23. THIAGO

1 0 0
                                    

  Desperté con Liv a mi lado. Su cuerpo junto al mío. Su pelo alborotado en la almohada. Su olor por toda la habitación. Ella. Calma.
  No la desperté, la dejé dormir y me pare a acomodar un poco el cuarto. Me fui al baño a lavarme los dientes cuando siento sus manos rodeando mi cuerpo. Su cabeza apoyada en mi espalda.
  Se fue a su cuarto y entró Lucas al nuestro.
- Así que eran ciertas mis sospechas. -dice cambiándose- Esa era Liv. -asiento- ¿Pasó?
- Pasó. Y fue la mejor sensación de mi vida. Viste como cuando disfrutas mucho algo que no querés que se termine. -asiente- Bueno, yo tenía la sensación de querer quedarme ahí para siempre. Con su cuerpo junto al mío. Besarla, tocarla, sentirla. Tengo su olor pegado en mi cuerpo y no quiero que se vaya. -sonríe.
- ¿Se cuidaron?
- Sí. Nos cuidamos y la cuide. Más que a nada. La quiero mucho.
- Se nota. En la forma en la que la miras, cuando hablas de ella. Se te iluminan los ojos y sonreís como un tonto. Eso es amor, amar. La tenés no solo en la cabeza, está en tu corazón.
- En todo mi corazón.
  Nos terminamos de cambiar y seguimos hablando. Me contó de la chica con la que estuvo.
  Bajamos a desayunar y se sentaron, con nosotros, Liv y Nina.
- ¿Hoy que toca a la noche? -pregunta Nina.
- Veneciana. -le contesta Lucas.
- ¿Con las máscaras, ¿no? -pregunto y asienten.
- Ojo con tirar la excusa de las máscaras y comerte a otra. -dice Liv y reímos, pero ella se queda seria- Estoy hablando en serio.
- No me voy a comer a otra, no quiero a otra. -le digo y sonríe.
  Fuimos a "Piedras Blancas". Estuvimos toda la tarde ahí. Volvimos al hotel. Se hicieron las 00:00hs y fuimos al boliche.
Cuarta noche.
  Pasadas las 4:00am volvimos al hotel. 5ta comida y Lucas me dijo que le dejara el cuarto. Fui a tocar la puerta de Liv.
- Hola. -dice cuando abre la puerta- ¿Pasó algo? -niego- Pasa. -se hace a un lado, entro y cierra la puerta.
- Lucas me pidió que me vaya. Está con esa mina a mil. -sonríe.
- Me gusta verlo así. Nina se fue. No me quiso decir a dónde así que estamos solos.
- Me gusta estar solos. -sonrío y me mira.
  Nos perdimos en las miradas, en besos, en el contacto de nuestros cuerpos. Hicimos el amor. Corazones acelerados. Respiraciones agitadas. Energía. Lujuria.
  Apoyó su cabeza encima de mi pecho. Nuestras piernas entrelazadas. Nuestros cuerpos juntos, unidos. Nos quedamos en silencio. Hasta que lo rompió con una pregunta.
- ¿Te hace feliz estar cerca mío?
- ¿Si me hace feliz? -sonrío- Me siento la persona más afortunada del mundo. Me haces muy feliz Liv. No te das una idea lo que te necesito, lo que te extraño, incluso cuando te tengo cerca. Deseo tocarte todo el tiempo, hablar con vos de lo que sea. No puedo dejar de mirarte y cada vez que lo hago o cada vez que te tengo cerca siento un cosquilleo en el estómago, algo que nunca me había pasado. Pierdo la noción del tiempo cuando estoy con vos. Sos la persona que puso de golpe mi mudo al revés.
- Te quiero muchísimo. -sentí como se le formaba una sonrisa- Hay algunas vueltas de la vida que no están tan mal. El destino es caprichoso, pero estoy agradecida de que te haya puesto otra vez en mi camino.
  Me quedé dormido acariciando la curva de su nariz. Abrazado al momento, al instante, a ella. Pensando, como en un simple suspiro, podía ganar o perder todo.

Volver a EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora