¿Qué pasó? Solo sé que aquel se había entrometido en algo, pero nunca me dijiste en qué.

—Ah, es que el idiota no fue tan idiota y descubrió las cámaras en casa de Doyoung y apagó cada jodida cámara. Incluso me amenazó diciéndome que me alejara de él. ¿Qué se cree?

Johnny se carcajeó, incrédulo.
—¿Es en serio? —dijo aún riendo—. Por dios, pues en serio tan idiota no fue, mira que encontrar cada una de esas malditas cámaras.

—Ya lo sé. Por eso mismo te lo mandé. Es una rata.

Johnny siguió riendo, pero luego se puso más serio.
—Oye, Jae, ¿por qué estás tan aferrado a Doyoung? ¿Cómo estás seguro de que no es un capricho?

—Él es mi predestinado. Ambos lo sabemos —respondió Jaehyun, soltando el humo del cigarro.

—¿Es en serio? —preguntó sorprendido Johnny, a lo que Jaehyun solo asintió mirándolo—. Wow, y pensar que antes te molestábamos diciendo que era imposible que el gran y temible Jaehyun tuviera un predestinado.

Jaehyun rió, rodando los ojos.
—Ese fue mi verdadero trauma.

—¿Y ya lo marcaste o...?

—No puedo hacerlo aún.

—¿Por qué? —preguntó de nuevo Johnny, viendo cómo poco a poco la conversación empezaba a tornarse más seria.

—Si lo hago, él sabrá lo que siento con exactitud. No puedo dejar que esté consciente de lo que estoy a punto de hacer hasta no estar cien por ciento seguro de que no hay nadie entre nosotros —explicó Jaehyun, serio.

—No entiendo, Jae.

—Que si algún idiota piensa acercarse a él, querré matarlo. Y si él estuviera marcado, lo sabría y no me dejaría hacerlo. Por eso no lo haré hasta que esté seguro de que es solo mío.

Johnny levantó las cejas, sorprendido por la explicación de su amigo. Luego sonrió y le dio una palmada en la espalda.

—Wow, la verdad nunca se me hubiera ocurrido eso. Pero, ¿y el chico no quiere que lo marques aún?

Luz 𝓎 Sombra ᩡ   ݂ jaedo ׄ   ׅ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora