2. LIV

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No sé qué fue lo que sentí cuando lo vi. Sentí algo raro en mi estómago. No sé. Lo único que sé es que era algo único, algo fuerte y no quería que ese sentimiento se alejara de mí.
El rubio se presentó con la clase. Se presentó con el nombre《Thiago Evans》, siguiendo con su edad, 17 años.
   - ¿No tuvimos a alguien acá una vez que se llamaba Evans?
-levanté una ceja porque yo ese nombre lo tenía de algún lado.
   - Sabes que a mí también me suena -me respondió Nina mientras se mordía el labio pensativa- Pero nunca hubo, en nuestra clase, un Evans -se encogió de hombros.
    - ¿Me llamaron? -dijo Thiago mientras se sentaba al lado de Lucas. Nos dimos vuelta.
    - No, no. Solo... -intente que se me ocurriera algo, pero nada salió de mi boca- Olivia.
    - Nina.
    - Lucas - nos presentamos.
    - ¿Ya habías estado en este colegio? -preguntó Nina. Solo nos queríamos sacar la duda.
    - No. Nunca. Estuve viviendo 10 años en España. La última vez que estuve acá fue hace ya un tiempo, pero nunca vine a este colegio.
Con Nina nos miramos y nos dimos vuelta. La clase iba a empezar.
Tocó el timbre. Salimos del aula. Pensé que Thiago se iba a quedar con nosotros, pero siguió de largo.
   - Hoy es la apertura del bar de mi hermano -dije invitándolos.
   - ¿Y qué querés que hagamos nosotros? -dijo Nina, solo para molestarme.
   - Que vengan -rodé los ojos, molesta.
   - Ahí vamos a estar -Lucas mostró una sonrisa de esas que tanto me gustan.
Sonó el timbre de última hora. Salimos del colegio. Con Lucas nos fuimos para un lado y Nina para el otro. Como siempre. Lucas me acompañaba hasta mi casa, seguía 4 cuadras y ya estaba en la suya.
Estábamos a sólo una cuadra de llegar a mi casa cuando me suena el celular, decido no atender lo que me podría perjudicar, y mucho.
    - ¿Quién era?
    - Mateo. Después lo llamo. - quise mostrar desinterés
    - Liv, -se frenó para mirarme y yo freno a su lado- ¿podés, por favor, salir de ahí?
    - No es fácil Lu.
    - Ya lo sé. Pero si tan solo me dejaras ayudarte -lo interrumpo.
    - No. Ni se te ocurra. Va a ser peor, y no quiero que te lastime a vos.
    - Y yo no quiero que te lastime a vos.
    - Tarde -río desanimada bajando la mirada.
   - No tiene por qué ser de esta forma, lo sabes, ¿no? -asiento y Lucas suspira- Las cosas van a empeorar si le seguís dando poder sobre vos de esa forma.
Llegamos a mi casa. Me saluda y se va. Entro, cierro la puerta y apoyo las cosas
   - Llegué -grito para ver si hay alguien.
   - ¿Cómo te fue? -dice Apolo, el mayor de mis hermanos, desde el sillón.
    - Bien. No hicimos mucho -baja Bella las escaleras- ¿Saliste antes? -le pregunto.
    - Cuando tocó la segunda hora, nos fuimos con las chicas a tomar algo -contestó.
    - ¿Mamá sabe esto?
    - No, y no se va a enterar -dice en un tono amenazante.
Somos 4 hermanos. Bella, la menor, con 13 años, yo con 16, Bruno con 18 y Apolo de 21. Con el que mejor relación tengo es con Bruno, y con la que más choco es con Bella. Está entrando a la adolescencia y no se aguanta ni ella.
No le quise responder. Solo puse los ojos en blanco y me senté al lado de Apolo. Hablamos de algunas cosas de hoy a la noche. Olvidé por completo llamar a Mateo.
   - ¿Viste quien volvió? Me contó Bruno ayer.
   - ¿Quién? -dije mientras prendía la televisión.
   - ¿Te acordás del amigo que tenía Bruno? El que su papá y el nuestro eran re amigos. -asiento- Bueno, ese.
    - ¿Thiago? -asiente.
Mi cabeza no funciona tan rápido y yo nunca asocié las cosas. Nunca relacioné a los dos “Thiago” que se me presentaron en un mismo día.

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